Miedo a la claridad

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¿Cuándo se ha visto que una niña le tenga miedo a la luz en vez d a la oscuridad? Pues ese es su caso.
Ella piensa que una vez que puedes ver algo es entonces cuando le das a ese algo la capacidad de asustarte. El miedo te ataca por lo que llegas a conocer y te sorprende. Ella le teme a las cosas que en un momento vio y le hicieron daño.Le teme al sol abrazador que revela los secretos de todos. Al sol hipócrita que desvanece las sombras de cualquiera, pero no deja que nadie se le acerque para preguntar el porqué de tanta sinceridad injustificada.Le teme al azul claro del mar que le hace creer que está cerca de la orilla y en cuestión de segundos unas olas traicioneras no la dejan respirar. La oscuridad de lo profundo le advierte desde un principio que debe tener cuidado. Sabe lo que puede esperar de ella.La luz deja ver las flores que se marchitan. En la oscuridad no debe preocuparse porque se note la pérdida irremediable de la belleza.Los espejos son el reflejo de la luz. En la oscuridad no importa cómo se ve. En la oscuridad puede divertirse a solas mientras que en la luz todos la miran.En la oscuridad puede ser la mejor amiga del monstruo escondido bajo su cama, hablar sola o con alguien; pensar en lo que ve y así no pensar en nada; escuchar, y que sea todo un misterio.La luz de la Luna la deja ver algo más allá, pero siempre respetando la intimidad del mundo. Puede jugar con su sombra y siempre sentirse en compañía. Saber sólo lo que le decidan mostrar. Tener un lado curioso que la incite a la aventura y descubrir cosas pequeñas entre los secretos de las tinieblas.Puede jugar al escondite. El juego tiene más sentido porque a quién realmente le importa se enfrenta a sus miedos y la encuentra y a quién no, el sol no se lo pone fácil para que la niña piense que puede contar con cualquiera.Luego esta niña crece. Y sin dar su permiso le encienden una vela cerca. La obligan a mirar la llama y se vuelve vulnerable. Sabe que a partir de aquí será más fácil encontrarla y hacerle daño. Comienza a pensar en las cosas que no puede ver y en las que ve y no le gustan, pero no puede pensar en voz alta pues se siente vigilada bajo un cielo azul claro poblado de ojos desconocidos. Ya el brillo de la Luna no es igual. Su amigo, el monstruo bajo su cama, le tiene miedo al fuego así que se aparta de ella. Su sombra huye. Y a la luz de la vela se siente sola.Apaga de un soplo la vela y comienza a sentir miedo de lo que no ve y no conoce. De lo que la luz le arrebató. No tiene más remedio que crecer con la agonía de que ningún lugar es seguro. No volvió a comparar la luz con la oscuridad. Empezaron a encenderle bombillos sin autorización. Dejándolo todo claro: dejándola expuesta.
Ya no hay vuelta atrás hacia una oscuridad segura. Y aunque se ve obligada a mirar hacia adelante, no confía para nada en la luz que se le impuso.

Susurros en lo profundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora