Leyendas

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Pasaron unos pocos días antes del próximo encuentro entre el príncipe y Adeline.

Blackwell, curioso de conocer al famoso Titiritero propuso una escapada al gran bazar en compañía de la joven. Adeline ideó una manera de encubrir la identidad del príncipe. Cambió su ropa y cubrió su afamada cabellera roja que exponía su genética con una pañoleta negra que también cruzó por su rostro.

-Ahora se le ven únicamente sus ojos.

Un estilo muy común que usaban los trabajadores o mercaderes para cubrirse del vivo sol o la suciedad.

Ambos bajaron al mercado y Blackwell observó todo con extremo detenimiento.

-El bazar en el día es bueno, pero en la noche es hermoso. - comentó la chica. - Se vende mucha comida, ropa, accesorios, y casi siempre hay fiesta. Debería venir cuando se celebra su cumpleaños. Muchos de los mercaderes más ricos aportan alimento y dinero para hacer ollas comunes y así, alimentar a cientos.

- ¿Habla en serio? – su tono por primera vez cambió, una nota de sorpresa y suavidad combinada. – No tenía idea. ¿Por qué para mi cumpleaños?

-Usted será nuestro futuro rey. Creen y confían en su corazón. – ambos siguieron avanzando, pero Blackwell ahora la miraba únicamente a ella. – Tienen la esperanza en un futuro más próspero, más después de la ejecución del Capitán del Distrito 1. Esa acción suya tuvo más impacto de la que yo creía y me hizo confiar un poco más en usted. La justicia es para todos. Las víctimas serán ayudadas. Todos... somos iguales ante la ley. – ella le devolvió la mirada y sonrió con auténtica gentileza. – ¿Sabía que ningún miembro de la realeza, en ninguna monarquía castigó a su fuerza policial? Jamás.

-No creí que significase tanto.

-Defendió a Cefora y le tendió una mano. Por primera vez luego de los incontables años de trauma y brutalidad corrupta. Usted puso fin a este patrón de abandono, públicamente. Por supuesto que significa.

Inclinó suavemente su cabeza en una sutil y apenas notable reverencia.

-Significa demasiado.

Blackwell sonrió en silencio cuando un orgullo culpable se instaló en su pecho. Observó a las personas a su alrededor, todas ellas vivían de manera injusta bajo las sombras del reino y aun así tienen esperanzas y depositan su confianza en él.

-Yo podré haber sido quien concluyó todo y le dio cierre a la situación, - la empujó con su codo. - sin embargo, permítame decirle que fue usted, Adeline, quien agitó las cosas en primer lugar. – sus ojos sonrieron.

-¿Si?

-Claro que si. Pusó su vida en riesgo para salvar a una inocente. Aún recuerdo cuando golpeó a los guardias que iban a atraparla. - estrechó a Adeline pasando su brazo por sobre sus hombros. - Fue toda una salvaje.

Ella se carcajeó y golpeó suavemente el estómago de Blackwell.

-¿Usted suele besar a todos los salvajes que se encuentra en el camino?

Blackwell jadeó con una sonrisa. - Que atrevida. ¿Por qué quiere saber? ¿Está celosa?

-¿Por qué desea saber? ¿Quiere que esté celosa?

Blackwell soltó algunas risas graves. - La adoro.

⚜️


Bosque. Lado Oeste, Teliko.

Un hombre sentado con las piernas cruzadas estaba meditando en completo silencio en los interiores del bosque.

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