CAPITULO 26

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Pov Jungkook.

Cuando llegamos a almorzar, una versión mujer de Jimin con ojos marrones se levantó de una mesa.

Abrió mucho los ojos al verme y después volvió a mirar a su hijo.

-Mamá, este es Jungkook. Jungkook, mi madre.

-Encantado de conocerla -dije, tendiéndole la mano.

Ella tragó saliva, al parecer sin habla.

-Por favor, llámame Linda.

Sunny balbució desde el carrito, y yo me agaché para cogerla en brazos.

Cuando me erguí, Jimin y su madre estaban hablándose entre susurros, pero no pude adivinar lo que decían por el ruido del restaurante.

Fuera lo que fuese, no debía de haber sido malo, porque las mejillas de Linda se sonrojaron cuando se volvió hacia mí y me vio sosteniendo a Sunny.

El almuerzo fue agradable; Linda compartió varios momentos embarazosos de su hijo mayor, incluido el momento en que lo pillaron tratando de escaparse para ver a un chico cuando tenía quince años.

Al parecer, le había gritado a su madre para decirle que no tenía ni idea de lo que era estar enamorado.

Jimin se tapó la cara y meneó la cabeza sin parar de repetir: «¡Era un adolescente!».

Después, volvimos al apartamento de Jimin y acostamos a Sunny para que se echara la siesta de la tarde.

Fue entonces cuando vi dónde dormía.

El apartamento de Jimin era pequeño, su baño estrecho, y cuando entré, no había cuna.

Lo vi atravesar otra puerta y lo seguí, sorprendido al encontrarme con un vestidor de tamaño decente.

Al fondo, debajo de una ventana, había una cuna blanca.

Las paredes estaban llenas de cosas de Jimin, y volví a mirar hacia el dormitorio para ver que estaba usando su cómoda como cambiador.

Había un cajón a medio abrir, y dentro, un montón de ropa pequeñita.

Era muy reducido, aunque se las arreglaba.

Pero ¿qué iba a pasar cuando Sunny se hiciera mayor?

En mi mente apareció la imagen de una de mis habitaciones libres, pero la borré.

Era demasiado pronto para tener esa idea.

¿Verdad?

Cuando terminó, Jimin cerró la puerta del dormitorio casi del todo y nos fuimos a la sala.

-¿Y ahora qué? -preguntó.

Lo abracé y sonreí.

-Se me ocurren unas cuantas cosas.

Puso los ojos en blanco y se separó para tumbarse sobre la parte larga del sofá.

Se quitó los zapatos y los tiró al suelo, y le dio una palmadita al sitio que había junto a él.

-¿Charlar? ¿Una peli? ¿Un juego? Lo que me recuerda... ¿Por qué me compraste una PS4?

Me senté a su lado y señalé hacia la estantería de obra.

-Tienes un par de juegos.

Él asintió.

-Buen ojo. Son los míos. La PlayStation era de Pete.

-También se pueden ver los Blu-ray, así que me pareció perfecto. ¿Cuánto tiempo vivió aquí contigo? -pregunté.

La curiosidad me corroía desde que nos habíamos encontrado con él.

😳Casual Encounter👣||Kookmin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora