Capítulo 22

352 40 0
                                    

Lena sirvió estofado en el último tazón. La tensión en la pequeña cocina era lo suficientemente espesa para cortarla con un cuchillo. Cuando ella se volteó, Liam miraba furioso a kara, quien hacía rebotar a Lori en su rodilla e ignorándole al niño en esa forma total que le añadía chispas al resentimiento de Liam. Su estómago se revolvió. Tenía que hacer algo al respecto.

Ella tendió el tazón. — Liam, podrías por favor tomar esto.

El niño se sentó y clavó los ojos en sus utensilios como si no hubiera oído. Kara frunció el ceño. Lena rápidamente lo trajo a la mesa y lo puso adelante de él.

Liam lo centró con un empellón. El caldo se derramó sobre un lado. Lena enjugó el derramamiento con la toalla, pero Liam ni siquiera miró en su dirección.

Lena inclinó su cuerpo para bloquear la vista de kara.

—Lo siento, Liam. — Ella aguantó su gruñido como respuesta.

— Tú no tienes nada por lo cual disculparte,— kara le señalo desde atrás.

Ella le ignoró y enfocó la atención en Liam. — No tenía derecho para ponerte en medio así.

— Tú no le pusiste dondequiera. El niño hizo sus propias elecciones. — La rigidez en su tono señaló que kara no estaba satisfecha tampoco de ellas.

Liam había hecho esas elecciones para protegerla. Lena entendía aunque kara no podía. Ella siguió hablando para Liam como si kara no estuviera detrás de ella colocando dentro sus dos centavos.

— En el futuro, no quiero que alguna vez vayas en contra de tu madre kara. Ni siquiera para protegerme. Ella tocó el hombro de Liam. Él la miró furioso y respingó, tumbando su silla. Ella se sobresaltó por el disgusto en sus ojos. Lori empezó a llorar.

Kara la silenció con charla suave y un nudillo para masticar.

— Él me odia.

Lena suspiro mientras la puerta se cerro de golpe detrás de Liam.

— Él no te odia a ti, Sunshine. – kara suspiró. —Sólo está disgustado porque no pudo tener éxito y trabajar por ese caballo que él quiere.

— Tú fuiste demasiado dura con él.

— Él arriesgó tu vida.

— Él pensó que me estaba protegiendo.

— Él pensó mal.

—No podrías tú simplemente...

— No.. – kara palmeó la espalda de lori con el más suave de los toques, pero sus ojos eran duros mientras encontraban los de lena. — Él no puede interponerse entre nosotras, Lena, y él no puede ponerte en peligro a ti, a lori, o a sí mismo siendo un comodín.

— Pero él es nuevo aquí, kara.

— Entre más pronto aprenda, más pronto se adaptará.

— Su cena está empezando a enfriarse. — lena tocó el tazón de Liam. Él estaba tan delgado.

— Él entrará cuando tenga hambre.

— Él es demasiado orgulloso. — Lena miró por la ventana. Todo lo que podía ver era el reflejo de la lámpara de aceite. Liam ni siquiera tenía su abrigo.

— ¿No dice la Biblia algo acerca de que el orgullo precede a la caída?

—El orgullo es todo lo que él tiene.

—¿Te haría sentirte mejor si fuera y hablara con él?

— Sí.— Ella tenía gran fe en que el corazón de kara se ablandaría si pasaba tiempo con el niño.

"Promesas Que Prevalecen"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora