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-¿qué?

Lo miré aturdido, después a mi mente llegaron los recuerdos de la mordida que tenía en mi cuello la noche anterior. Mi mirada cambió de desconcierto a enojada.

-¡¿fuiste tu el que me mordió ayer en la noche?!

-ssh, no hay necesidad de gritar ¿o quieres atraer la atención de lo que se devoró aquel animal?

Abrí mis ojos con sorpresa al recordar eso y asustado di otro paso hacia atrás.

-tranquilo no te harán nada si estoy contigo

-¿que era eso?

El como se le hizo costumbre esta noche ignoro mi pregunta y en cambio volvió a preguntarme si aceptaba su propuesta. Me perdí un momento en mis pensamientos, tenía que buscar todos los pro y los contra de llevar a este desconocido a mi hogar ¿y si es un secuestrador y me está convenciendo para que lo lleve a mi casa y así poder secuestrarme y después venderme?

-no soy un secuestrador pero me gusta tu imaginación

Lo mire con una expresión entre sorpresa y terror ¿como mierda supo lo que estaba pensando?

-¿qué mierda fue eso? ¿Me acabas de leer la mente?

-no simplemente adivine, y al parecer acerté a tus pensamientos

El sonaba de lo más tranquilo y yo al ver su tranquilidad me relajé un poco pensando que estaba exagerado las cosas.

-bien, entonces acepto tu trato

El se veía algo sorprendido al ver mi positiva a su propuesta por lo que lo miré extrañado por su reacción.

-¿estas seguro de que aceptas?

-sip, entiendo que hay gente con unos gustos raros y si solo es una mordidita por llevarme sano y salvo a mi casa esta bien

Me sonroje por lo que dije pensando que tal vez mi comentario podría molestarlo pero al ver su expresión incrédula supe que no era eso.

-¿que pasa? ¿Dije algo malo?

-No, mejor vamos a tu casa antes de que se haga más tarde

Asentí a lo que dijo y comencé a caminar hacia mi casa pensando en como mi madre se enojaria si se entera que salí de noche y que además metí a un desconocido a la casa.






...





Cuando llegamos a mi casa lo hice pasar a mi cuarto, por muy loco que sonase no quería que alguien me viera en la puerta de la casa mientras alguien me muerde el cuello.

-ahora que lo veo mejor tu habitación no parece la de un adolescente

-¿a qué parece?

-no esta mal, solo que no hay cosas tiradas en el piso ni posters de bandas

-mmm simplemente no me gusta el desorden

Respondí un poco incómodo al recordar que el ya había estado en mi habitación. Sacudí un poco la cabeza para dispersar todo tipo de pensamientos y me giré para mirarlo fijamente.

-bien hagamos esto rápido, promete que no será doloroso

-tranquilo estoy seguro de que lo vas a disfrutar, pero necesito que te calmes

тнᴇ vᴀмᴘιʀᴇ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora