🖤 Capítulo 13. "Ella escapó"

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Advertencia de contenido:
-Menciones a asesinatos y torturas
-Contenido sexual explícito.

Que la Diosa Sheneira los acompañe en la lectura de la escena de contenido con fines educativos. 🌚

Rowan.

Mis bebés están tan felices después de la noticia anunciada por su tía Chrystel. Vayannah fue corriendo a contarle a nuestros gatos, Mandarino la escuchaba de manera tan atenta, como si comprendiera lo que mi hija le decía. Desearía que los niños a los que ellas consideran primos estuvieran aquí, son las únicas niñas en este momento. Temo que se sientan incomprendidas en algún punto de esta celebración, aunque siempre les hemos dejado claro que somos su familia y que siempre las comprenderemos, sin importar qué.

—¿Crees que Mandarino esté feliz de tener otro niño en el Palacio? —bromea mi esposa al acercarse a mí.

Su cabeza se apoya en mi hombro con delicadeza, siento su cálida respiración acariciar un lado de mi rostro. Sus brazos rodean mi cintura con suavidad, sin ejercer presión, sin fuerza, como si temiera hacerme daño. Ella siempre me ha cuidado, durante estos diez años y lo hará para toda la vida.

Percibo su aroma floral cerca de mí, es una sensación reconfortante sentir que me abraza, que de alguna manera me estrecha contra ella y me protege con sus grandes brazos. Su corazón es el lugar más parecido a un hogar en el que vivo todos los días.

—Va a tener que acostumbrarse si no le gusta la idea, sobre todo si quiere que Vayannah esté feliz —respondo con una tonta sonrisa enamorada. Giro un poco mi cabeza para verla, ella también me sonríe de la misma manera, con su encanto natural y su dulzura—. ¿Todo está bien, Lu?Te siento como si hubieses visto un fantasma y no digo que no existan, pero no creo que tú los veas siempre.

Ella ríe, su risita es melodiosa y elegante. Me tranquiliza oírla tranquila, sentí que los músculos de sus brazos estaban tensos y que ella estaba preocupada, pero por lo visto no es así. Solo fue un mal presentimiento mío.

—Tengo que hablar contigo. En privado —susurra en mi oído antes de besar mi mejilla con cuidado—. No te preocupes, no es nada grave.

—De acuerdo —murmuro con las cejas arqueadas por la desconfianza que me produce el misterio con el que se conduce en este instante.

Sin embargo, termino por sonreír y relajar la expresión de mi rostro. Es mi esposa, ella siempre ha sido así, ¿Por qué debería asustarme? Suele dar vueltas cuando algo le preocupa, a pesar de que ella dice odiar dar vueltas y que prefiere ser directa.

Observo a los demás bastante distraídos en sus charlas, Vayannah está con Mandarino y Hera, Ireena habla con Kraya. Dudo que alguno de ellos nos siga si están tan concentrados en otra cosa, aunque no descarto que quizá Normelt se dé cuenta de nuestra ausencia y desee husmear en lo que sea que vayamos a hablar. Es chismoso, siempre lo ha sido y lo será.

Lu me extiende su mano, no dudo en tomarla. El contacto de su piel suave con la mía me regresa a la vida, no importa si hace diez años que ella toma mi mano para entrelazar nuestros dedos, siempre me producirá el mismo efecto, la misma sensación que el primer día: paz. Sus uñas se pasean por la palma de mi mano antes de guiarme hacia afuera, en dirección al jardín.

Sus pasos son un poco acelerados, pero no me cuesta seguirle el ritmo. Pronto nos encontramos lo bastante alejadas del Palacio, casi en el portón de entrada. Le dedica una mirada a los guardias antes de pedirles si se pueden retirar por un rato, que no deben preocuparse por nuestra seguridad y que estaremos bien. Ellos aceptan su orden, se alejan sin más y mi esposa se permite soltar un suspiro profundo.

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⏰ Última actualización: Oct 07 ⏰

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Lúgubre Alma [2. Saga Divina Inmortalidad]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora