Un dia con el Conde Keren

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El dia de hoy mi madre saldrá a visitar a unas personas pero están fuera de la cuidad por lo que no puedo ir con ella así que hoy me quedaré con mi padre y Merazophis.

Mi madre salió de la casa antes de que amaneciera, según ella para tener el tiempo suficiente de charlar con quienes va a visitar pero yo creo que es para que pueda hacer todo lo que ella quiera.

Mi padre y los sirvientes se despidieron de ella cuando se fue pero yo no lo hice porque estaba durmiendo.

Quien me desperto fue Merazophis y me llevo a donde se encontraba mi padre.

En vez de ir a desayunar al comedor como de costumbre mi padre pidió que le llevarán el desayuno a su oficina y me puso en una pequeña cesta en el sillón de la oficina.

Merazophis me dio el puré de fruta que siempre me dan.

Al parecer mi padre solo desayuna en el comedor por mi madre y no porque el realmente quiera.

Mi padre esta distraído con los papeles que tiene en su escritorio y Merazophis esta ocupado haciendo todo lo que le pide mi padre así que ninguno me esta prestando atención.

¿Ya olvidaron que ustedes son los que me tienen que cuidar?

Les recuerdo que soy una bebé.

¿Que pasa si me caigo?

Esta cesta y el sillón son muy altos para un bebé, si me caigo desde esta altura podría sufrir daños.

Con razón mi madre es la única que me cuida, ella si tiene tiempo para mi.

Como si repentinamente recordará algo Merazophis volteo a verme y se dirigió hacia mi.

-Perdóname señorita Sophia pero su padre y yo tenemos mucho trabajo y no podemos prestarle mucha atención, pero ahora tengo algo de tiempo para usted.

Con eso dicho Merazophis me cargo y se sentó en el suelo conmigo.

Ya tengo la edad y la fuerza necesaria para comenzar a gatear así que rápidamente empecé a gatear por toda la oficina de mi padre. No es que sea lo más divertido pero no tengo nada mejor que hacer.

La oficina de mi padre es muy grande, además de tener estantes llenos de libros y un escritorio,  tiene varios sillones para las visitas junto con una pequeña mesa en el centro. En pocas palabras es como las oficinas que aparecen en los animes con entorno medieval.

Los libros tienen letras extrañas en el lomo y no entiendo lo qué dicen, aunque entienda el lenguaje no quiere decir que entienda la escritura.

Merazophis esta detrás de mi por lo que no hay problema con que siga de aquí para allá.

Me arrastre a los pies de mi padre y le jale el pantalón, el seguía distraído por lo que use más fuerza en mi jaloneo.

-¿Que haces ahí Sophia?- mi padre me alzó y me puso en sus piernas, mi plan funcionó.

¿Que era lo que quería?

Estoy aburrida así que decidí molestar un poco a mi padre y ver que era lo que lo tenía tan distraído.

-¿Acaso querías ver que era lo que hacía? Pero que curiosa eres pequeña Sophia.

Es incómodo que me hablen como a un bebé.

Ah.

Cierto, ahora soy un bebé.

-Son temas muy complicados pero haré mi mayor esfuerzo en explicarte, lo que tu papá está haciendo es la administración de todo el territorio, ademas de que estoy haciendo varias cuentas con el presupuesto para arreglar algunas partes de la cuidad.

Mi padre siguió explicándome con todo detalle lo que estaba haciendo pero de solo escucharlo me dio sueño así que estaba cabeceando un poco. Al darse cuenta de eso, mi padre llamo a Merazophis.

-Merazophis, ¿podrías leerle un cuento a Sophia?

-Por supuesto- Merazophis me cargo y me llevo de regreso a mi cesta, después se levantó y comenzó a buscar entre los libros que habían en el estante.

Después de un rato saco un pequeño libro y regresó al lugar en el que estaba.

Comenzó a contarme la historia de la diosa de Sariella, tenía varios temas que no creo que estarían categorizados como infantiles pero supongo que no hay muchos libros infantiles en este lugar, después de un rato me aburrió la historia y me quedé dormida.

Cuando desperte ya estaba atardeciendo.

Mi padre seguía con su trabajo y Merazophis fue el primero en darse cuenta que ya había despertado.

Se acercó a mi y me alimento para después seguir con su trabajo.

De repente tocaron la puerta.

-Mi señor, la señora acaba de llegar.

-Muchas gracias por avisarme- mi padre rápidamente se paró y me cargo, rápidamente ambos fuimos a la entrada de la mansion.

-Ya estoy en casa.

-¿Como te fue?

-Muy bien, pero los extrañe mucho pero sobre todo a mi hermosa Sophia- mi madre rápidamente me cargo y me abrazo.

-Sophia se porto muy bien.

-Mi pequeña Sophia, ¿Como te la pasaste con tu padre? Seguramente él se la paso trabajando y no te prestó atención.

-Por supuesto que le preste atención.

-Pedirle a Merazophis que la cuide por ti no es prestarle atención.

-Pero si hablamos por mucho tiempo.

-¿En serio?, ¿Y sobre que hablaron?

-Ah, bueno, pues hablamos sobre cosas muy importantes- mi padre desvío la mirada.

-¿Merazophis me podrías decir sobre que le hablo John a mi pequeña Sophia?

-Le hablo sobre la administración del territorio.

-¡Lo sabia!, pobre de mi niña, seguramente la aburriste con todo tu trabajo.

-Pero Sophia era la que quería saber.

-¿Como un bebé va a entender la administración? Seguramente solo quería que le prestaran atención.

La escena que esta pasando frente a mi es un tanto cómica y muy divertida así que no pude evitar reír un poco.

-Viste eso, mi hermosa Sophia acaba de reírse.

-Si, su risa es como la de un bello ángel.

Después de eso mis padres se la pasaron presumiendole a todos los que estaban en la mansión sobre lo hermosa que era mi sonrisa.

Puede que no sean iguales a mis padres de mi vida pasada pero sin duda alguna ellos son una muy buena familia.

Esto debe ser una recompensa por todo lo que sufrí en mi vida pasada.

Reflejos Del Día A DíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora