bad idea right?

13. juanjo

Meses atrás.
Perspectiva de Juanjo.

La luna llena colgaba alta en el cielo cuando Juanjo, en medio de lágrimas, decidió que no podía seguir. El brillo de la luna contrastaba con la oscuridad dentro de él, una oscuridad que lo había estado consumiendo durante semanas, meses quizás. A su lado, Martin lo miraba con esos ojos llenos de amor y preocupación, tan presentes, tan constantes, mientras él sentía que se desmoronaba por dentro.

Juanjo intentaba encontrar las palabras, pero no podía. Su garganta estaba cerrada, su mente nublada. Sabía que lo que estaba a punto de hacer rompería el corazón de Martin, pero no veía otra salida. Se sentía atrapado, sofocado por la intensidad de sus propios sentimientos, por el miedo que lo mantenía prisionero. Aquel miedo a fallar, a no ser suficiente, a perder a Martin antes de estar preparado para enfrentar todo lo que implicaba una relación tan profunda. En su cabeza, la única solución era irse antes de que las cosas se desmoronaran más, antes de que su propio caos interno dañara aún más a la persona que amaba. Estaba destrozado, su pecho subía y bajaba con respiraciones entrecortadas, y su rostro mostraba una mezcla de angustia y desesperación.

"Amor, ¿qué pasa? ¿Por qué estás así?" La voz de Martin resonaba en sus oídos, llena de cariño y confusión. Lo peor era que sabía que Martin estaría dispuesto a entenderlo, a ayudarlo, si él solo se abría, si encontraba la valentía de confesar lo que sentía. Pero Juanjo no pudo. El miedo era más fuerte.

"No puedo seguir así, Martin. No puedo." Logró decir, su voz rota por la emoción, las palabras desgarrando su garganta como cuchillos. No era cierto que no pudiera seguir con Martin, lo que no podía soportar era la lucha interna, el miedo a no estar a la altura, a arruinar todo.

"¿Qué quieres decir? ¿Estás rompiendo conmigo?" La incredulidad en la cara de Martin fue como un golpe.

No

Juanjo no podía mirarlo a los ojos. Simplemente asintió. El nudo en su garganta se hacía cada vez más grande, y su pecho se apretaba con el peso del dolor y la culpa. Sabía que lo que estaba haciendo no era lo correcto, pero se sentía como si no tuviera otra opción.

"¿Por qué?" Martin no entendía nada. Juanjo podía verlo en su mirada desesperada, en la manera en que sus hombros temblaban. "¿Por qué?" Repitió. "No lo entiendo."

Ni siquiera podía mirarlo a la cara ahora. Estaba tan abatido y derrotado que sentía cómo se le partía el corazón. Se miró los pies. Deseaba que su voz no se quebrara. "Simplemente no podemos seguir juntos. Lo siento."

Mentira

"Quiero saber el porqué." Cuando Martin pronunció aquellas palabras, Juanjo sintió una puñalada directa al corazón. Escuchar la voz rota de Martin, entrecortada por la angustia, casi lo hizo flaquear. Sabía que Martin estaba sufriendo, y verlo así lo desgarraba por dentro. Cada palabra que salía de su boca estaba llena de dolor, y Juanjo sabía que él era la causa de ese sufrimiento. Pero no tenía una respuesta clara, no tenía una justificación que pudiera darle a Martin para que todo tuviera sentido.

¿El porqué?

Ni él mismo sabía cómo explicar lo que sentía. Todo estaba envuelto en una niebla densa de inseguridades, miedos, y confusión. La incredulidad en los ojos de Martin lo dejaba paralizado. Era como si todo lo que habían construido juntos, cada risa, cada momento compartido, se desmoronara de golpe frente a ellos. Y Juanjo no tenía las palabras para evitar que eso sucediera.

"No funcionamos. Nunca lo hemos hecho."

Mentira

Las palabras salieron como veneno, y Juanjo odiaba cada sílaba que pronunciaba. No eran verdad. Sabía que estaban funcionando, que con trabajo podrían seguir haciéndolo, pero estaba demasiado asustado para arriesgarse a fracasar, demasiado aterrorizado por lo que podría pasar si dejaba que Martin viera todas sus inseguridades.