Capítulo 6

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Alyssa ajustó el cinturón de su abrigo mientras las primeras gotas de lluvia comenzaban a golpear el pavimento. El cielo, cubierto de nubes grises, reflejaba con exactitud el nudo que llevaba días apretándose en su estómago, su investigador privado ya había localizado a Megan pero ahora tendría que intentar concretar una cita con ella, pero ahora tenía otros problemas más urgentes

Tenía una cita para recibir su fideicomiso en 20 minutos y se le había hecho tarde en su oficina, estos fideicomisos los había hecho su abuelo materno para ella y para su hermana Ivanna, pero ella ya había cobrado el suyo hace un par de años, tendría que encontrarse con su padre quien debido al abandono de su madre y a la muerte de su abuelo era quien debía autorizar que lo recibiese

—Hola padre—Le saluda Alyssa amablemente

Su padre la abraza gentilmente mientras entran juntos en el gran edificio gris que pertenecía al banco, se dirigieron juntos a una de las oficinas donde ya los estaban esperando

—¿Ansiosa por recibir tu dinero?, Podrías construir un imperio como tu hermana—Pregunta su padre—O podrías hacer algo más tu y donar todo a la caridad

—O podría ser algo más tu y contratar un asesor financiero—Responde Alyssa riendo—Podría apoyar un par de causar pero quisiera usar el dinero para asegurar mi futuro

—Tu futuro siempre estará asegurado hasta que yo muera— agregó su padre con una frialdad que la hizo estremecer. Alyssa bajó la mirada, fingiendo revisar el bolso en busca de su teléfono, pero lo que realmente estaba buscando era una manera de alejarse del peso de aquellas palabras.

Cada vez que él hablaba sobre el dinero, sobre el "futuro asegurado", sentía cómo las cadenas invisibles se tensaban a su alrededor. Ivanna lo había aceptado, había construido su imperio con esas mismas cadenas, pero Alyssa nunca había querido seguir ese camino. La idea de depender del dinero de la familia le resultaba tan asfixiante como estar encerrada en una caja sin aire.

—Gracias, padre, pero quiero pensar en el futuro por mí misma—respondió finalmente, apretando los labios en un intento de sonreír. Esa sonrisa se sentía más como una máscara que un reflejo de su verdadero yo, y una parte de ella sabía que esta conversación no terminaría aquí.

El empleado del banco apareció, cortando el silencio con su entrada.

—Señorita Lauder, señor Lauder, pueden pasar. Estamos listos para proceder con los trámites

Alyssa exhaló despacio, intentando ahogar las dudas que le recorrían la mente.

Alyssa siguió a su padre y al empleado del banco hacia una sala privada, decorada con muebles sobrios y paredes grises que parecían encajar perfectamente con el ambiente frío del lugar. El proceso fue más rápido de lo que había imaginado: algunas firmas, unas cuantas formalidades, y en menos de una hora, el fideicomiso que su abuelo había creado para ella estaba finalmente bajo su control.

—Listo— dijo el empleado, deslizándole los papeles a su padre para la última firma de autorización. Alyssa tomó el bolígrafo con firmeza, sintiendo el peso simbólico de ese gesto.

—Bueno, supongo que ya tienes todo lo que necesitas— comentó su padre, con esa misma sonrisa calmada pero distante.

—Sí— respondió Alyssa, metiendo los documentos en su bolso sin mucha ceremonia. —Gracias, padre

La relación de Alyssa con su padre siempre había sido rara, ella no era la hija favorita y lo sabía, pero también sabia que su padre le quería, él es un hombre tradicional para el que la familia lo es todo, y considera su dinastía como su familia, Alyssa era según ella una decepción, nunca quiso estudiar negocios, al trabajar en la compañía rechazaba asociados adinerados por los escándalos en los que estaban envueltos y el punto de inflexión llegó cuando no dudó en denunciar al representante de los accionistas minoritarios como un acosador tras una denuncia que recibió de Molly, su secretaria.

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