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Otro mes había pasado, estábamos tan solo a días de que fuera navidad.
Rubber Soul se convirtió rápidamente número 1 en muchos países. A esas alturas, todo lo que hacían los beatles se convertía en un éxito mundial.
La primera semana de diciembre, Brian llamó a los cuatro beatles; les informó que la película se comenzaría a grabar en febrero.

Ahora bien, estábamos a 20 de diciembre.
Mi familia había sido un tema recurrente en mi mente, pero al mismo tiempo, todos los días me despertaba con miedo de amanecer de vuelta en mi año, era un sentimiento horrible.
Paul se había percatado de que estaba algo triste, así que todos los días me llevaba a algún lugar para pasar el día, o tan solo nos quedábamos en su casa escuchando música.
Los besos y abrazos eran cada vez más frecuentes, nos gustaba el contacto físico, nos estábamos acostumbrando demasiado a la compañía del otro.

-Linda, hoy temprano llegó una carta, pero no quise despertarte- Paul tomó la carta que se encontraba en la mesa.

-De seguro es de mi abuelo- dije emocionada. Paul empezó a preparar el desayuno mientras yo abría el papel.

-¿Y, qué dice?- me miró expectante.

-Dice que espera que pase una hermosa navidad, y que...

-¿Qué?- tomó dos tazas del mueble.

-¿Que Anna está embarazada?- dije sorprendida.

-No puede ser tu padre- respondió rápidamente. -¿O sí?

-No, mi padre es mucho más joven- miré la carta, seguí leyendo.

-Entonces, ¿tu tío?- Paul dejó lo que estaba haciendo para acercarse a mí.

-No es mi padre, ni ninguno de mis tíos, debe ser el embarazo que mi abuela perdió. Mi abuela perderá este bebé- dije adelantándole a Paul lo que pasaría. -¿Debo hacer algo para impedirlo?

-¿Podías contarme eso?- me miró asustado.

-No lo sé- lo miré de la misma manera. -Oh dios, se me escapó- me senté. -¿Cambiará todo?

-No te preocupes- intentó tranquilizarme. -¿Qué es lo peor que podría pasar?

-¿Que yo no nazca?...

-Cada vez el tiempo es más confuso- dijo en voz baja.

-¡O sea que mi papá no nazca!- alcé la voz.

-Lin, no podemos hacer nada- se sentó junto a mí, quitando la carta de mis manos y dejándola en la mesa. -Debemos esperar y ver que pasa- me tomó de las manos.

-No quiero que las cosas cambien, Paul- lo miré con los ojos llorosos.

-Linda, escucha, no vamos a hacer nada que pueda alterar las cosas. Es mejor que sigamos como hasta ahora, ¿de acuerdo?- Paul apretó mis manos con algo de fuerza, tratando de calmarme.

Pero sus palabras no me tranquilizaban lo suficiente. Empezaba a pensar más seriamente en que mi sola presencia allí podría ocasionar algo irreversible.

-¿Y si ya cambié algo y no me di cuenta?- murmuré, mirando hacia la carta. -Quizás solo con escribirle a mi abuelo, ya alteré el curso de las cosas.

Paul suspiró, pasándose una mano por el cabello.
-No lo sabemos, Linda. Pero tampoco vas a poder controlar todo. Sigamos normal como estuvimos haciendo todo este tiempo.

Yo no podía dejar de pensar en ello. Esa tarde, mientras Paul hablaba con John de pasar la navidad juntos, volví a leer la carta de mi abuelo. Lo que estaba escrito no dejaba de inquietarme;

"Anna está más radiante que nunca. Estoy seguro de que este bebé será una bendición para nuestra familia...bueno, tú ya sabrás."

¿Cómo le iba a contestar sabiendo lo que sabía? ¿Estaba haciendo lo correcto al mantenerme en silencio? O peor, ¿era posible que al decirle algo, o tratar de advertirle, provocara una especie de caos en el futuro de nuestra familia?

Across The Universe-The BeatlesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora