12- El trato estaba hecho

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La plaza circular, una vez un núcleo de actividad humana, ahora yacía como un relicto olvidado, reclamado por la naturaleza. Las enredaderas habían trepado por los edificios circundantes, cubriendo las fachadas con un manto verde y oscuro, como si intentaran borrar la historia que una vez allí se vivió. Ventanas empañadas, cubiertas de polvo y telarañas, reflejaban la luz del atardecer como espejos opacos.
La hierba crecía en las grietas del pavimento, y la humedad ambiente envolvía todo en un manto húmedo y pesado.
Ela observó el lugar y vio que no estaba sola en este paisaje postapocalíptico. Personas vestidas con un estilo de supervivencia extrema, mezcla de Mad Max y militar, se movían con seguridad por la plaza.
Uniformes desgastados y armados hasta los dientes, algunos con rifles y pistolas, otros con armas improvisadas, como palos y cuchillos, se reunían en pequeños grupos para intercambiar información y mercancías. Sus rostros, curtidos por la adversidad, reflejaban una mezcla de desconfianza y determinación.
En un rincón, un grupo de mercaderes exhibían sus productos: comida enlatada, munición y equipo médico. Cerca de allí, una hilera de cubetas servia para almacenar agua que caia a gotas de canales donde el rocio de las hojas se acumulaba.

Se miró a si misma un segundo, unos jeans de negros, con una camiseta de color verde oscuro, cinturon y correas en una pierna, como para llevar algo..no estaba armada. Tenia una chaqueta de cuero a juego con las botas y la grueso pulso de cuero que llevaba.

-vaya..- murmuró para si.

-¿necesitas ayuda?

Ela se volvió hacia la mujer que le hablaba. Tenía un moño alto del que escapaban mechones de cabello castaño, labios gruesos y ojos claro. Vestia toda de negro, mallas en las piernas y piercing en la nariz y ceja.

-estoy un poco perdida. ¿qué es este lugar?- preguntó Ela sin denotar la inseguridad que sentia.

- éste en sitio neutral- , respondió la chica, su sonrisa enigmática. - aqui se pueden encontrar cosas especiales, armas, objetos de poder. -señaló con la mano en un gesto amplio a su alrededor.-se reune toda clase de gente aqui, desde mercenarios, comerciantes como caza recompensas...- la mujer la muro con atencion.

Ela se enojó un poco bajó su mirada.

-tu eres la Viajera...- señaló.

"Puedes ser sincera con ella. Pídele lo que viniste a buscar." le dijo la voz a su lado con serenidad.

-e venido por un objeto, algo que me permitirá someter a los Proveedores. Me dijeron que aquí podia conseguirlo- dijo Ela asintiendo.

La mujer pareció iluminarsele la mirada.

-ven conmigo. - pidió con amabilidad.

Ela asintió y la siguió a través de un pasillo entrando a una habitación trasera. Allí, sobre una mesa cubierta de herramientas, copas y demas trastos incomprensibles, descansaba una gema antigua color azul cobalto.

-Pertenece a los Antiguos- explicó la chica, su voz llena de entusiasmo - Hay muchos como éste, pero éste en específico es para los Proveedores. Funciona entrando en contacto con ellos, no importa a quién toque, sólo a ellos les afectará. Pero tiene que entrar en contacto directo con ellos..

La mujer de cabello caoba, lo tomó de mano de la chica sintiendo su poder. Estaba frio al tacto y era ligero.

-Necesitaras una arma para que yo lo ensamble- dijo, su mirada buscando entre las herramientas con avidez.

La mujer sonrió.

-Un arma? Yo? - se preguntó divertida.

Ela se imaginó usando una espada, una lanza..una arco.. Cuchillos, dagas, un garrote. Un bate al puro estilo de Negan, de  Walking dead. Necesitaba algo que le permitiera atacar a una distancia segura, que sea ligero, que sea rápido.

-tienen algún kusarigama? -Pregunto Ela recordando el tipo de arma.

Versatil, ligero, veloz, era como una serpiente. Nadie lo vería llegar. Constaba de una cadena de dos a tres metros, con una hoz en el extremo y una daga o algún peso en el otro extremo.
Cuantas noches pasó practicando con esa arma en su azotea, sin que nadie la viera, despues de tomar algunas clases en un dojo.

-claro..pero esa es un arma difícil de usar.- respondió dudosa la chica.

-no hay problema - respondió Ela.

-ok...puedo preguntar porqué buscas confrontar a los Proveedores?- inquirió  la chica de los piersings mientras rebuscaba en un cajon entre varios archivos buscando la ubicación del arma que pedia su nueva cliente.

Ela cambio su peso entre pierna y pierna.

- irrumpí sin querer en una  fiesta y ví en sus cuartos traseros como devoraban un hada...ahora me doy cuenta que los
Proveedores no eran los que cenaban...los anfitriones son los que los contrataron por lo que ellos saben como encontrarlos.. - dijo Ela con sorna a punto de darse en la frente con la mano.

Los que devoraban a la criatura eran los clientes de los proveedores.

-la gente que contrata a los
Proveedores es muy rica y los Proveedores suelen andar de dos en dos o más..no son normales.

-¿a que te refieres?- quiso saber Ela.

- un Proveedor no es cualquier persona, son una raza en específico con la habilidad de capturar. Si no hay..pues no se podrían realizar esos festines..por eso es que los Antiguos hicieron ésta gema y algunas otras, para detener/capturar a los Proveedores. - explicó la chica y eligió un folder que hojeó rápidamente.

-¿Cuánto me va a costar ésta gema y el arma? ¿tu la vas a ensamblar? - preguntó la mujer, la Viajera, como le habia llamado la chica de los piersings.

La chica se acercó, su rostro cerca del suyo asintiendo a su pregunta sobre si ella lo ensamblaría.

-Un beso ahora- susurró.- y uno cuando te entregue el arma terminada. - dijo con una sonrisa.

La mujer dudó por un momento,  luego se inclinó hacia adelante. Sus labios se encontraron en un beso breve, pero intenso.

El trato estaba hecho.

-vuelve en dos noches...- dijo la chica sobre sus labios húmedos y luego la empujó para atrás con diversión y mirada picara.

Ela salió de ahí  como autómata. La acababa de besar una mujer. Ella no era lesbiana, era hetero por completo..pero una mujer le acababa de dar un beso y no sabía como sentirse al respecto.

De la mano hacia el marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora