Capítulo 15: La extraña habilidad para arruinar baños.

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Pov Annabeth

Alex y yo intercambiamos una mirada. La discusión desapareció en ese momento y corrimos hacia la orilla de la playa. Todo el campamento en realidad, pareció acercarse como si también hubiesen oído la explosión.

-¿Qué hay al otro lado?- Preguntó Alex.

Intenté imaginarme el mapa del estado.

-Connecticut, creo.-

-New Haven.- Dijo Connor Stoll, que apareció detrás de nosotros y parecía muy serio por una vez. -Es que... solíamos vivir allí.-

Miró a su hermano Travis, que se acercaba caminando de la mano de Nyssa Barrera. Eso era nuevo, pero que no presté atención de momento. Nos reunimos en la orilla del agua, contemplando el fuego imposible.

-No hay nada que arda con tanta intensidad.- Dijo Beckendorf. -Excepto, tal vez...-

Las manos de Silena se cerraron sobre su brazo.

-¿Qué?-

-Fuego griego.-

Un nerviosismo subyacente recorrió nuestras filas. Si el fuego griego ardía en el estrecho, no se trataba de un accidente mortal.

-¿Por qué New Haven?- Se preguntó Percy. -¿No es como Nowhere, Connecticut?-

Connor se cruzó de brazos.

-Es sólo una intersección importante de tráfico.-

-Con una universidad de la Ivy League.- Señaló Travis. -La mitad de los efectivos de la CIA son graduados de Yale.-

-¿Cómo lo sabes?- Preguntó Nyssa con asombro.

-Entonces, Cronos está en contra de la educación superior ahora.- Dijo Alex, y tuve que morder el interior de mi mejilla para responderle.

-Bueno, no mucha gente lo sabe, pero hay un santuario de Hermes allí arriba.- Dijo Travis. -Así fue como nos "reclamaron". Intentamos robar...-

Nyssa le dio un golpe en el hombro.

-¿A tu propio padre?-

-¿Podemos ir al grano?- Interrumpió Silena.

-Creo que su punto es que el santuario de Hermes está bajo ataque.- Aclaró Beckendorf.

Al otro lado del agua, el fuego griego seguía ardiendo, empañando nuestro regreso.

Caminamos con desaliento hacia nuestras cabañas, sin interés alguno en los preparativos de regreso, o celebraciones. Estaba claro que todos pensaban lo mismo. Si los Titanes estaban en Connecticut, estaban demasiado cerca para que nos sintiéramos cómodos.

Había algo más en el lugar que me molestaba. Nunca había estado en New Haven ni había oído hablar del santuario que había allí, pero sentía que sabía algo sobre Connecticut y Hermes. Simplemente no podía entender la conexión.

No hablé con Alex después de irme. Ninguno de los dos hizo el intento al menos, y no lo volví a ver hasta la mañana siguiente, cuando la asamblea de consejeros se reunió para otra junta de guerra. Apenas nos vimos, pero no cruzamos una sola palabra, y eso me dolió más de lo que quería admitir.

Pero era exactamente por eso que nunca hablábamos de Luke.

Inhalé aire y tomé mi lugar de siempre en la mesa, al otro extremo de él. La distancia entre nosotros era como una barrera física que me pesaba en el pecho.

Al final, poco a poco, los demás consejeros llegaron y tomaron asiento alrededor de la mesa de ping-pong en la sala de juegos.

Era difícil decir si nuestra misión contaba como un éxito después de lo que vimos anoche. Si, habíamos rescatado a Sam y a los tres mestizos, pero había muchos otros que no habíamos liberado. Hasta donde yo podía ver, habíamos cumplido la profecía, pero había tantas lagunas en mi memoria que no podía estar seguro. Y el problema con las profecías era que sus líneas eran tan vagas que muchos eventos podían aplicarse a ellas.

-Imprudente.- "El último Héroe del Olimpo." (Saga Percy Jackson x Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora