LUAN

Sin poder hablarse

Lunes, después del fin de semana, y del castigo de Luan.

La comediante se encontraba acostada en su cama con la sombra de unas rejas puestas en su ventana expuestas sobre ella, Luan tocaba una armónica mientras vestía su traje de mimo, porque parecía ropa de prisión, y un gorro de prisión. Entonces Rita entra al cuarto con una caja.

-Luan, tu castigo terminó, espero que hayas aprendido la lección.

-¡Super!- celebró la comediante.

-Aquí tienes tus pertenencias- dijo Rita volteando la caja devolviendo los juguetes de broma de Luan.

-Gracias mamá, ¡Señor Cocos! ¿Cómo te fue?- dijo Luan levantando al muñeco, quien también tenía ropa de prisión.

-Hola Luan, las primeras noches fueron duras pero debo admitir que la ropa de prisión me sienta bien.

-Bien Luan, espero no saber de más problemas en la escuela, o tendré que confiscar permanentemente tus juguetes y todo lo relacionado a comedia.

-Todo estará bien mamá, lo prometo- dijo Luan sincera.

-Bien, ahora alístate que es hora de ir a la escuela.

...

Una vez en la escuela, Luan metía en su casillero sus cosas y a su muñeco.

-No te metas en problemas Luan, no quiero tener que volver al baúl de los juguetes, ese oso rosa no me vio con buenos ojos.

-Estaré bien Señor Cocos- decía Luan divagando un poco- En verdad.

Luan cerró su casillero y se dirigió a su clase, en eso se fue a su asiento, y no dejó de despegar la mirada de la entrada esperando por su nuevo amigo. Sin embargo todos sus compañeros estaban llegando y Luan se empezó a impacientar. No perdió las esperanzas hasta que el timbre sonó y el profesor Batallón llegó a la clase.

-¿Dónde está Benny?

-Lo cambiaron de clase- dijo su compañero de alado. Un chico con piel pálida, un cabello negro con un flequillo cubriendo su ojo izquierdo, usaba pantalón gris, tenis negros, una camisa con un estampado de camisa blanca con corbata por la parte del cuello. Estaba leyendo un manga.

-¿Qué dijiste Tim?

-Escuché que lo habían cambiado a la otra clase, creo que hubo un problema en su casa.

-Oh no, es todo mi culpa. Tendré que hablar con él cuando acabe la clase.

-No podrás hacerlo, tienen clase en nuestras horas de descanso.

-Ay no...

-¡Luan, Eastwood, la clase ya inició, guarden silencio!- gritó el profesor.

-Pero yo hablaba en voz baja- dijo el chico recostándose en su asiento intentando encogerse.

...

Mientras Luan estaba en su clase Benny caminaba por el pasillo con un chico más alto que él, con el mismo cabello, con una camisa abotonada roja, pantalones azules, y zapatos marrones. Benny caminaba decaído.

-No puedo creerlo- habló el mayor- Mi hermanito, el chico que no rompería ni un plato, castigado ja, ja. Debería agradecerte Benjamin, de no ser por ti, mamá y papá seguirían poniendo el ojo en mi, sin dejarme en paz.

-Sé que me equivoqué, pero ¿Era necesario cambiarme de clase?

-Oye, quien soy yo para juzgar, ahora si me disculpas, no debo permitir que me vean contigo, es vergonzoso.