¿Perdón? ¿Por qué?

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Ignoro la notificación del sistema para continuar con nuestra plática. Mientras seguimos hablando, decido entrelazar mi mano con la suya haciendo que se sobresalte, pero no me rechaza. Poco a poco ella se va relajando.

Mientras vago con la mirada en los alrededores, miro a alguien. Veo como Mitsuri y Obanai van caminando juntos, agarrados de las manos; probablemente ellos no hayan notado nuestra presencia, pero sin duda es un asco eso.

Su relación es una mierda, Mitsuri no tiene permiso de estar con él. Obanai no es lo suficientemente bueno como para estar como ella. Debo de darle una lección a Mitsuri para que aprenda de que si ella va a estar así entonces debe de pagar un precio tambien haré que sienta dolor.

Así que usando una piedra del suelo la pateó y llamó la atención de Mitsuri y Obanai. Así que rápidamente muevo la sombrilla de Verónica para revelar nuestros rostros, pero igualmente siendo cubiertos del sol, así que con su atención puesta sobre nosotros puedo notar cómo Mitsuri se aleja de Obanai y da un paso adelante hacia mí. Pero antes de que ella siga avanzando, tomo del mentón a Verónica y la beso, un beso sin sentimientos. Ella se sorprende y sin miedo no se aleja; deja que mi lengua explore su boca mientras Mitsuri observa. Usando la energía maldita mejoro mis sentidos; con la audición mejorada escucho como el corazón de Mitsuri late con fuerza y poco se va haciendo lento.

Mitsuri sin querer mirar más se va
corriendo de hay con pequeñas lágrimas saliendo de sus ojos; no le importa quien esté en su camino; ella los empuja hacia un lado. Con ese hecho, me separó de Verónica y miro a Obanai con una sonrisa, lo cual a él no le agrada y se acerca con una clara intención de golpearme.

Obanai: Maldito idiota, no permitiré que Mitsuri sufra por tu culpa; maldito bastardo, te mataré.

Él con su espada desenfundada se abalanza contra mí, a lo cual respondo con un corte en su abdomen, causando una hemorragia grave en él

Ryome: ¿Sabes?, nunca me has agregado y jamás lo harás, pero honestamente no voy a matarte, no ahora, así que agradece que soy piadoso y te dejaré vivir.

Usando la energía inversa lo curo, no sin antes haberlo noqueado. Con Obanai curado, mi cita arruinada y sin ganas de seguir aquí, cargo a Verónica en mi hombro y nos vamos de hay dejando a un Obanai humillando en medio de la calle.

Cuando regresamos a la finca mariposa, Kanae y Shinobu estaban esperando por mí. La cara de miedo de Aoi me dice todo. Claramente ellas no están felices, pero ¿a quién le importa?

Kanae: ¿Me puedes explicar por qué Mitsuri llego llorando a mares por aquí?

Una vena de enojo se marca en su rostro, mientras Shinobu que está atrás de ella, prepara un líquido morado en un pequeño frasco.

Ryome: ¿Qué quieres que te diga? Ella se lo busco, nadie la manda a estar con Obanai.

Kanae: ¿Y eso es todo? Eres un idiota sin duda, no solo pervertido y mujeriego si no que también un infeliz que no sabe cómo tratar a una dama, ¿No entiendes que ella está enamorada de ti o necesita gritarlo a todo pulmón? Debes de pedirle perdón.

Ryome: ¿Perdón? Eso jamás, no pienso hacer algo así y menos si es una razón justificable.

Su ceño se frunce más mientras su tono va aumentando con gran enojo en su mirar, Shinobu no se queda atrás, su líquido púrpura ahora está en su espada, esa estúpida piensa que su veneno me hará algo.

Ryome: Ya lo se, ¿Y qué? Si realmente me amara lo había dicho o mínimamente se alejaría de Obanai.

Kanae: Ryome, no puedes prohibirle que ella se aleje de sus amigos solo porque a ti no te agrada, eso no es sano.

Estoy en Kimetsu no Yaiba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora