Capítulo 5 "¿Soy el fénix?"

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Desperté con el sonido de piedras cayendo en el agua. Abrí mis ojos con el temor de ver oscuridad, sin embargo mi vista había vuelto pero apenas podía mover mis extremidades. Oía voces detrás de la puerta, pero mi garganta no funcionaba, estaba sedienta. Apenas noté que estaba dentro de una bañera llena de cubos de hielo con mi ropa puesta. Las puertas se abrieron y entró el Profesor Dumbledore.

-Gracias por sus servicios Madame Pomfrey por favor déjenos solos- el Profesor Dumbledore se acercó a mí- Srta. St. Clair debe de estar muy confundida y estoy dispuesto a responder a todas ellas, pero hay límites en mi conocimiento- el me miró esperando a que preguntara. Yo lo miré suplicante para que entendiera que no puedo hablar- Oh lo lamento- soltó una risilla y me tendió un vaso de agua.

Fue el agua más refrescante que he tomado en mi vida y por fin pude escuchar mi débil voz.

-¿Qué me pasó?- le pregunté, su rostro cambió a uno agotado.

-En el mundo mágico hubo un ser malvado llamado

-Lord Voldemort- lo interrumpí.

-Oh, veo que ya sabes esa parte de la historia- asentí - bueno el hizo cosas terribles, pero hay algo que no muchos saben. Antes de "morir"- pronunció esa palabra como si no fuera cierto y solo me preguntaba a mí misma el porqué.- él secuestró a una mujer que pertenecía a el lado en contra de las fuerzas oscuras. Era según muchos la mujer con el corazón más bondadoso que ha existido. Ella era Clarice St Clair, tu madre. Fue la mejor persona que he conocido y lo sigue siendo.

-Gracias- dije en un susurro -pero no comprendo que es lo que tiene que ver con lo que me pasó, estaba en fuego Profesor y no me ha pasado nada. Eso es ...

-¿Imposible?-asentí otra vez- para algunas personas lo es, pero hay una excepción. Esa eres tú. Tu naciste de la persona más vil y de la persona más bondadosa. Una combinación muy poderosa.

-Entonces mis hermanas...

-Sí. Pero ellas son diferentes. Al combinar bondad y maldad tienes una mezcla extraordinaria, pero ustedes resultaron ser trillizas. La leyenda dice que las trillizas Riddle nacieron unos años antes de la muerte del Sr. Tenebroso. Tu sangre como la de tus hermanas tiene poderes inmensos basados en criaturas de nuestro mundo.

-¿Me está tratando de decir que esto significa que soy hija de Voldemort?- pronuncié su nombre con repugnancia.

-Sí.

- ¿Y que mis hermanas y yo tenemos poderes además de la magia?

-Sí.

-Entonces ¿Ellas también se prenden en fuego?

-No. Como decía sus poderes están basados en diferentes criaturas cada una. Tu hermana Katherine es el dragón, no soy capaz de imaginar cuanto poder tendrá. Y Hanna es el unicornio, es por eso su comportamiento tan bondadoso y su apariencia tan pura- bueno todo empezaba a cobrar sentido Hanna el unicornio, Katherine el dragón y yo- y tú eres el fénix.

-Pero no entiendo lo que significa, ¿Solo voy a prenderme en fuego todo el tiempo?

-No- me dijo con una sonrisa - tú eres la que tiene más cualidades. Sí, puedes prenderte en fuego pero solo si sales de control, así que hay que encargarnos de eso.

-Pero no entiendo, es imposible. No soy hija de Voldemort. Mis padre murieron y...-.

-America tienes que entender que todo lo que crees es falso. Sé que ustedes fueron torturadas en ese lugar- los recuerdos de nuestro tiempo en la mansión volvieron a mí, después de casi olvidarlos -pero tienen que saber que las tenían ahí por una razón. Él las necesita. Quiere usar sus poderes para poder ganar.

-¿Ganar qué?

-Se avecina una guerra, como hace ya varios años. Pero estoy seguro que este va a ser no un final, mas bien un inicio a una nueva época y depende de nosotros decidir si será oscura o llegará a ser una época de oro.

-Pero no entiendo porque nosotras, sé que tenemos dones pero ¿Cuáles?

Soltó un suspiro -America, ¿Tu sabes las propiedades de un fénix?

-Pues solo se que renacen de entre las cenizas y que son aves de fuego.

-Bueno, lo que dices es cierto, sin embargo el ave fénix es más especial de lo que puedes llegar a creer- mi curiosidad despertó - Los fénix pueden llegar a ser extremadamente leales a alguien, se podría decir que escogen una persona especial y nunca lo abandonarán. Forman un vínculo que los une por toda la eternidad.

-Entonces ¿Cree que si yo encuentro a una persona a la cual ame- dije tragando sonoramente- seré totalmente leal a él? No tendría decisiones propias, eso es injusto- Dumbledore rió un poco y en silencio.

-No America, eres una persona tu decides lo que haces en tu vida. Solo es una cualidad que tienes, la lealtad, es muy importante y es algo muy difícil de encontrar. Pero como tu lo explicas si tu encuentras a alguien a quien de verdad ames, él podría ser a quien le tengas esa lealtad absoluta. ¿Alguna otra pregunta?- negué con la cabeza- Bueno proseguiré. El fénix tiene una fuerza increíble, puede cargar toneladas y toneladas de peso. Sé que parece imposible, pero significa que serás muy fuerte, tal vez físicamente o mentalmente, dependerá de ti- asentí emocionada de toda esta nueva información- Su última propiedad es sus lágrimas.

-¿Lágrimas?

-Sí, una lágrima de fénix puede curar cualquier herida. Pero en tu caso, tiene que ser una verdadera lágrima. Sin importar cual es su motivo, tristeza, felicidad, enojo. Tiene que ser un sentimiento real. Eso es todo-asentí.

-Gracias Profesor. ¿Y mis hermanas?- le pregunté.

-Creo que ese es un tema que trataré con ellas por separado. Por el momento me gustaría que no les dijera nada si no es necesario.

-Claro.

-Bueno creo que es hora de que se aliste.

-Perdone mi ignorancia Profesor, pero ¿Para qué?- no recordaba tener que estar en un lugar.

-Hoy es el primer día de clases. Sus hermanas ya vienen hacia acá, sus cosas y su uniforme están en su habitación Srta. St. Clair. La Profesora McGonagall la espera fuera de la habitación.

-Muchas gracias Profesor, ehm. Lo de controlar mis poderes...

-Eso es una plática para otro momento, por ahora no se preocupe y solo trate de no enojarse- asentí y me marché.

La Profesora me veía de una manera cálida y se detuvo en una puerta simple.

-Este es un cuarto temporal hasta que pase ante el sombrero seleccionador Srta. St. Clair y espero que esté lista a la hora de cenar, bienvenida querida.

Mis cosas estaban en las maletas y no las iba a mover ya que esta habitación era "temporal". Me acosté en el sillón y dormí un rato. Cuando desperté oía voces afuera, faltaban 10 min para la ceremonia y yo no estaba lista. Me cambié al uniforme sin escudo de alguna casa.

-Salí y encontré a un montón de niños de primer grado, me fui moviendo hacía el lugar donde lograba escuchar voces quejándose de tantos niñatos. ¿Quién será?

-Hola- dije acercándome a ellas. Tenía miedo, no sabía que decirles. "Hola, oigan perdón por irme, es que me incendié porque soy un fénix y ustedes son un dragón y un unicornio wi". OBVIO NO.

Las dos me miraron sorprendidas. Lo sabían, oh dios. Los ojos de Katherine irradiaban algo que no pude identificar. Se acercó a mí al mismo tiempo que Hanna, yo cerré los ojos por miedo a que me hicieran algo. Pero lo único que sentí fue a mis dos hermanas abrazándome.

-Nos tenías preocupadas- dijeron las dos. Yo las abracé con fuerza y les sonreí.

-Bueno, primer año síganme, Srtas. St. Clair ustedes esperen hasta que abran las puertas de nuevo.

Tuvimos que esperar casi media hora, hasta que las puertas volvieron a abrirse.

-Por fin-dijo Katherine y yo le di un leve codazo para que se callara- ouch.

Entramos al comedor y los ojos de todos estaban en nosotras. Las trillizas St. Clair.

Mejor dicho
"Las Trillizas Riddle".

El Linaje RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora