Pov Percy
Aparecimos en Central Park, al norte del Pond, el lago con forma de coma.
-¿Por que nos hizo aparecer aquí, si dijo que nos ahorraría el viaje?- Le pregunté a Nico. -¿No deberíamos ir a Los Ángeles?-
-No hace falta. Hay una entrada al inframundo mucho más cerca.-
-Literalmente pasé por aquí.- Comentó Alex mirando en dirección dónde podíamos ver el zoológico del Central Park.
La Señorita O'Leary parecía muy cansada cuando se detuvo cojeando junto a un grupo de rocas. Se puso a olisquear alrededor y temí que fuese a marcar el territorio allí mismo, pero Nico me tranquilizó.
-No pasa nada.- Dijo. -Ha olido el camino a casa.-
Fruncí el entrecejo.
-¿Entre las rocas?-
-El inframundo tiene dos entradas principales.- Repuso. -Ustedes ya conocieron la de Los Ángeles.-
-Estudios DOA. La barca de Caronte.- Recordó Alex, nuestra primera búsqueda juntos.
Nico asintió.
-La mayoría de las almas entran por allí, pero hay un camino más estrecho y más difícil de encontrar. La Puerta de Orfeo.-
-El tipo del arpa.-
-El tipo de la lira.- Me corrigió. -Pero sí, él. Orfeo usó la música para hechizar la tierra y abrir una nueva entrada al inframundo. Avanzó cantando hasta el palacio de Hades y estuvo a punto de rescatar el alma de su esposa y salirse con la suya.-
-Bueno, no tuvo tanta suerte...- Murmuró Alex. -¿Y se supone que hay otra entrada aquí?-
Nico asintió.
Recordaba bien la historia. Orfeo no debía mirar atrás mientras conducía a su esposa hacia el mundo de los vivos, pero, por supuesto, desobedeció y se volvió a mirarla al último segundo. Vamos, el típico mito en plan, y así fue como murieron, fin de la historia, que nos cuentan en el campamento al amor de la lumbre mientras nos vamos quedando dormidos.
-Entonces...- Fingí estar impresionado, aunque aquello seguía pareciéndome un montón de rocas. -¿Cómo se abre?-
-Nos hace falta un poco de música. ¿Qué tal se te da cantar? -
-Hum, no muy bien. ¿No puedes decirle, bueno, que se abra sin más? Eres hijo de Hades...-
-No es tan fácil. Necesitamos música.-
Yo tenía claro que si me ponía a cantar sólo conseguiría provocar una avalancha.
-Se me ocurre algo mejor.- Giré y grité. -¡¡¡Grover!!!-
Pasaron algunos segundos y lo único que logré fue asustar a algunos pájaros de sus ramas, dejando caer nieve.
-Creo que no funcionó.- Susurró Alex.
-¿Tú crees?- Preguntó Nico.
Apreté los labios. Yo tenía un presentimiento. Por primera vez en muchos meses notaba el hormigueo de mi conexión por empatía, cosa que podía significar dos cosas. Que un montón de gente había encendido de golpe el canal Naturaleza, o que Grover estaba cerca.
Cerré los ojos y me concentré.
"Grover."
Estaba en algún rincón del parque, seguro. Entonces, ¿por qué no podía percibir sus emociones? Lo único que me llegaba era un ligero zumbido en el fondo de mi cerebro.
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-Imprudente.- "El último Héroe del Olimpo." (Saga Percy Jackson x Oc)
AdventureEl frío regresa, marcando el inicio de una cuenta regresiva ineludible. A medida que las temperaturas descienden, la tensión aumenta y la oscuridad se cierne sobre el campamento mestizo. El destino del mundo en juego donde los semidioses se preparan...