Desperté recostada en el pecho de Scott, su calor y su respiración tranquila me hacían sentir segura y protegida. Me sentí un momento de felicidad y tranquilidad.
Con cuidado, me levanté para no despertarlo. Me estiré y me puse una playera de Scott que estaba tirada en el sofá.
Salí de la habitación y me dirigí a la cocina. La mañana era fresca y silenciosa, solo se escuchaba el canto de los pájaros fuera de la ventana.
Encendí la estufa y comencé a preparar el desayuno. Huevos revueltos con tocino y pan tostado. El olor a comida fresca llenó la cocina.
Mientras cocinaba, no podía evitar pensar en la noche anterior. La pasión y la conexión que habíamos compartido Scott y yo. Me sentí un escalofrío al recordar sus besos y su tacto.
— Buenos días — escuché la voz de Scott detrás de mí.
Me di la vuelta y sonreí.
— Buenos días — dije.
Scott se acercó y me abrazó por la cintura.
— ¿Qué estás haciendo? — preguntó, mirando la comida.
— Preparando el desayuno — dije.
Scott sonrió.
— Huevos revueltos, mi favorito — dijo.
Me reí.
— Suerte que adiviné — dije.
Scott me besó en la mejilla.
— Eres perfecta — dijo.
Me sentí un calor en el corazón.
— Tú también — dije.
Nos sentamos a comer juntos, disfrutando del silencio y la compañía del otro.
La mañana era perfecta, y sabía que este era solo el comienzo de algo especial.
Disfruté del desayuno junto a Scott, saboreando los huevos revueltos y el pan tostado. Pero lo que realmente disfrutaba era su compañía.
Scott me miró a los ojos y sonrió.
— Ya es oficial — dijo. — Estamos juntos.
Me sentí un escalofrío de emoción.
— ¿Oficial? — pregunté, sonriendo.
Scott asintió.
— Sí. No puedo imaginar mi vida sin ti, Daphne.
Me sentí el corazón lleno de amor.
— Yo tampoco puedo imaginar mi vida sin ti, Scott — dije.
Scott se rió.
— Entonces, ¿es un sí? — preguntó.
Asentí con la cabeza.
— Sí, es un sí — dije.
Scott me tomó la mano y me besó.
— Me encantas — dijo.
Me sentí un calor en el corazón.
— Yo también te encantas — dije.
Nos sentamos en silencio por un momento, disfrutando de la emoción del momento.
— ¿Qué pasa ahora? — pregunté.
Scott sonrió.
— Ahora, empezamos a construir nuestra vida juntos — dijo.
Me sentí emocionada.
— Me gusta el sonido de eso — dije.
Scott me abrazó.
— Me gusta el sonido de nuestro futuro — dijo.
Nos sentamos así por un rato, disfrutando del momento y del amor que compartíamos.
Sabía que este era solo el comienzo de nuestra aventura juntos, y estaba emocionada de ver lo que el futuro nos deparaba.
....
Más tarde, Scott y yo nos dirigimos a la agencia para reunirnos con Don Nadie. Llegamos al edificio y nos sentamos en la sala de espera.
— ¿Crees que sea sobre nuestra última misión? — preguntó Scott
— Seguramente — dije. — Don Nadie quiere saber cómo salió todo.
Don Nadie nos llamó y entramos en su oficina.
— Buen trabajo — dijo, sonriendo. — Su desempeño en la misión fue excelente.
Scott y yo nos miramos, sonriendo.
— Gracias, Don Nadie — dije.
— Como recompensa, les doy unos días libres — dijo. — Pueden disfrutar de su tiempo libre.
Me sentí emocionada.
— ¡Genial! — dije.
Scott también se rió.
— Gracias, Don Nadie — dijo.
Don Nadie asintió.
— Ustedes dos han demostrado ser una equipo excepcional — dijo. — Quiero que disfruten de su tiempo libre y se preparen para la próxima misión.
Salimos de la oficina, sonriendo.
— ¡Vamos a celebrar! — dijo Scott
— ¡Claro! — dije.
Después de recibir la noticia de que tenía unos días libres, decidí que quería hacer algo especial con Scott. Quería alejarme de la ciudad y disfrutar de su compañía en un lugar tranquilo.
— ¿Quieres ir a un viaje conmigo? — le pregunté a Scott.
Scott se rió.
— ¿Dónde? — preguntó.
— A un lugar cerca de la playa — dije. — Quiero relajarme y disfrutar de tu compañía.
Scott sonrió.
— Me encanta la idea — dijo.
Así que comenzamos a hacer planes. Encontramos un pequeño resort en la costa, rodeado de palmeras y con vistas impresionantes del mar.
— ¿Estás listo para dejar todo atrás y relajarte? — pregunté a Scott mientras empaquetábamos.
Scott se rió.
— Estoy más que listo — dijo.
Llegamos al resort y nos recibieron con un cóctel de bienvenida. El lugar era aún más hermoso de lo que había imaginado.
— Esto es increíble — dije, mirando el mar.
Scott me abrazó.
— Lo sé — dijo. — Estoy feliz de estar aquí contigo.
Pasamos los días siguientes relajándonos en la playa, nadando en el mar y disfrutando de la comida local. Fue perfecto.
Una noche, mientras caminábamos por la orilla del mar, Scott me tomó la mano.
— Me encanta estar contigo — dijo.
Me sentí el corazón lleno de amor.
— Yo también me encanta estar contigo — dije.
Scott sonrió.
— Esto es solo el comienzo — dijo.
Me reí.
— Estoy emocionada de ver qué viene después — dije.
Y con eso, nos besamos bajo las estrellas, con el sonido del mar de fondo. Era el momento perfecto.
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A Dangerous Love || Pequeño Don Nadie
ActionDaphne O'Conner hermanan menor de Brian O'Conner es interrumpida en una misión por la llamada de Don Nadie, esa llamada hace que viaje desde el otro lado del mundo para golpear al pequeño Don Nadie quien rayo su auto