6.Muro del amor

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*Días después*

Altagracia

—Se supone que íbamos a cocinar juntas

Rodé los ojos recargándome en la barra.

—Estamos juntas, que cocine ya sería mucho pedir— toco mi abdomen— además ya debo irme

—Ok, cuando llegues ya estará listo

—No sé porqué te pones en estas, hay empleados— me acerco

Da de hombros continuando su tarea, dejo un beso en su cabeza y me alejo. No soy de dar besos y abrazos, bueno, con personas de mucha confianza si soy algo amorosa, con Mónica vamos paso a paso.

Hay días que siento que avanzamos mucho y otros en que parecemos dos extrañas, no es fácil simplemente dejar todo atrás y pretender un nuevo comienzo. Es lo que yo planteaba desde el principio pero practicarlo es otra cosa. Y menos ahora que Saúl siguen metiéndose en medio de ambas, el muy imbécil declaró públicamente que no solo estoy viva sino que secuestré a mi hija.

No me había fijado en todas las atrocidades que están pasando en el país sino hasta que salí de el, estaba muy sumergida en mis problemas y ni siquiera sabía de la existencia del supuesto grupo "arcoíris", no habían muchas noticias sobre ellos, al parecer los atentados solo eran en Monterrey pero ya se han visto en CDMX. Ahora sí que menos quiero dejar ir a Mónica sola y tendré que ingeniármelas para proteger a mi sobrina sin que se den cuenta.

Me veo en el espejo una última vez antes de salir de la camioneta, esta peluca es de mis favoritas. Ingreso al hospital como Leticia y como no me gusta esperar llegué Justo a tiempo para mi consulta. Previamente ya me habían hecho análisis de sangre pero para hoy tengo una ecografía a ver si tengo algo en el estómago. No estoy asustada, estoy demasiado asustada.

El doctor es conocido de Navarrete y por supuesto que sabe de que no es con Leticia quien trata, y eso no me gusta, cada vez son más las personas que saben que estoy viva.

—Y bien, ¿ya tiene los resultados?

—Sí, pero antes de hablar de eso, prefiero pasar a la ecografía

Soy de hombros sin darle mucha importancia, hago todo lo que me indica y luego de que organizara algunas cosas iniciamos, observo la pantalla algo confundida.

—¿Es un tumor o qué es eso?

—Un tumor que expulsará al mundo cuando este tenga nueve meses

—¿Qué?

—Espere, debemos hacer más análisis

Respiro profundo tratando de calmarme, esto no está pasando, esto no está pasando.

—Eso no puede ser, tengo mi menstruación normal

—Lo que imaginé

—¿Y ahora qué?

—Debió venir desde el primer momento en que sufrió dolores, si no se cuida pasará a mayores consecuencias..

Me siento. Dejé de oírlo hace mucho, me quedé con la información importante y salí del hospital, esto tiene que ser una broma pesada. Ahora lo que me preocupa no es precisamente tener un hijo, el problema son las condiciones en que llegará, no sé en qué momento mi situación se resuelva. Y peor aún, su padre.

Si esta noticia me hubiese llegado cuando estaba perdidamente enamorada y temerosa de perderlo, sería lo mejor. Pero ahora no, ahora no será más que un problema entre Mónica y yo, además Saúl desea con su vida ser padre y no me dejará en paz, y ahora lo que más deseo es olvidarme si se pudiese de que existe.

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