Se suponía que debería de estar con el prefecto de Gryffindor, pero Harry, Hermione y Ron se ofrecieron a mostrarme el castillo luego. Todos caminábamos hacia la sala común de Gryffindor, sin embargo yo estaba aterrada. No quería ir. Con cada paso me alejaba más de mis hermanas, aunque sepa que las voy a ver ¿Que pasaría si todo cambia? ¿Y si Katherine llegara a odiarme? ¿O me tratara con asco por no ser Slytherin? Estoy tan asustada que no prestaba atención a mis alrededores y Harry y Hermione me tenían que arrastrar a medias.
"¿Chicas?" La voz de Hanna sonó como un susurro.
"¿Hanna?" Pregunté. Se oían más susurros de ella, pero en realidad no sabría decir si era a causa de la distancia o porque ella lo quería así.
"Hanna, tienes que hablar claro. No te entiendo absolutamente nada" Dije algo preocupada. En estos momentos Harry y Hermione tenían que empujar y jalarme completamente.
"Perdón, es solo que tengo miedo de estar sin ustedes. Aquí todos son gentiles, pero me preocupo mucho por ustedes"
"Pues yo estoy con Harry y sus amigos, así que me integré fácilmente"
"¿Chicas?" Preguntó Katherine con una voz muy débil.
"¡Katherine! ¿Qué tienes?" Hanna estaba angustiada tal vez más que yo.
"Agh, es ese albino ¿Verdad?" Dije a través del vínculo.
"Agh, sí. No sabes cuanto me molesta. Está diciendo puras babosadas, proclamando que soy una sangre sucia a todos en mi casa. Es insoportable. Y ahora tengo que practicar oclumancia mientras uso el vínculo porque el niñato sabe legeremencia y oclumancia. Y no me puedo meter a su cabeza" Katherine suspiró y se desconectó repentinamente.
"Uf, cuanto detesto a ese albino, bueno Hanna me despido ya estoy en mi sala. Ciao"
Entré y descubrí que mi casa, es decir mi hogar por los próximos años sería lugar acogedor y cálido. Rojos, dorados, madera color caoba fue lo primero que llamó mi atención. Un momento después vi una acogedora chimenea en el centro de algunos sillones. Suspiré, ya me podía imaginar en uno de esos cómodos asientos relajándome leyendo algún libro. Los chicos se despidieron y Hermione y yo fuimos a nuestra habitación. La compartíamos con una tal Lavander que la verdad era muy frustrante desde el primer momento que la conocí. Es decir hace tres segundos, pero como dijo el sombrero, aveces puedo ser insolente, por no decir grosera y egoísta. Me giré y con mi varita levanté las sábanas de mi cama, dándole a entender a la tal Lavander que la conversación había terminado. Pero no es mi culpa, ella solo hablaba de un chico que yo ni conocía. Me lavé los dientes y me cambié a una pijama de color azul y blanco.
Esa noche dormí profundamente.
Me despertaron los regaños de Hermione a Lavander, la cual había tomado el bolso de Hermione, con el solo motivo de husmear.
-Silencio- grité señalando a Lavander con mi varita. Ella movía su boca, pero no emitía ningún sonido. Agh ya se le pasará a la pobre.
Fui a bañarme y sequé mi cabello de mi varita. Me coloqué el uniforme y un par de flats negros. Tomé todo lo necesario para mi primera clase de transformaciones con McGonagall y salí.
Descubrí que todos estaban esperando afuera de la sala común.
-Eh que has tardado un montón- se quejó Ron- muero de hambre.
-Tu siempre tienes hambre- dijeron al mismo tiempo todos, yo solo reí y me sonrojé.
-Habría tardado menos, pero no pensaba que me fueran a esperar.
-Eres nuestra amiga ¿No es así chicos?- dijo Harry y todos asintieron- tranquila no estarás sola.
Le sonreí y disfruté este momento. Estoy segura de que será un gran año.
Todos fuimos directo al Gran Comedor y debo decir que el trayecto fue tan divertido como el desayuno. Los gemelos esperaban en la mesa saludándonos desde lejos. Al cruzar la puerta detrás de todos oí una voz llamándome. Voltee y me encontré con Cedric.
-Hola America- me dijo recuperando el aliento, supongo que ha de haber llegado corriendo- Es una pena que hayas quedado en Gryffindor- Fruncí el ceño lista para defender a mi casa y a mis amigos- No me mal interpretes por favor. Me refiero a que en serio quería que estuvieras conmigo, te habría mostrado todas las instalaciones personalmente.
-Gracias Cedric, la verdad estuve apunto de mal interpretarlo- Comenté- aunque por lo que me dijeron los Hufflepuff y los Gryffindor se llevan muy bien.
-Entonces ¿No estaría mal que te mostrara la escuela?- me dijo con una radiante sonrisa.
-¡America!- gritaron un par de gemelos desde mi mesa, señalando un lugar en medio de los dos.
-¡Ahora voy!- grité de regreso, ellos solo volvieron a mirar sus platos- Lo lamento Cedric, pero Hermione y los demás me iban a enseñar la escuela hoy. Pero quizá podamos salir otro día- ¿Eso sonaba a una cita?
-Claro, entonces en una cita- Oh dios era una cita- ¡Adiós!- y me dió un beso en la comisura de mi labio.
Caminé al lugar que me guardaban los gemelos, pero en realidad no estaba muy consciente del mundo. Iba a tener una cita. Mi primera cita. Digamos que no podía salir con nadie si estaba encerrada en una mansión en contra de mi voluntad.
Me senté y un suspiro salió de mi boca.
-Oh Cedric- Hermione batió sus pestañas- Te amo, te adoro- todos rieron- America a este paso mañana se estarán besando a la mitad del pasillo.
-¡Claro que no!- dije lo suficientemente fuerte para ser un grito silencioso.
-America acabamos de ver como te besa- dijo Harry sonriendo con complicidad.
-Ja, que graciosos, él no me besó ¿Ok? Fue un beso en... Bueno no sé pero no fue en los labios.
-Oh en serio- dijeron George y Fred.
-Sip.
-Entonces señala donde fue- dijo Fred.
-Aquí- dije señalando la comisura de mi labio, justo donde se unen el labio superior con el inferior.
George y Fred se miraron cómplices lo que me provocó un poco de miedo. Solo ha pasado un día y ya sé como son de traviesos y bromistas estos gemelos. Los dos se acercaron y besaron mis comisuras. Fred la derecha y George la izquierda. Se podría decir que cada uno me dio medio beso. Dios me siento tan roja.
-Aww, pero si estás más roja que tu cabello Mer- dijeron los dos.
Va a ser un largo largo año, bufé.
-Oh cállense.
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El Linaje Riddle
FanfictionLa leyenda cuenta que el que no debe ser nombrado hizo un plan para su regreso. Dejando en la Tierra a tres niñas creadas por un poderoso hechizo, otorgándoles cualidades extraordinarias. Cada pequeña simboliza una criatura. El peligroso Dragón La p...