｡⁠:ﾟ-El Hobbit-ﾟ⁠:⁠｡ Daughter of the light

⚜️Lluvia y Trolls 2/2⚜️

"¡No sabíamos que lo haría!", se defendió rápidamente Kili. "Mira, no es nada. Es un ladrón después de todo. Estará bien".

Fue demasiado. Bilbo se disponía a robar ponis a los malditos trolls. ¡Un hobbit contra trolls! Era como hacer que un conejo luchara contra lobos.

-¡Bilbo Bolsón no tiene ni la menor idea de lo que es robar! -La Compañía se quedó en silencio ante su arrebato. Eileen respiraba agitada y rápidamente, sus ojos brillaban a la luz del fuego mientras miraba a los príncipes y a Thorin-. Tienes que ir a ayudarlo.

No hay respuesta.

Ella se enderezó y cuadró los hombros. "Muy bien, lo haré. Soy responsable de su seguridad, después de todo. Así lo dice el contrato. Que él firmó ... como miembro de su Compañía".

Trece pares de ojos la vieron arrojar su arco sobre su hombro y atar una espada a su cinturón. Ella hablaba absolutamente en serio y estaba decidida a salvar a Bilbo.

Pero la voz de Thorin sonó por encima del silencio: "¡Está bien!"

Ella hizo una pausa y se volvió hacia él.

El líder suspiró y miró a sus sobrinos con enojo. Fueron ellos quienes empezaron esto, era justo que terminaran con esto: "Fili, Kili, corran y vean cómo se mantiene nuestro ladrón. El resto, conmigo".

Los enanos no se anduvieron con rodeos, tomaron las armas y marcharon hacia el bosque. Eileen les pisaba los talones cuando una mano en su hombro la detuvo.

-Tú no -le dijo Thorin con severidad-. Tener a un miembro de la Compañía en las garras de los trolls es bastante malo.

-Puedo luchar. -Se mantuvo firme y golpeó la empuñadura de su espada para demostrar su punto.

-Y todavía tienes que demostrarlo, pero no contra los trolls -dijo con el mismo tono de autoridad-. Pero esto es una orden. Quédate aquí. Volveremos pronto con el hobbit.

No podía discutir con él. Le dio una orden y, por mucho que quisiera ignorarla, sentía que solo estaría estorbando. Podía luchar, sí, pero los enanos estaban hechos y criados para la batalla. Y eran trece contra tres trolls. Sus posibilidades parecían bastante buenas.

Con un resoplido, ella se rindió. Eileen dio un paso atrás y observó a la Compañía avanzar hacia el bosque.

En cuanto estuvo segura de que nadie la podía ver, dio una patada al suelo y mandó volar varios mechones de hierba. ¿En qué estaban pensando Fili y Kili? Si se trataba de una de sus bromas o travesuras... le molestaba aún más no tener idea de cómo podía vengarse de ellos. Esconder sus ropas no podía justificar lo que hacían; además, no creía que les importara mucho. Se sentía impotente.

Y un poco curioso.

Nunca había visto trolls antes y una parte de ella también sentía curiosidad por ver a los enanos en batalla.

No le costó mucho convencerse a si misma. Eileen se ajustó la espada al cinturón y salió corriendo tras la Compañía.

Se agachó para pasar por debajo de los árboles caídos que se interponían en su camino y saltó los obstáculos más bajos. El aire frío hizo que se le llenaran los ojos de lágrimas, pero siguió adelante hasta que vio una luz a lo lejos y escuchó los chillidos y gritos que le siguieron.

Eileen se detuvo cerca del borde del bosque y miró hacia un pequeño claro. En el medio había un fuego encendido y los enanos maniobraban alrededor de él mientras desataban el infierno sobre los trolls, que no tenían ninguna posibilidad. Los superaban en número y eran demasiado lentos para seguirles el ritmo.