Capítulo 6 "Sombrero Seleccionador"

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Podía sentir las miradas de los alumnos y oír los murmullos sobre nosotras.

Caminamos juntas hasta el frente donde estaban los maestros y el Profesor Dumbledore, el cual se levantó, haciendo que los susurros cesaran.

Dumbledore se aclaró la garganta- Como verán tenemos tres estudiantes nuevas que cursarán en 4to grado. Y como todos ustedes ellas serán asignadas a una casa- con estas palabras Dumbledore se sentó y nos miró sonriente.

-Hanna St. Clair- la Profesora McGonagall llamó a mi hermana, que era la más nerviosa de las tres. Hanna caminó e inmediatamente se sentó a escuchar al sombrero. No sabía muy bien lo que le estaba diciendo ya que en algunas partes aquel objeto bajaba la voz para que solo Hanna escuchara. Pasó solamente un minuto.

-¡Hufflepuff!- la mesa con corbatas amarillas con negro gritaron de alegría. Voltee a ver como se sentaba mi hermana con algunos chicos de su edad y a unos metros de ella en la misma mesa se encontraba Cedric, observándome solo a mí. Cuando nuestras miradas chocaron él sonrió y me guiñó el ojo. Yo me sonrojé salvajemente y sentía el calor en mi cara, regresé mi mirada al frente.

-Katherine St. Clair- mi hermana avanzó con la mirada en alto, demostrando seguridad. Aveces llegaba a sentir celos de la confianza que tenía en si misma, se movía con tanta elegancia y porte. Katherine se sentó en la silla y McGonagall colocó el sombrero sobre su cabeza. Con ella el proceso fue más rápido y sencillo, el sombrero no susurro como lo hizo con Hanna solo habló en voz alta.

-¡Slytherin!- los estudiantes con corbatas de un color plateado con verde esmeralda se levantaron, exceptuando a un estudiante. El cual describiría como egoísta, fastidioso, egocéntrico y albino. Mi hermana caminó a la mesa y fue recibida por un par de sonrisas y muchas muecas de parte de otros estudiantes. Sus compañeros de casa no parecían ser muy amigables, en especial ese albino. Mi mirada nuevamente volvió al frente y podía sentir como mi corazón se aceleraba, las manos comenzaban a sudar levemente, volvía a sentir como el calor en mi interior se encendía. Voltee a todos lados preguntándome si alguien lo notaba, para mi sorpresa dos pares de ojos en la mesa de los estudiantes de rojo y dorado me observaban divertidos. George y Fred me saludaron desde lejos e inmediatamente les siguieron Harry, Ron, Hermione y Ginny. Yo saludé de regreso y miré al sombrero.

-America St. Clair- caminé al frente, pero parecía como si mis pies pesaran demasiado. Cada pisada era dolorosa, fue como la caminata más larga de mi vida, pero en realidad solo fueron unos cuantos pasos. Cuando llegué a la silla me mantuve callada y esperé a que me colocaran el sombrero.

-Hmm, ya veo. Tú, tú sabes la verdad- ahora sabía o por lo menos suponía que era lo que le dijo a mi hermana- sabes la verdad acerca de donde provienes o mas bien de quien. Conoces tus poderes y de hecho ahora mismo estás luchando por no dejarlos salir- tragué saliva sonoramente- bueno Fénix- el apodo me provocó escalofríos- veamos en que casa te pondré. Podrías ser una gran Slytherin sin embargo no eres como tu hermana. Eres insolente cuando quieres, pero lo haces para protegerlas ¿No es así?- asentí ligeramente y el solo repetía "sí sí"- Ahora podrías ser una Hufflepuff tu corazón es leal como el de un Fénix eres leal a las personas que amas. Y además sientes algo por alguien de ahí ¿O acaso me equivoco?- me sonrojé completamente y el Profesor Dumbledore comenzó a reírse- Pero aunque a los dos les encantaría estar juntos no creo que eso sea totalmente para ti. Eres leal, pero puedes llegar a traicionar al que más quieres y estoy seguro que algún día lo harás. Hmm, así que... ¡Gryffindor!

Aquella mesa donde se encontraban Harry, Hermione, Ron, Ginny y los gemelos, gritó de alegría. Me levanté y le di las gracias a la Profesora McGonagall y al sombrero y alcancé a escuchar algunas palabras del sombrero "Este año será interesante" pero lo ignoré completamente. Harry y sus amigos gritaban "Aquí America" así que seguí mi camino hasta ellos donde tenía un lugar para mí. Me senté entre Harry y Hermione, estando enfrente de mí esos traviesos gemelos Weasley.

-America que bueno que estás en nuestra casa- dijo Hermione sonriéndome y yo le sonreí estaba feliz. Pero una parte de mi se encontraba triste, mis hermanas estaban en otras casas, las tres estábamos separadas por primera vez. Siempre hemos estado en todo juntas, sin importar cuanto sufrimos en esa mansión, cuanto nos peleamos y nos gritamos, las adoro. Sin ellas me siento completamente sola. Mi mano fue tomada por George y la apretó reconfortándome. Le sonreí cálidamente y el me soltó. Los gemelos hablaban de bromas que tenían planeadas durante todo el año, pero fueron interrumpidos por Dumbledore.

-Este año el Colegio Hogwarts tendrá el honor de ser anfitrión del torneo de los tres magos. Por lo tanto los alumnos de Beauxbatons y Durmstrang se hospedarán aquí en Hogwarts- las puertas volvieron a abrirse y entraron unas chicas bailando ballet y soltando mariposas. Los chicos tiraban baba por ellas y eso solo hacía que mi furia creciera. ¿Por qué rayos no podían entrar de una manera normal?

Sentí como Katherine usaba nuestro vínculo.

"¿Por qué rayos no podían entrar de una manera normal?"

"Dios es lo mismo que estaba pensando" le contesté soltando un suspiro de molestia. "No entiendo como todos están babeando por ellas".

"Bueno America tranquilízate Cedric solo te está mirando a ti" Hanna rió y Katherine le siguió.

"Claro que no" voltee abruptamente buscando a Cedric y efectivamente lo encontré mirándome, el se sorprendió por haberlo descubierto y se sonrojó, sus amigos comenzaron a molestarlo y notaron que yo era la razón por la cual él estaba así.

Hermione me dio un codazo- ¿No te parece que se ven ridículos?

-¿Quiénes? ¿Los chicos? Claro que sí, todos están babeándose por ellas. No entiendo cual es la razón. Solo son chicas no es como si nunca hubieran visto una.

-¿Celosa?- preguntaron los gemelos al mismo tiempo.

-¿Celosa, yo? Ja- solté una risa seca- jamás.

-Pues yo creo que lo estás- dijo Fred- ¿y tu George?

-Aja- dijo y los dos me miraron coquetamente.

-Bueno, pues se equivocan, yo no estoy celosa de nadie.

-Denle la bienvenida a los alumnos de Durmstrang.

Las puertas volvieron a abrirse y entraron un montón de chicos guapos, los cuales no hacían el ridículo. En realidad hacían trucos estupendos y todas las chicas estaban suspirando, yo no obviamente. Un chico de Durmstrang aterrizó después de hacer un salto que yo nunca lograría hacer, sus ojos miel conectaron con los míos y me guiñó un ojo. Mis mejillas se tiñeron de un color rosado y el siguió con su camino terminando con todos los estudiantes de Durmstrang haciendo un Fénix de fuego.

-Dios- dijo Hermione.

-¿Qué? Eso no fue nada- dijo Ron- no puedo creer que te sorprendieran haciendo eso.

-Eso no fue nada- dijo Fred.

-¿Por qué todas están babeando? ¿Por qué tú tienes ojos soñadores y miras a ese chico?- me dijo George.

-¿Por qué? ¿Celoso?- él solo contesto con un bufido y siguió comiendo.

El Linaje RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora