Capitulo 33: La nueva Heredera

0 0 0
                                    

El tiempo pasó volando, y ya era mediados del 2004, tras la bochornosa y "decadente" boda de Alisson y David en Estados Unidos, Myriam había finalmente desheredado a su hija mayor, haciendo que ahora la joven Alessia fuera la nueva heredera. Alessia estaba sentada en la elegante oficina de su madre, Myriam, quien con su imponente figura y voz fría explicaba los complejos detalles de ser la nueva heredera de la familia Marriot. El sol atravesaba las grandes ventanas, iluminando los costosos muebles de madera oscura y el imponente escritorio donde Myriam tenía una serie de documentos importantes esparcidos. Sin embargo, Alessia apenas podía concentrarse en las palabras de su madre.

—Como sabes, Marguerite Marriot, mi abuela, fue quien fundó Marriot Airlines —dijo Myriam con un tono firme—. Una de las aerolíneas más influyentes de Europa, una verdadera pionera en su tiempo. Todo esto, Alessia, es ahora tu responsabilidad.

Alessia miraba las hojas de papel con cifras y gráficos que no entendía del todo. Su madre hablaba sobre negocios internacionales, alianzas políticas y el poder que su familia había acumulado a lo largo de los años, pero lo único que rondaba en la mente de la joven zorra albina era cómo encajaba todo esto en su vida de adolescente. Tenía 13 años, acababa de convertirse en la capitana del equipo de porristas, y lo único que quería era disfrutar de su juventud con sus amigas, no cargar con el peso de una herencia que parecía demasiado para ella.

—Y no olvides que tu abuela, Odette Marriot, fue una de las figuras más influyentes en Europa —continuó Myriam—. Su habilidad para negociar con políticos, su poder para influenciar decisiones gubernamentales... fue ella quien llevó a Marriot Airlines al siguiente nivel. Ahora, como heredera, se espera que continúes con ese legado.

Alessia asintió, pero por dentro solo pensaba en cómo todo eso cambiaría su vida. ¿Iba a tener que dejar las cosas que le gustaban? ¿El colegio, las porristas, sus amigas? ¿Qué significaba ser heredera para alguien tan joven como ella?

—Entiendo, mamá —respondió con voz suave, aunque no estaba segura de cuánto había entendido en realidad.

Myriam la miró con severidad. —Alessia, esto es muy importante. La boda de tu hermana fue un desastre en términos de imagen pública. La sociedad tiene los ojos puestos en ti ahora. Tienes que estar preparada para asumir tu lugar, porque no podemos permitirnos otro "escándalo" familiar. Odette y Marguerite no trabajaron tanto para que su legado se pierda.

La joven zorra sintió el peso de las palabras de su madre. No era solo una herencia monetaria lo que caía sobre sus hombros, sino también las expectativas de toda una dinastía que había construido su nombre a lo largo de generaciones. Alessia sentía como si estuviera atrapada en un mundo que no era el suyo, un mundo de adultos llenos de responsabilidades que no comprendía del todo.

—Haré mi mejor esfuerzo —respondió con un hilo de voz.

Myriam le lanzó una mirada dura, pero algo cansada. —Espero que lo hagas, Alessia. Porque ahora, todo recae sobre ti.

Mientras su madre seguía hablando sobre el futuro, los negocios y las responsabilidades, Alessia no podía evitar pensar en cómo todo esto afectaría su vida como adolescente. ¿Podría seguir siendo la misma chica alegre que disfrutaba de sus amigas y de ser porrista, o tendría que dejar todo eso atrás para convertirse en lo que su madre y la sociedad esperaban de ella?

Con la mente dividida entre las expectativas familiares y sus propios deseos, Alessia se dio cuenta de que, aunque apenas tenía 13 años, el peso de la herencia de los Marriot había cambiado su vida para siempre.

Alessia salió del despacho de su madre, sintiendo que el aire en el pasillo era más ligero, aunque la presión seguía aplastándola por dentro. Su mente estaba llena de ideas confusas sobre herencias, responsabilidades y un futuro que le parecía lejano, pero inevitable. En cuanto cruzó la puerta, se encontró con su padre, Aldebert Marriot, quien estaba esperándola. El zorro albino mayor, de porte elegante pero con una suavidad que contrastaba con la frialdad de Myriam, la miraba con ojos tristes, aunque su rostro mostraba una sonrisa. Él sabía lo que significaba ser parte de esa familia, y cuánto peso cargaba ahora su hija menor.

Viviendo con los MarriotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora