Capitulo 12 - ¿En que piensas?

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Le cambio el vendaje del costado, ayudándole a ponerse una camiseta limpia, Luego se centró en la ceja, que por suerte, no le afectó en nada el ojo. El morado lo tenía en la cien, lo que hacía entender que el golpe había sido justo ahi, y la brecha de la ceja, era consecuencia del estiramiento de la piel hacia ese lado. Retiró la sangre de los alrededores, luego limpió la herida y aplicó antiséptico, con cuidado de que no cayera en los ojos. Lisa la miraba con curiosidad, teniendo la oportunidad de observarla de cerca. El simple echo de estar tan cerca sin que la rubia la regañe por ello, era un motivo de felicidad para la capitana.

— ¿Que pasa? ¿En qué piensas?

— En la suerte que tengo de poder mirarte tan de cerca. — Rose se ruborizó.

— Mmm. ¿Puedes centrarte, por favor? Estoy curándote.

— Si. Me centraré más en lo guapa que eres. — Seguía con su gesto inocente. Mientras soltaba una risita que la hizo arrugarse de dolor nuevamente. — Ah, Ah...

— Eso te pasa por pasarte de lista.

Ahora se centró en el labio, lo tenía muy hinchado, pero no deformé. No estaba tan mal cómo Rose creía.

— Oye, muy bien haz acabado tu para la paliza que te dieron, ¿No?

— ¿A qué te refieres?

— Pues que el ojo no se te hinchado, porque parece que no te dieron donde debería. Y el labio igual. Lo peor es el abdomen, pero esa ya la tenías.

— Si sabes dar, hay que saber recibir. Jejeje... Ah...

— No puedo creer que tenga sentido eso que acabas de decir. — La veía con una mueca cínica. Fue a apoyarle con los pantalones, para ponerle los short.

— ¡No! Espera... Ya lo hago yo...

— Pero si apenas puedes ponerte de pie... — Volvió a los pantalones.

— ¡No! — Lisa se los agarró enrojecida hasta las orejas.

— Vale, vale... Cómo quieras.

— Date la vuelta.

— ¿Es enserio?

— Que si. Date la vuelta. — Rose refunfuñó pero le hizo caso. Pudo ver de refilón por el reflejo del espejo. Lisa se deshacía de los pantalones torpemente, dejando al descubierto un bulto bastante prominente que se marcaba en su ropa interior. Rose se tapó los ojos para evitar la tensión de mirar. — Ya. — Eacuvho decir después de un tiempo. — Muchas gracias por tu ayuda... Emmm... Eh...

— ¿Que sucede ahora?

— Emmm... Ya puedes volver a casa...

— Tengo pensado quedarme, no puedo dejarte sola así, Lisa.

— Eh... No creo que sea buena idea.

— Pues yo creo que no es buena idea dejarte sola. ¿Porque este repentino cambio de humor, Lisa?

— Es que...

— ¿Que? ¡Habla ya, por Dios!

— Se que estás en celo, no desearíamos estar cerca...

— Ah, ¿es por eso? Me fío de ti. No creo que me hagas nada, además tengo los supresores.

— Yo no me fío de mi... — Murmuró — Insisto Rosie... No deberíamos...

— Pero si eres inofensiva... ¿A qué le tienes tanto miedo?

Adora parecía ocultar algo. — Pues tu duermes en mi cuarto, aquí en la cama. Yo me voy al sofá.

— ¡No! No voy a permitirlo. Yo duermo en sofá, y tú aquí.

Comenzaron una de las tantas discusiones sin sentido en las que muchas veces se veían entrometidas. Empezó a escalar el tono, y Lisa acabó poniéndosele de pie. Lo que la hizo retorcerse de nuevo en su lugar, volviendo a la cama.

— ¿Vea lo que pasa? A ver... — Rose la ayudó a retumbarse en la cama. Se apoyaba sobre el lado herido. Parecía que eso la calmaba. — Voy por algo para el dolor, espera un poco.

Bajo a la cocina, y luego de un rato rebuscando encontró una caja llena de pastillas que ponía con un bolígrafo "DOLOR" en uno de los costados de la caja. Se la llevó al cuarto solo para encontrarse con una Lisa adormilada. "Debe estar agotada" pensó la rubia. Había sido un día muy intenso, por decir lo menos.

— Pobrecita... — Le acarició en pelo, acomodando unos mechones rebeldes que estaban al rededor de su rostro.

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Y.. ¿les va gustando hasta ahora?
Espero que si. No tengo mas que decir. Byeee!💗

Te deseo / Omegaverse (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora