La Revelación

0 0 0
                                    

La feria fue un éxito rotundo, y la sensación de logro llenó a todos. Sin embargo, para Haru, la emoción del evento fue solo el comienzo de un nuevo capítulo en su vida. Durante los días siguientes, la conexión que sentía con Kyung Soo solo se intensificó, dejando a Haru atrapado entre la alegría y la confusión.

Un lunes por la mañana, mientras esperaban el inicio de la clase de arte, Haru y Kyung Soo se sentaron juntos en un rincón del aula. La conversación fluyó con naturalidad, como si fueran amigos de toda la vida.

—"No puedo creer lo bien que salió todo en la feria. ¡No podría haberlo hecho sin ti!" —dijo Kyung Soo, sus ojos brillando con entusiasmo.

—"La verdad es que todos aportamos algo especial," —respondió Haru, sonriendo. —"Pero tú fuiste el corazón de todo esto."

Kyung Soo se sonrojó levemente, y ese momento de conexión hizo que el estómago de Haru diera un vuelco. Era como si las palabras que compartían estuvieran cargadas de un significado más profundo. Sin embargo, Haru no estaba seguro de cómo proceder. ¿Debería expresar lo que sentía o seguir disfrutando de su amistad?

A medida que la clase avanzaba, Haru se dio cuenta de que su mente estaba más distraída que de costumbre. Su atención se desvió hacia Minho y Jin Woo, quienes estaban sentados al otro lado del aula. La pareja de amigos también parecía estar experimentando un momento especial; Jin Woo, siempre sereno, sonreía mientras Minho hacía gestos exagerados con las manos. Su conexión era palpable, y Haru sintió una punzada de envidia, pero también un deseo de entender sus propios sentimientos.

Al salir de la clase, Haru decidió que necesitaba hablar con Kyung Soo. No podía ignorar más la tensión que crecía entre ellos. Mientras caminaban juntos hacia el comedor, Haru tomó una profunda respiración, preparándose para dar el siguiente paso.

—"Kyung Soo," —comenzó, su voz temblando ligeramente. —"¿Podemos hablar un momento?"

Kyung Soo lo miró con curiosidad y asintió. Se apartaron del grupo y se sentaron en un banco en el patio trasero de la escuela, donde el ruido del mundo exterior se desvanecía lentamente.

—"¿Qué sucede, Haru?" —preguntó Kyung Soo, su expresión cambiando a una de preocupación.

Haru se sintió abrumado por las emociones. Había esperado este momento, pero ahora que estaba aquí, las palabras parecían escapar de él. Miró a Kyung Soo, buscando la valentía que necesitaba.

—"Siento que hay algo entre nosotros. Algo más que amistad," —dijo finalmente, su corazón latiendo con fuerza. —"Y no sé cómo manejarlo."

Kyung Soo se quedó en silencio, sus ojos grises fijos en Haru. Haru sintió que el tiempo se detenía, y cada segundo que pasaba parecía una eternidad.

—"Yo también lo siento," —respondió finalmente Kyung Soo, su voz suave y sincera. —"Desde la feria, he notado que hay una conexión especial entre nosotros. Pero no sabía si debíamos hablar de ello."

La respuesta de Kyung Soo llenó a Haru de una mezcla de alegría y nerviosismo. Era como si un peso se levantara de sus hombros, pero también estaba consciente de que este nuevo camino podría ser complicado.

—"¿Y qué hacemos ahora?" —preguntó Haru, su voz apenas un susurro.

Kyung Soo sonrió, una sonrisa que iluminó su rostro.

—"Podemos seguir siendo nosotros mismos. No tenemos que apresurarnos. Simplemente… vamos a ver a dónde nos lleva esto."

Haru asintió, sintiéndose más aliviado. Era un comienzo, y eso era suficiente por ahora.

A medida que se adentraban en esta nueva fase de su relación, ambos decidieron compartir más momentos juntos. Hablarían de sus sueños, sus miedos y todo lo que los hacía ser quienes eran. La conexión entre ellos floreció, llena de risas y complicidad.

Sin embargo, mientras el vínculo entre Haru y Kyung Soo se fortalecía, Haru no podía evitar sentir una sombra de inseguridad. Cada vez que veía a Minho y Jin Woo, que parecían tan cómodos el uno con el otro, se preguntaba si podría ser tan valiente como ellos.

La semana continuó y, mientras se acercaba el fin de semana, la incertidumbre comenzó a acumularse nuevamente en su pecho. Haru sabía que la vida no siempre era sencilla y que la amistad podía volverse compleja cuando se trataba de sentimientos. Decidió que necesitaba hablar con Minho, ya que su amigo siempre había sido una fuente de apoyo.

El viernes por la tarde, mientras se reunían en la cafetería, Haru miró a Minho, que estaba contando una anécdota divertida sobre uno de sus maestros.

—"Minho, ¿puedo hablar contigo en privado un momento?" —interrumpió Haru, sintiendo la necesidad de compartir sus pensamientos.

Minho lo miró con curiosidad y asintió, llevándolo a un rincón tranquilo de la cafetería.

—"¿Qué pasa, amigo? Te veo pensativo," —dijo Minho, preocupado.

Haru respiró hondo, sintiendo que estaba a punto de abrir un capítulo importante de su vida.

—"Es sobre Kyung Soo. Creo que nos estamos acercando más, y estoy un poco asustado por eso," —confesó Haru, sus ojos fijos en los de Minho.

Minho lo miró con seriedad, luego sonrió.

—"No tienes de qué preocuparte, Haru. A veces, es natural tener miedo a lo desconocido. Pero si sientes que hay algo real entre ustedes, vale la pena explorar eso. No dejes que el miedo te detenga," —le aconsejó.

Las palabras de Minho resonaron en el corazón de Haru. Era cierto que el miedo no debería ser una barrera. Después de todo, lo que más deseaba era la felicidad de todos, incluida la suya.

A medida que el día avanzaba, Haru se sintió más decidido. Sabía que debía aceptar sus sentimientos y dejar que la vida siguiera su curso. La conexión con Kyung Soo era algo que no podía ignorar, y estaba listo para abrazar lo que venía, sin importar lo que significara.

La semana siguiente traería nuevos desafíos, pero Haru ya estaba listo para enfrentarlos, armado con la convicción de que la vida era demasiado corta para no seguir el camino del corazón.

4o mini

Hilos de DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora