𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘-𝐅𝐎𝐔𝐑

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 𝐔𝐍 𝐀𝐌𝐈𝐆𝐎 𝐍𝐄𝐂𝐄𝐒𝐈𝐓𝐀𝐃𝐎

❝Nada puede cansarte más que preocuparte por las personas❞—𝑆

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❝Nada puede cansarte más que preocuparte por las personas❞
—𝑆.𝐸. 𝐻𝑖𝑛𝑡𝑜𝑛, 𝑇ℎ𝑎𝑡 𝑊𝑎𝑠 𝑇ℎ𝑒𝑛, 𝑇ℎ𝑖𝑠 𝐼𝑠 𝑁𝑜𝑤






𝐈
— 𝑀𝑎𝑟𝑎 —

POR PRIMERA VEZ en ocho días, Mara no sintió nada más que paz y felicidad mientras se acurrucaba al lado de Diego y dejaba escapar un suspiro. Por una vez, no necesitaba preocuparse por el fin del mundo, por el bienestar de la familia o por si sobreviviría o no para ver el día siguiente.

Miró hacia Diego, quien sonrió y le plantó un breve beso en los labios. Él se cubrió más con las mantas antes de rodearla con su brazo y acercarla más.

Puso una mano en su mejilla, sus ojos recorrieron su rostro mientras acariciaba su piel con el pulgar. 

—Me alegro mucho de haberme quitado el cabestrillo.

Ella puso los ojos en blanco, divertida, sacudiendo la cabeza mientras se acurrucaba contra él, su piel cálida y desnuda contra la de ella. 

—Me alegra que hayas decidido no asesinar a dos personas.

—Por ahora—murmuró, sus ojos moviéndose de sus labios a sus ojos.

—Diego.

—Sólo digo—dijo encogiéndose de hombros.

—Está bien—suspiró Mara, poniendo los ojos en blanco.

Diego le dio una pequeña sonrisa antes de inclinarse hacia adelante y capturar sus labios entre los suyos, moviendo sus labios lentamente mientras deslizaba su mano hacia la parte exterior de su muslo y apretándolo ligeramente.

Se levantó para quedar sobre ella y comenzó a besarla con bastante rudeza, sus manos comenzaron a recorrer su cuerpo cada vez más antes de que ella se riera ligeramente y lo apartara de ella.

Haciendo caso omiso de su gemido de molestia, se levantó de la cama y agarró su ropa del suelo antes de ponérsela rápidamente, muy consciente del hecho de que Diego estaba observando y saboreando hasta el último momento de su cuerpo desnudo.

Ella lo miró mientras se quitaba la camisa por la cabeza y arqueaba las cejas. 

—Tú también deberías ponerte algo de ropa.

Todavía refunfuñando para sí mismo acerca de que quería pasar más tiempo con ella, recogió su ropa y se la puso rápidamente antes de ponerse su equipo.

𝑇𝐻𝐼𝑁𝐾 𝐹𝐴𝑆𝑇 | Diego Hargreeves ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora