Capitulo 8: Sabores pt 1

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✨Recomendación de canción ✨
Heart to heart - Mac DeMarco.

Satoru 🩵

Estaba recostado en una de las bancas del teatro, con el violín aún en mis manos, pero ya sin tocar. Los ensayos se estaban volviendo intensos, el evento importante estaba cada vez más cerca, y mi cuerpo no podía evitar ceder ante el agotamiento.

Mis párpados pesaban tanto como el peso de mis pensamientos. Era extraño para mi sentirme tan fuera de control, cuando siempre había sido alguien que se tomaba la vida con una sonrisa en los labios.

Confiado y despreocupado.

Pero en estos momentos, una angustia sutil me invadía. Mientras caía en un sueño ligero, mi mente me comenzó a jugar malas pasadas.

Pensaba en Suguru.

En cómo cada momento juntos había sido perfecto, tan perfecto que comenzaba a asustarme.

¿Qué pasa si esto no es real?

¿Qué si todo termina mal?

Era como si la sombra de una inevitable tragedia rondara cerca. No podía sacudirme la sensación de que, de alguna manera, no merecía a alguien como Sugubu. Era demasiado increíble, demasiado gentil. ¿Qué pasaría cuando descubriera que detrás de las bromas y la fachada despreocupada, yo tenía mis propias inseguridades?.

Di un suspiro pesado mientras dormía, mis pensamientos fluían de una marea oscura.

No soy suficiente.

No soy lo que él necesita.

El imaginar a Sugubu alejándose, mientras me miraba con ojos de decepción, diciéndome que ya no quería nada conmigo fue un golpe duro para mí. La imagen me hizo estremecerme, y mi corazón comenzó a acelerarse, incluso en el sueño.

De repente, un toque firme en mi frente me hizo despertar bruscamente. Abrí los ojos, desorientado, y encontré a Nanami mirándome con una expresión de seriedad y leve burla.

- Hola... hola... tonto -mientras me daba un par de palmadas suaves-. ¿Te quedaste dormido en medio del ensayo?

Parpade tratando de sacudirme el miedo residual del sueño. Me incorporé, acomodando mi violín en el estuche.

- Solo... me quedé pensando, eso es todo -respondí tratando de sonar despreocupado, aunque aún podía sentir el eco de la pesadilla latente en mi mente.

Nanami levantó una ceja, claramente escéptico.

- Si pensar te hace quedarte dormido, quizás deberías hacerlo menos -bromeó, aunque con su habitual tono serio. Luego, me dio una palmada en el hombro- Después del ensayo, vamos a la playa. El clima está perfecto, nada de lluvia esta vez.

Lo mire y asentí con una sonrisa forzada
- Claro, la playa suena bien. ¿Qué hora es?

- Son las dos de la tarde. Ensayaremos un rato más, pero después podremos relajarnos. Además, invitaste a alguien más ¿no? -dijo, dándome una mirada significativa. Yo solo lo observé, algo sorprendido de que mencionara eso pero solo asentí.

- Sí, bueno aunque espero que mi invitado no se aburra... -murmuré, más para mi mismo.

- Si se aburre, será por tu culpa -replicó Nanami secamente, antes de volverse para continuar con el ensayo.

El teatro se llenó nuevamente de música cuando todos retomaron sus posiciones, y yo me se sumergí en las notas, pero mis pensamientos seguían enredados en el recuerdo de la pesadilla y en lo que podría pasar si todo no salía como esperaba con mi chico encantador.

 𝓗𝓪𝓷𝓷𝓪  -  𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐧𝐨𝐭𝐚𝐬 𝐲 𝐬𝐚𝐛𝐨𝐫𝐞𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora