(34) Khaotung

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Capítulo 34 - Khaotung

Earth se pasea de atrás hacia adelante a través de la casa de First, nervioso después de la llamada que recibió más temprano. Sigue mirando la puerta, así sé que está esperando a alguien, pero no le pregunto a quién. Earth siempre ha sido respetuoso conmigo, aunque él no pasaba mucho tiempo en el área VIP de Slainte, no lo conozco bien. Es raro tenerlo aquí cuidándome, pero un vistazo al tipo está claro el por qué First lo escogió. Está bien musculado a más no poder. Un marco largo y solido que sé que frecuentemente hace daño en las peleas ilegales. Es un boxeador de principio a fin. Duro por fuera pero tiene un buen sentido del humor también. Siempre está tirando bromas y molestando. Así que verlo serio me pone un poco nervioso.

—¿Qué pasa? —Finalmente tomo valor y pregunté. Antes de que pudiera contestar, Jack abre la puerta frontal. Metió a un chico al que alguien obviamente lo había usado como bolsa de boxeo, y un temblor de miedo recorrió mi espina dorsal cuando logré verlo bien. Me tomo un minuto, pero lo reconocí como el amigo de Dunk. Mix. Antes de que siquiera tuviera una oportunidad de ofrecerle ayuda y preguntar a quién debo matar, Earth está a su lado. Sus manos están crispadas, es obvio que quiere tocarlo, pero se mantiene a sí mismo en control. Casi.

—El doc está en camino, —le dice—. Khaotung puedes traer algo de ropa. Dime que necesitas. ¿Una ducha? ¿Pastillas para el dolor? Solo dilo, cariño.

El mueve la mano como quitándole importancia y trata de sonreír, pero es obvio que es doloroso para el el solo intentarlo. —Jaysus, —murmura Earth—. Voy a torturar a los hijos de puta que te hicieron esto.

Mix alza su barbilla y pone una cara desafiante. El podrá engañar a los chicos, pero reconozco el cansancio en sus ojos. Es la misma expresión que tuve en mi cara cada día que tuve que lidiar con Boston.
—Sólo vete, Earth, —le dice—. Estaré bien. O tal vez no. Depende de lo que decidas ya que me has quitado la opción.

—Es para tu protección, —le dice con una suave voz. Sus dedos recorren suavemente su brazo y el se encoge, sus ojos encontrándose con los míos. —¿Te molestaría darme una mano? —Pregunta—. Necesito quitarme ésta ropa. Y una ducha suena bien.

—Por supuesto.

Camino y me uno a el y Earth frunce el ceño cuando lo alejo de él. Lleva una expresión de impotencia en su cara, pero no dura mucho. Es rápido para cambiarla a una de determinación. No me sorprende en lo absoluto. Estos tipos viven bajo el código, y no siento la más mínima pena por a quien recaiga tanta ira esta noche. Ayudo a Mix para que entre al baño y fuera de su maltratada ropa. Todo su cuerpo está lleno de golpes, y hay algunos cortes profundos en sus brazos y pecho. Sé que es una pregunta estúpida, pero es la primera fuera de mi boca de todos modos.

—Jesús, cariño, ¿estás bien?

El trata de encogerse de hombros pero hace una mueca de dolor otra vez. —He estado peor.

—Dios, —murmuró mientras camino hacia la ducha para encenderla—. Los mataría yo mismo si pudiera.

—Parece que ya tenemos algunos chicos para el trabajo, —se le ocurre a Mix. —Además sospecho que ellos tienen motivos ulteriores.

—¿Qué es lo que quieres decir?

El me parpadea, y ni siquiera me trata como a un estúpido, lo cual es bueno para variar. —Es detrás de ti de quien andan, muñeco.

—¿Qué?

Me sostengo en el mostrador para mantener el balance. —¿Cómo sabes eso?

—Porque estuve en tu viejo apartamento, —dice—. Y ellos me estuvieron interrogando acerca de ti.

—Oh mi Dios. —Colocó una mano sobre mi boca y por poco y no llego al inodoro antes de vomitar. Mix sólo me mira como si este tipo de cosas fuera algo de todos los días.

El es tan franco que la verdad no sé qué pensar de el. —Lo siento. —gruño.

—¿Embarazo? —Pregunta. Mis ojos se agrandan, y asiento con la cabeza. —No te preocupes. No le diré a nadie. Así como no les dije nada a esos cara de polla acerca de ti. Ni que supiera algo, de todos modos.

—No sabía que tan grave era, —admito—. Creí que sólo tenía que permanecer fuera de las calles y del club y estaría bien. Pero ahora están torturando personas, ¿por mí?

—No es por ti, —me dice—. Pero tú ya sabes eso. Muñeco, entre más rápido aprendas que no somos más que peones en este mundo dominado por mafiosos, mejor estarás.

—Confía en mí, —le digo mientras limpio mi cara—. Estoy muy consciente de eso.

"La Muerte" × × [FirstKhao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora