Chicles [BTS]

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Andrea7777uuuu Al final lo hice con los miembros de BTS, espero que te guste de todas formas.

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Jungkook vio con pereza su teléfono, ya no encontraba con qué entretenerse y todavía faltaban dos horas para abordar el avión. No entendía la necesidad de llegar tan temprano, sí tenían que ver lo de migración y toda la cosa porque iban a otro país, pero llegar medio día antes era excesivo.

Lo más molesto es que no podía ni siquiera caminar por el lugar, Jin había dejado muy claro que no quería que se separaran, así que estaba atrapado en una silla incómoda con sus hyungs al lado sintiendo que se moriría de aburrimiento.

— ¿Alguien quiere ir al baño? — Namjoon preguntó poniéndose de pie, Jungkook levantó la mano de inmediato, en realidad no necesitaba ir, pero cualquier excusa para caminar un poco sin que lo regañen era bienvenida.

Al final terminaron yendo Namjoon, Jimin, Hoseok y él. La pequeña caminata lo ayudó a sentirse mejor, pero seguía sin ser suficiente, por eso cuando estaban caminando de regreso con los demás la tienda de dulces no tuvo muchas dificultades en llamar su atención.

Caminó hasta ella sin pensarlo y se puso a mirar qué había. Al final solo se compró unos chicles porque recordó que estaba en una dieta y no podía comer dulces. Luego caminó de regreso a donde estaban los demás, encontrándose con un muy enojado Seokjin. Mierda.

— ¿Dónde estabas? — Seokjin preguntó con los brazos cruzados y mirándolo con severidad.

Jungkook tragó saliva. — Fui a comprar unos chicles. — Dijo casi en un suspiro, su voz siendo apenas audible.

— Creí dejar claro que no quería que nadie se separara ¿No lo hice?

— S-sí lo hiciste hyung, lo-lo siento.

— Entonces el problema es que no me tomas en serio. Parece que necesitas un recordatorio de que debes obedecer a tus hyungs. — Seokjin intercambió una mirada con Namjoon y después agarró con una fuerza impresionante el brazo de Jungkook y empezó a llevarlo al baño.

— E-espera, hyung. Lo siento, no tienes que hacer esto.

— Tengo que hacerlo, Jungkook. Si no me obedeces no puedo mantenerte a salvo. — Seokjin dijo con firmeza.

— ¡Son solo unos chicles! — Gritó con molestia, sonrojándose inmediatamente después por gritar en público y atraer las miradas de la gente.

— El problema no son los chicles. No estamos en un lugar cerrado como nuestro dormitorio ni con tanta seguridad como la empresa o los lugares donde tenemos grabaciones y entrevistas, estamos en un lugar público donde cualquiera puede entrar. Sé que no somos tan famosos todavía, pero hay personas que nos conocen y hay fans que dan miedo, puedes pasar por una situación incómoda e incluso peligrosa si alguien te reconoce y pueden grabarte haciendo algo que de por sí no tiene nada de malo, pero pueden hacerlo ver como algo terrible. Mantenerte donde pueda verte es la única manera que tengo de saber que estás bien ¿Entiendes mi punto?

Lo miró con asombro, nunca esperó que Jin tuviera tantas cosas en cuenta a la hora de decirles que no se separaran, solo pensó que estaba siendo mandón. — Sí. Lo siento, no había pensado en eso. Si me lo hubieras explicado no te habría desobedecido.

Jin suspiró. — No puedo tomarme el tiempo de explicarles cada decisión que tomo, pero si no entiendes por qué les di una orden y crees que estoy siendo irracional o mandón siempre puedes preguntarme. Puedo cometer errores, pero te aseguro que todas las órdenes que doy, son pensando en su propio bien.

— De verdad lamento haberte desobedecido, hyung. — Dijo con la cabeza gacha.

— Entonces terminemos con tu castigo.

Hizo un puchero, pero no discutió. Siguió al mayor hasta el baño, donde afortunadamente no parecía haber nadie, y ambos entraron a un cubículo. Era pequeño y bastante incómodo pero se las arreglaron de alguna manera. Jungkook apoyó las manos en la pared y Jin se paró a un lado suyo, poniendo su mano derecha sobre su trasero.

— No será tan fuerte como de costumbre, pero espero que la incomodidad y vergüenza por tener que hacer esto aquí sea suficiente para que no lo vuelvas a hacer. — Le dijo en voz baja, no quería arriesgarse a que los escucharan.

— Lo hará. — Realmente nunca volvería a portarse mal en público, se negaba a pasar por eso dos veces.

Seokjin le dio la primera nalgada justo después de que contestara. El dolor no había sido infernal, pero ciertamente pudo sentirlo y tuvo que morderse la lengua para no hacer ruido. Las siguientes nalgadas no tardaron en llegar, cada una contribuyendo al creciente dolor de su trasero.

El castigo continuó en silencio, el dolor cada vez crecía un poco más y aunque trató de centrarse en su respiración para no hacer ruido, no logró controlar las lágrimas que escaparon de sus ojos. En algún momento el dolor dejó de ser soportable y realmente sintió la necesidad de gritar, pero se contuvo. Llevó una de sus manos a su boca tratando de contener un sollozo, pero, aunque fue suave, este salió de todos modos.

Jin se detuvo poco después, cambiando los golpes por suaves caricias en su espalda. Jungkook siguió llorando con una mano en la boca tratando que los sollozos dejaran de escapársele. No había sido tanto pero sí que había dolido.

Después de un tiempo consiguió calmarse, Jin en ningún momento dejó las caricias.

— Lo siento mucho, hyung. — Se disculpó, volteándose en su dirección y limpiándose las lágrimas.

— Está bien, te perdono ¿Listo para volver? — Le preguntó con suavidad.

Tomó una gran respiración y asintió. Al salir del baño sintió que se moría de la vergüenza, había un señor que acababa de lavarse las maños y se estaba yendo, aunque él no los miró el simple hecho de saber que los escuchó fue suficiente para que quisiera que la tierra se lo tragara.

— Hey, está bien. Seguro que para mañana ya no se acuerda de esto. — Seokjin trató de consolarlo.

— Hyuung. — Jungkook se quejó, escondiendo su rostro en el pecho del mayor. — Me quiero morir.

— No digas eso. Vamos, lávate la cara y volvamos con los demás.

Le mostró un puchero triste, pero hizo lo que le dijo. Cuando estuvieron de vuelta con los demás, pudo ver que la silla al lado de Jimin estaba libre y tenía una pequeña almohada de viaje en el asiento. El mayor lo miró con cariño y le hizo una seña para que se sentara. Casi corrió hasta él, se sentó ignorando la ola de dolor que lo invadió y abrazó al mayor.

— Jimiin hyuung. — Dijo con un puchero y ojos de perrito.

— ¿Qué pasa? ¿Jin hyung fue muy malo contigo? — Le preguntó suavemente.

— ¡Sí! Es un monstruo. — Se quejó dramáticamente. — Es tan malo como Yoongi hyung.

— ¿Yo qué te hice? — Yoongi preguntó, ofendido por ser incluido en la conversación de esa manera.

Jungkook no respondió, solo escondió su rostro en el pecho de Jimin, amando estar ahí. Jimin soltó una pequeña risa y le dio un beso en la cabeza.

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