Hilos de Destino

Revelaciones y Nuevos Caminos

La emoción de los exámenes había quedado atrás, y el grupo de amigos se preparaba para el día de la feria. Haru se despertó temprano, sintiendo una mezcla de nervios y entusiasmo. Había estado esperando este día no solo por la diversión, sino también porque significaba un nuevo capítulo para él y Kyung Soo.

Mientras se preparaba, no podía evitar recordar lo mucho que había cambiado su vida en los últimos meses. Se miró al espejo, ajustando su peinado y sonriendo al ver la luz de esperanza en sus ojos. Sabía que había tomado decisiones importantes, y ahora se sentía listo para enfrentarse a lo que viniera.

Cuando llegó a la escuela, el ambiente estaba lleno de energía. Los compañeros de clase estaban vestidos con ropa colorida, ansiosos por disfrutar de las atracciones de la feria. Haru buscó a Kyung Soo, quien lo encontró justo a tiempo en la entrada del campus.

—“¡Hola! Te ves genial,” —dijo Kyung Soo, sus ojos brillando de emoción.

—“Gracias, tú también. Me alegra que podamos disfrutar de este día juntos,” —respondió Haru, sintiendo que su corazón se aceleraba.

Minho y Jin Woo se unieron al grupo, riendo y hablando sobre qué atracciones querían visitar primero. Haru se sintió aliviado al ver que la tensión entre ellos había desaparecido por completo, lo que hacía que la atmósfera fuera aún más ligera y alegre.

La feria estaba llena de luces brillantes y música animada. Haru y su grupo se aventuraron en una montaña rusa que parecía desafiar la gravedad. Risas y gritos de emoción llenaron el aire mientras se lanzaban a la adrenalina. Kyung Soo se aferró a la mano de Haru, compartiendo ese momento único, mientras la adrenalina los unía más.

Después de varias atracciones, se detuvieron en un puesto de comida. El olor de las palomitas de maíz y los dulces los envolvió, y cada uno eligió algo para comer. Mientras disfrutaban de sus refrigerios, la conversación fluyó naturalmente, llena de bromas y anécdotas de sus experiencias en la feria.

—“No puedo creer que te atrevas a comer algodón de azúcar después de todo ese sube y baja,” —se burló Jin Woo, mirando a Minho con una sonrisa.

—“¡Es una tradición! No puedo dejar pasar la oportunidad,” —respondió Minho, mostrando orgullosamente su gran algodón de azúcar.

Con cada momento, la conexión entre ellos se fortalecía. Haru sintió que su corazón latía más rápido no solo por la cercanía de Kyung Soo, sino también por la calidez de la amistad que compartían.

Después de explorar más atracciones, el grupo decidió tomar un descanso y se sentó en una pequeña zona con sillas de plástico, rodeados de luces brillantes y el murmullo de la multitud.

—“Este ha sido un día increíble,” —dijo Kyung Soo, mirando a todos con una expresión satisfecha.

—“Y aún no hemos terminado. Hay un espectáculo de fuegos artificiales esta noche,” —anunció Minho, mirando su reloj.

Haru se sintió emocionado por la idea. La noche se sentía mágica, y los fuegos artificiales agregarían un toque especial a su día.

A medida que la tarde se convertía en noche, el grupo decidió disfrutar de la última atracción antes del espectáculo. La espera fue larga, pero todos estaban de buen humor, compartiendo historias y risas. Haru y Kyung Soo intercambiaron miradas cómplices, cada vez más cómodos el uno con el otro.

Finalmente, el momento de los fuegos artificiales llegó. Se acomodaron en un área con buena vista, y cuando las luces comenzaron a estallar en el cielo, la multitud aplaudió y vitoreó. Haru se quedó sin aliento al ver los colores brillar en la oscuridad.

—“Es hermoso,” —susurró Haru, volviendo la vista hacia Kyung Soo.

—“No tanto como tú,” —respondió Kyung Soo, sus palabras llenas de sinceridad. Haru sintió que se le aceleraba el corazón.

Un silencio agradable los envolvió mientras los fuegos artificiales iluminaban sus rostros. El tiempo parecía detenerse, y todo lo que había alrededor desapareció. Era como si estuvieran en su propio mundo.

Después del espectáculo, el grupo decidió ir a un pequeño parque cercano para disfrutar de la brisa fresca de la noche. Mientras caminaban, Haru sintió que era el momento adecuado para expresar lo que había estado pensando durante tanto tiempo.

—“Quiero hablar sobre nosotros, Kyung Soo,” —dijo, sintiendo que su corazón latía con fuerza. Todos los amigos los miraron con curiosidad.

—“¿Sobre nosotros?” —preguntó Kyung Soo, un poco sorprendido.

—“Sí. Siento que hay algo especial entre nosotros, y no quiero que eso se convierta en algo que no exploremos,” —Haru se detuvo, mirando a Kyung Soo a los ojos.

Kyung Soo sonrió, como si estuviera esperando ese momento.

—“Yo también siento lo mismo, Haru. Me encanta pasar tiempo contigo, y quiero que esto se convierta en algo más,” —respondió Kyung Soo, su mirada llena de sinceridad.

Haru sintió un alivio inmenso. No solo había expresado sus sentimientos, sino que también había recibido una respuesta positiva. La conexión entre ellos se sentía más fuerte que nunca.

Sin embargo, mientras todos celebraban el momento, Haru no pudo evitar pensar en Minho y Jin Woo. Sabía que su relación también estaba en un punto crucial. Decidió dar un paso hacia ellos.

—“Chicos, ¿cómo se sienten entre ustedes?” —preguntó Haru, mirando a Minho y Jin Woo, esperando que sus corazones también estuvieran en la misma sintonía.

Minho intercambió una mirada con Jin Woo, quien respiró hondo antes de hablar.

—“Es complicado, pero siento que estamos tratando de avanzar. Me importa mucho Minho, y quiero que nuestra amistad sea más fuerte que antes,” —dijo Jin Woo.

—“Yo también. Hemos pasado por muchas cosas, pero creo que podemos superar esto,” —agregó Minho, su mirada llena de determinación.

Haru sonrió, sintiendo que el aire se despejaba a su alrededor. El futuro de su grupo se sentía prometedor, lleno de esperanza y nuevas posibilidades.

Mientras la noche avanzaba, Haru y Kyung Soo se aferraron el uno al otro, sintiéndose seguros de sus sentimientos y sus decisiones. Sabían que aún había desafíos por delante, pero estaban listos para enfrentarlos juntos.

Con el cielo estrellado como telón de fondo, los cuatro amigos se despidieron de la feria, sintiéndose más unidos que nunca. Habían encontrado su camino, y aunque el futuro era incierto, cada uno estaba decidido a tomar las decisiones correctas.

Haru miró a Kyung Soo, sus corazones latiendo al unísono, mientras juntos daban un paso hacia lo desconocido, con la promesa de que lo mejor estaba por venir.

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