Capítulo 2

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Eran las 07:00 am del lunes y Alyssa ya estaba lista para firmar su contrato e iniciar sus labores en la compañía Pritzker, ya había desayunado y estaba lista para irse de su loft, había decidido no ir tan formal como fue a la entrevista, tenia otra camisa clásica blanca con un delicado lazo negro en el cuello, pero esta vez su falda negra, era un poco más corta, llevaba unos tacones negros de unos 10 cm y su cabellera pelirroja suelta, su maquillaje como siempre sencillo y para llevar sus cosas una bolsa Celine a juego con sus zapatos.

Al salir Alyssa subió al nuevo Chevrolet de segunda que había adquirido para pasar más desapercibida, después de investigar un poco descubrió que en la compañía Pritzker quienes ocupan más puestos de poder son hombres, y ellos muy probablemente no identificasen sus bolsas de diseñador, pero si identificasen con mayor facilidad su Bentley el cual si bien no era tan caro, no es algo que una asistente de CEO joven se puede permitir con facilidad.

Alyssa ajustó sus gafas de sol mientras giraba la llave del encendido. El motor del Chevrolet ronroneó suavemente y, con un vistazo rápido al retrovisor, salió del estacionamiento de su loft. Atlanta aún estaba despertando, el tráfico comenzaba a formarse en las calles, pero eso no le importaba. Sus pensamientos ya estaban en la oficina, en lo que podría encontrar allí y en cómo debía moverse con cautela.

Había logrado lo impensable: infiltrarse en el círculo interno de los Pritzker. Pero sabía que ese era solo el primer paso. Tenía que jugar su papel a la perfección, convertirse en la sombra del CEO, sin levantar sospechas. Su hermana Ivanna la había advertido, con una mezcla de preocupación y admiración, que el terreno en el que estaba pisando era peligroso. "No todos sobreviven en ese mundo, Alyssa", le había dicho. Pero ella no había llegado tan lejos para dejarse intimidar.

Al llegar a la oficina, el edificio de la compañía Pritzker se alzaba imponente, un reflejo de poder y riqueza. Aparcó el Chevrolet en una esquina discreta del estacionamiento y respiró hondo antes de salir del auto. Cada paso que daba hacia la entrada del edificio resonaba en su cabeza como un recordatorio de que no había margen para errores.

Martín Fletcher era su tapadera perfecta, le permitía destapar escándalos de corrupción sin poner en alerta a su propia familia quienes la callarían de inmediato si supieran a lo que se dedica, pero su familia no serían los únicos interesados en silenciarla si se descubriese todo lo que oculta, gracias a ella su jefe ya había recibido un par de amenazas para que fuera despedida, otras un poco más serias iban en contra de su propia vida y la de su jefe, por lo que por un tiempo tuvo que mantener un perfil bajo investigando escándalos menores de poca importancia para las personas.

Al llegar mostró su nuevo gafete al personal de seguridad y le dejaron pasar con normalidad, tomó el ascensor de empleados el cual se encontraba casi repleto y subió al último piso, donde se encontraban las oficinas de todos los altos cargos. Lucy ya le había dado un recorrido por el edificio el día que llegó a firmar su contrato por lo que sabía a la perfección moverse por el piso, llegó sin complicaciones al que sería su escritorio y al notar que su jefe aún no había llegado comenzó a instalarse.

—Hola, ¿Eres la nueva asistente del CEO? —Pregunta una voz masculina llamando su atención

Alyssa levanta la mirada de su computadora y se encuentra con un joven chico al cual juzgando por su acento era de ascendencia latina que la miraba con unos ojos expectantes y una sonrisa amable

—Así es, soy Alyssa—Se presenta extendiéndole su mano

—Mateo—Responde

—¿Algún consejo Mateo? —Pregunta fingiendo nerviosismo—No quiero arruinarlo en mi primer día

—No te esfuerces mucho querida, a Theon no le dura ninguna asistente, todas siempre terminan renunciando antes de los cuatro meses, pero tranquila, dan una muy buena liquidación—Responde particularmente honesto

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