Capítulo 15: Semana siete

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Inuyasha estaba en el paraíso. Dai se frotó el vientre, buscando cualquier movimiento. Su kimono apenas podía ocultar su estómago, su pecho también se había elevado. Parecía que le estaban creciendo tetas, pero estaba contento de que no fuera muy obvio.


-No siento ningún movimiento ahora mismo, pero se volverán más activos con el tiempo -le dijo Dai. Inuyasha se levantó lentamente cuando ella dejó de frotarle la barriga. Sesshomaru lo ayudó a levantarse de la pequeña cama. Inuyasha bostezó. Dai sonrió y le entregó un kimono nuevo.

-Eso ocultará mejor tu barriga. Te sugiero que duermas mucho y... -miró a Sesshomaru cuando besó el cuello de Inuyasha con un gruñido bajo.

-Limita las relaciones sexuales. -Sesshomaru la miró como si tuviera dos cabezas. Ella incluso estaba segura de que hizo un pequeño ruido de sorpresa. Ella explicó.

-Se acerca la fecha del parto. Si tiene demasiadas relaciones sexuales, podría dar a luz demasiado pronto -explicó. A Inuyasha no pareció importarle demasiado. A Sesshomaru no, Dai estaba seguro de que Inuyasha estaría demasiado cansado la mayor parte del tiempo. Se fue y dejó que Inuyasha se cambiara.

Inuyasha se quitó su pequeño kimono, Sesshomaru miró su cuerpo con ojos lujuriosos. Inuyasha se alejó de él. Sesshomaru frunció el ceño. Inuyasha se puso su nuevo kimono antes de volverse hacia él.

"La escuchaste, Sessh. Además, quiero dormir", le dijo, mientras Sesshomaru gruñía. Inuyasha puso los ojos en blanco y salió de la habitación. Sesshomaru estaba a punto de seguirlo, pero una criada lo detuvo.

-Tu madre pregunta por ti -le dijo mirando a Inuyasha que doblaba la esquina.

Él quería estar en celo.

No hablar.

Inuyasha, por otro lado, quería dormir. Su estómago rugió de hambre justo cuando llegó a su habitación, Inuyasha suspiró. Fue a la cocina, una criada jadeó cuando lo vio comer una hogaza de pan como si fuera una manzana. Ella se acercó, inclinándose en señal de respeto.

"Disculpe mi Señor, pero si tiene hambre es mi trabajo alimentarlo", le dijo, mientras Inuyasha la miraba con ojos curiosos.

"¿Puedo ayudar?" La criada jadeó en estado de shock, Inuyasha tomó otro bocado de la hogaza de pan.

-¡No está permitido! ¡Es un trabajo de plebeyos, Señor Inuyasha! -La sirvienta jadeó e Inuyasha levantó una ceja.

Él era un plebeyo.

"¿Cuál es tu nombre?" preguntó y la criada volvió a hacer una reverencia.

-Kiki, señor Inuyasha -le dijo, e Inuyasha le agarró la barbilla y se la levantó. Kiki se sonrojó e Inuyasha se comió el resto de su pan.

"Soy un plebeyo, así que no hay necesidad de hacer reverencias. Ahora, déjame ayudarte a cocinar".

:::+:::

-Inuyasha parece estar bien -susurró la madre de Sesshomaru, quien levantó la vista del pergamino que tenía frente a él. Su madre estaba descansando junto a la chimenea, de espaldas al fuego. Sus ojos lo observaban en silencio, mientras Sesshomaru volvía a mirar el pergamino. Sin embargo, su mente no estaba allí, sino en la cama con su pareja.

-Lo está haciendo muy bien -dijo Sesshomaru suavemente, cerrando el pergamino.

-Haz que tus hombres envíen arroz al sur. Este año han tenido una mala cosecha -le dijo Sesshomaru mientras su madre sonreía.

-La semana pasada escuché que ustedes dos tenían una muy buena relación. ¿Por qué no lo escucho esta semana? -preguntó, mientras Sesshomaru la ignoraba.

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