Capitulo 14: El dulce aroma a su amor pt1

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✨Recomendación de canción: Cry for me - HUNNY ✨

Satoru 🩵

Al mirarlo no lo reconocí, mis ojos seguían húmedos por las lágrimas pero, cuando enfoco más la vista, ahí está.

Suguru.

Lleva el mandil de la panadería, sucio de harina, y su rostro está manchado con restos del trabajo. Su cabello, que normalmente lleva atado con cuidado, ahora está desordenado, cayendo sobre sus ojos llenos de lágrimas. En sus manos sostiene una pequeña caja decorada con cuidado. En la parte superior, con letra temblorosa, se podía leer:

"Felicidades, Satoru, por tu gran esfuerzo. Te amo tanto".

Mi mirada baja a esa nota, pero el nudo en mi garganta no desaparece. Vuelvo a mirarlo y lo veo llorando, temblando. Suguru está roto, igual que yo. Sabía que me había fallado, que no había estado donde más lo necesitaba.

Que en su mente, me había traicionado.

No dije nada.

Simplemente desvisto mi rostro de cualquier emoción mientras aparto las lágrimas de mi cara con una arrogancia controlada. Estoy molesto, y él lo sabe. Ni siquiera intento consolarlo.

No ahora.

Y justo veo como extiende una de sus manos para tocar mi pecho lo que provoca que me aparte más.

-Llegaste tarde -le suelto, seco, sin mirarlo. Lo escucho sollozar más fuerte, pero no lo miro.

-Lo siento... -responde con la voz entrecortada, pero eso no me calma.

Sigo en silencio, conteniéndome, resistiendo el impulso de abrazarlo, de devorar su dolor con besos y decirle que no importa.

Porque sí importa, me lastimó.

-Me quedé en la panadería... -empieza a explicar Suguru, mirando el suelo-Los primeros panes de mora azul se quemaron, tuve que empezar de nuevo... quería que fueran perfectos, para ti.

Lo mire, y maldije en silencio a mi corazón por todavía quererlo a pesar de todo. Quiero decirle que todo está bien, que no pasa nada, pero no puedo. Solo le regalo el más amargo de los silencios.

-Me siento muy mal por no haber llegado... -Suguru sigue, su voz temblando.

No lo dejo terminar.

-Te lo dije... -mi voz se eleva más de lo que pretendía- Te lo mencioné muchas veces. Esto era importante, era importante.

¡era por ti!

Mis palabras cortan el aire, y él se encoge.

Siento la presión de las lágrimas nuevamente en mis ojos, pero esta vez no son de tristeza. Son de rabia, de frustración.

-Esa pieza era única -digo, mi voz ya quebrada-Era nuestro amor en notas, para ti, Suguru. Y no estuviste, yo... tenía planeado decirlo frente a todos... quería declarar lo que siento por ti.

Suguru, ahora más roto que antes, me interrumpe, su voz es un susurro desesperado.

-Aún puedes decirlo, Satoru. Aún puedes decirme que me amas...

Hago una pausa, mi mente se queda en blanco por un segundo. Me detengo, sin saber cómo responder. Hago un gesto infantil, desviando la mirada, pero el dolor está en cada rincón de mi cuerpo.

Suguru da un paso hacia mí, con la voz rota:

-Aún puedes...

-¿Por qué no contestaste mi mensaje? -le grito, sin poder contenerme, cortando cualquier esperanza que Suguru pudiera tener. Cambié de tema porque no quería escuchar esas palabras.

 𝓗𝓪𝓷𝓷𝓪  -  𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐧𝐨𝐭𝐚𝐬 𝐲 𝐬𝐚𝐛𝐨𝐫𝐞𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora