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A la noche no pude dormir. Me sentía sola. No creía estar en la misma casa que los Beatles. No era real, ¿cómo iba a serlo? No tenía ningún tipo de sentido.
Además, si era que había viajado en el tiempo, ¿por qué justamente a aquel año? ¿por qué con ellos?

Esa mañana, Paul fue el primero en golpear la puerta de la habitación donde ya me había quedado la noche o tarde anterior.
Le dije que pasara.

-Buenos días- me saludó más tranquilo. -Dejó de llover, la tormenta ya pasó, y está saliendo el sol. ¿Cómo estás?

-Eso es bueno. Estoy intentando aclarar un poco mis ideas.

-Tengo el día planeado- se adentró en la habitación para explicarme el plan.

-Iremos al estudio, nuestro manager, Brian, estará allá y podrá ayudarnos mejor. Conoce a mucha gente, tal vez buscando tu apellido podremos tener más posibilidades de encontrar a tus padres.

-O a mis abuelos...- dije mirando hacia abajo.

-O a tus abuelos...- buscó mi mirada.

-¿Brian...nos creerá?

-Por lo menos tratará de seguirnos la corriente- rió de solo pensar en cómo le contarían a Brian lo que estaba pasando, y la reacción de este.
-John hizo el desayuno, aunque no sea el mejor, para que tengas algo en el estómago- se dió la vuelta para irse. -Ah...y pude conseguir algo de ropa, de ya sabes, ¿este año?- se rascó la cabeza. -Ya te la traigo.

-Gracias- sonreí. -Paul...- llamarlo por su nombre por primera vez, cara a cara, realmente tenía que ser un sueño. Uno muy lúcido.

Paul salió del cuarto para buscar la ropa femenina que Pattie, la novia de George, le había dado. No se sabía que excusa le habría inventado George para que la chica aceptara sin pensar mal de él.

-Aquí está- Volvió a entrar a la habitación, pero esta vez con una blusa blanca, una pollera corta pero no demasiado, y un cinturón negro.
Debía quitarme las zapatillas Converse que me acompañaban a todos lados. Tenía que usar unas botas largas negras. Algo elegante.

-Gracias. Espero no verme ridícula.

-No lo harás- dejó la ropa doblada en el extremo de la cama y se dirigió de espaldas a la puerta. Antes de cerrarla, habló devuelta.
-No te olvides de venir a desayunar- me regaló una sonrisa y se fue.

Una vez que me probé toda la ropa, me miré al espejo, notando el parecido que tenía con mi abuela. Había visto algunas fotos de cuando ella era joven, en la misma época en la que me encontraba.

Abrí la puerta de la habitación, apagué las luces, y me sentí feliz de desayunar con mis ídolos. Fuese lo que fuese, sabía que debía aprovechar el momento.

-

-Buen día- sonreí contenta.

-Te veo más animada que ayer- comentó John, mientras lavaba los utensilios que había estado usando.

-Lo estoy- me senté en una de las sillas para comer algo de lo que John había preparado.

-Sírvete lo que quieras- George estaba leyendo el periódico. Él se notaba muy tranquilo con la situación, a diferencia de Ringo, que daba a entender que todo estaba siendo una pérdida de tiempo.

Across The Universe-The BeatlesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora