Noche de Preparativos

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La semana de preparativos para la feria pasó rápidamente. Haru, Kyung Soo, Minho y Jin Woo se encontraron todos los días después de clases en la biblioteca, donde discutían ideas, organizaban actividades y preparaban todo lo necesario para el gran evento. Cada día traía nuevos desafíos, pero también más emoción.

Un miércoles por la tarde, mientras revisaban las listas de actividades, Haru se sintió abrumado. La cantidad de detalles por atender era vasta y, a veces, parecía que la presión se acumulaba sobre sus hombros. Sin embargo, cada vez que miraba a Kyung Soo, su determinación se renovaba. El presidente del consejo estudiantil trabajaba incansablemente, motivando a todos con su pasión.

—"Recuerden, chicos, la feria es nuestra oportunidad para brillar y mostrar lo que podemos hacer," —les decía Kyung Soo, con una sonrisa animada. —"Cada uno de ustedes tiene un papel vital en esto."

Mientras todos se enfocaban en las tareas, Haru se dio cuenta de que sentía una creciente conexión con Kyung Soo. A menudo intercambiaban miradas cómplices y sonrisas que hablaban más que las palabras. Sin embargo, Haru también se sentía inseguro. A medida que pasaban los días, la presión aumentaba, y su deseo de acercarse a Kyung Soo se enfrentaba a sus temores sobre la posible ruptura de su amistad.

Una noche, mientras trabajaban en un cartel para el puesto de arte de Haru, se desató un pequeño contratiempo. La pintura se derramó accidentalmente sobre la mesa, manchando parte del trabajo que habían hecho. Haru se sintió culpable y ansioso por decepcionar a Kyung Soo.

—"Lo siento, lo siento. No quería arruinarlo," —se apresuró a decir, limpiando la mancha con un paño.

Kyung Soo, al ver la preocupación en su rostro, se acercó y lo detuvo con una mano sobre su brazo.

—"No te preocupes, Haru. Esto es solo una parte del proceso. Podemos arreglarlo," —dijo con calma. —"Además, a veces las cosas inesperadas pueden llevar a mejores resultados."

Minho se unió a ellos, riendo.

—"Siempre puedes hacer un arte abstracto. ¡Es la última moda!" —dijo, sacudiendo los hombros en un movimiento cómico.

Esa broma ligera ayudó a aliviar la tensión, y pronto todos estaban riendo y trabajando juntos para recuperar el tiempo perdido. Haru se sintió agradecido por tener amigos que lo apoyaban, pero también se sintió más conectado a Kyung Soo a través de esos momentos compartidos.

Esa misma noche, mientras se dispersaban para ir a casa, Kyung Soo se detuvo junto a Haru en la entrada de la biblioteca.

—"¿Sabes? Me alegra que seas parte de este equipo," —dijo Kyung Soo, con una sinceridad que hizo que el corazón de Haru latiera más rápido.

—"Gracias, Kyung Soo. Significa mucho para mí," —respondió Haru, sintiendo una oleada de calidez en su interior.

Los días pasaron y el día de la feria finalmente llegó. El campus estaba decorado con banderines de colores y los estudiantes estaban llenos de energía. Haru se sentía emocionado y nervioso al mismo tiempo. Mientras los primeros estudiantes comenzaban a llegar, se concentró en su puesto de arte, tratando de asegurarse de que todo estuviera perfecto.

El tiempo pasó volando, y Haru se encontró disfrutando de la atmósfera vibrante. La feria estaba llena de risas, música y colores. Los estudiantes de diversas clases se unieron para disfrutar de las actividades, y la sensación de camaradería era palpable. A lo largo del día, Haru pudo ver a Kyung Soo en acción, organizando a los estudiantes y asegurándose de que todo funcionara sin problemas.

—"¡Haru! Ven a ver esto!" —gritó Minho desde su puesto de juegos. Haru se acercó y vio cómo Minho había organizado un divertido concurso de lanzamiento de aros.

—"Mira, tengo que ganar este premio," —dijo Minho, señalando un enorme peluche de tigre que colgaba de una cuerda.

Mientras Minho se concentraba en el juego, Haru sintió la mirada de Kyung Soo. Se volvió y se encontró con sus ojos grises, brillantes de entusiasmo. Esa conexión lo impulsó a hacer algo inesperado.

—"Kyung Soo, ¿quieres unirte a nosotros en el concurso?" —preguntó Haru, sintiendo que era un momento perfecto para acercarse más a él.

Kyung Soo se sonrojó levemente, sorprendido por la invitación, pero pronto sonrió.

—"Claro, ¿por qué no?" —respondió, y su sonrisa iluminó aún más el ambiente.

Los tres se unieron al concurso de Minho, lanzando aros y riendo mientras competían por el peluche. Haru se sintió ligero, disfrutando de la compañía de sus amigos y, sobre todo, de Kyung Soo. No importaba el resultado; lo que realmente contaba era el momento compartido.

Al final de la tarde, el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados. Todos estaban agotados pero felices. Kyung Soo y Haru se sentaron en una esquina del campo, observando a sus compañeros disfrutar de la feria.

—"Lo hicimos, Haru. La feria fue un éxito," —dijo Kyung Soo, su voz llena de satisfacción.

—"Sí, fue increíble," —respondió Haru, sintiendo que el día había sido un verdadero punto de inflexión.

A medida que el sol se ocultaba, Haru supo que ese día marcaría un antes y un después en su vida. No solo había fortalecido su amistad con Kyung Soo, sino que también había comenzado a entender que era posible abrirse a nuevos sentimientos y experiencias. Sin embargo, la vida en la Academia Daehan estaba lejos de ser sencilla, y los desafíos aún estaban por venir.

Hilos de DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora