Después de la cena, mi hermano Brian y su esposa nos invitaron a quedarnos en su casa por un par de días más.
— ¿Por qué no se quedan? — dijo Brian. — Tenemos espacio de sobra.
Scott y yo nos miramos y no pudimos negarnos. La hospitalidad de Brian y su esposa era irresistible.
— Gracias, Brian — dije. — Nos encantaría quedarnos.
Scott asintió.
— Sí, gracias — dijo.
Al día siguiente, después del desayuno, Brian y yo nos sentamos en el porche para charlar.
— ¿Cómo estás, hermanita? — preguntó Brian.
Me reí.
— Estoy bien — dije. — ¿Y tú?
Brian sonrió.
— Estoy bien también — dijo. — Me alegra verte feliz.
Me sentí emocionada.
— Gracias, Brian — dije. — Significa mucho para mí.
Brian se inclinó hacia adelante.
— ¿Y Scott? — preguntó. — ¿Es alguien especial?
Me reí.
— Sí — dije. — Lo es.
Brian sonrió.
— Me alegra — dijo. — Te mereces alguien que te haga feliz.
Nos sentamos en silencio por un momento, disfrutando del sol y la compañía del otro.
— Recuerdo cuando éramos niños — dijo Brian. — ¿Te acuerdas de cuando nos peleábamos por tonterías?
Me reí.
— Sí — dije. — Me acuerdo.
Brian se rió.
— Buenos tiempos — dijo.
Me sentí nostalgia.
— Sí — dije. — Buenos tiempos.
Pasamos un rato más hablando y riendo juntos. Fue un momento especial, solo entre hermanos.
Después de un rato, Scott se unió a nosotros y nos sugirió ir al parque, como habíamos planeado el día anterior.
— ¿Estás lista? — preguntó.
Me reí.
— Sí — dije. — Estoy lista.
Y con eso, nos fuimos al parque, listos para pasar un día emocionante juntos.
.....
Después de pasar unos días maravillosos con mi hermano, sobrinos y cuñada, llegó el momento de decir adiós y continuar nuestro viaje. Scott y yo estábamos emocionados de ir a Ibiza, España.
— Me alegra haber podido pasar tiempo con mi familia — dije mientras íbamos al aeropuerto.
Scott sonrió.
— A mi también me alegra — dijo. — Pero ahora es nuestro turno de disfrutar de nuestro viaje.
Llegamos al aeropuerto y facturamos nuestro equipaje. Pasamos por seguridad y nos dirigimos a la puerta de embarque.
— Estoy emocionada de ir a Ibiza — dije.
Scott se rió.
— Yo también — dijo. — He oído que es un lugar increíble.
Subimos al avión y nos acomodamos en nuestros asientos. El vuelo fue largo, pero la emoción de llegar a nuestro destino nos mantuvo entretenidos.
— ¿Qué vamos a hacer primero en Ibiza? — pregunté.
Scott sonrió.
— Quiero explorar la ciudad, ir a la playa y disfrutar de la vida nocturna — dijo.
Me reí.
— Suena perfecto — dije.
Después de un vuelo de varias horas, finalmente llegamos a Ibiza. Recogimos nuestro equipaje y nos dirigimos a nuestro hotel.
— ¡Estamos aquí! — dije, emocionada.
Scott sonrió.
— Sí, estamos aquí — dijo.
Nos registramos en el hotel y salimos a explorar la ciudad. La arquitectura blanca y las calles empedradas eran preciosas.
— Esto es increíble — dije.
Scott se rió.
— Te dije que sería genial — dijo.
Pasamos el resto del día explorando la ciudad, disfrutando de la comida local y relajándonos en la playa.
— Esto es el paraíso — dije, mientras veíamos el atardecer.
Scott me abrazó.
— Estoy feliz de estar aquí contigo — dijo.
Me sentí emocionada.
— Yo también estoy feliz — dije.
Y con eso, comenzamos nuestra aventura en Ibiza, listos para disfrutar de cada momento juntos.
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A Dangerous Love || Pequeño Don Nadie
AzioneDaphne O'Conner hermanan menor de Brian O'Conner es interrumpida en una misión por la llamada de Don Nadie, esa llamada hace que viaje desde el otro lado del mundo para golpear al pequeño Don Nadie quien rayo su auto