CRÍPTICO.

Capítulo 9 - Parte 3.

   — Eso realmente fue asqueroso en serio.

Jonathan, Rafael y Mateo iban caminando hacia sus respectivos salones debido a que ya iba a terminar su receso por ende, tenían que regresar, pero antes de que lo hicieran, Mateo al mirar hacia el cielo se dio cuenta de algo.

   — Mira un cuervo.

   — ¿Cuervo?—  preguntó Rafael alzando la vista.

Efectivamente un cuervo se encontraba volando alrededor de la escuela, pero a una altura alta, pronto nuevamente el niño sintió como es espectro comenzó a palpitar en su vista guiándolo hacia el ave y la sensación de sentirse amenazado provocó que pensase que el ave se fuese de ahí para sentirse nuevamente seguro.

Pronto y sin previo aviso el ala derecha del ave comenzó a incendiarse como si de una combustión espontanea se tratase, teniendo como consecuencia que el cuervo comenzase a quejarse de dolor y a caer en picada en medio del humo de sus plumas y carne chamuscada hasta que se estrello contra el techo de un carro afuera de la escuela en donde como si se tratase de magia el fuego en el ave desapareció por completo, pero aún dejándole heridas en el cuerpo y el ala del animal.

   — Que raro fue eso.

   — Sí...— pensativo Rafael miraba con preocupación lo que los ojos de los tres amigos acababan de presenciar.— Ahm, tengo que ir al baño adelántense, no me  tardo.

El chico caminó con rapidez hacia el baño de los hombres, en donde se miró frente al espejo sin poder creer lo que le estaba pasando, así que abrió la llave el grifo y dejó que cayera el agua en sus manos, esta misma se la echo a la cara y se golpeo los cachetes.

"Pensé que solo era mi imaginación, pero si esta pasando... Puta madre, ¿qué sucede? Escucho a la gente, la huelo, las pesadillas que tengo... Lo que pasaba de pequeño otra vez, pero... Él...", a su mente llegó aquellos recuerdos de cuando era pequeño y veía ese fantasma negro que le susurraba cosas. "Si él vuelve aparecer...", la preocupación lo invadió por completo, pero antes de pensar en algo más, el sonido de la campana lo alertó, así que rápidamente regresó al salón.

Por la noche, cuando estaba terminando de cenar con sus abuelos, decidió hacerles una pregunta.

   — Abuela, recuerdo que... Cuando era pequeño tenía un amigo imaginario.

Su abuela Juana estaba por llevarse los platos y por su parte su abuelo se encontraba bebiendo agua de un vaso de vidrio cuando él comenzó la conversación. Claramente ellos dos no se esperaran que les contase eso, esto provocó que se quedaran perplejos.

   — Sí, ¿por qué preguntas?

   — Resulta que... Hace un tiempo, Mateo me mostró un vídeo sobre duendes reales en Costa Rica y sucesos paranormales, por eso preguntó.

   — Aja...— mencionó su abuelo dejando su vaso de agua en la mesa con sumo cuidado sin quietarle la vista de enfrente.

Mientras tanto, Juana dejó los vasos y los platos apilados en la mesa y regresó a sentarse en su lugar.

   — Pero recordé también que, un psicólogo me vio y sucedió algo en la escuela, la verdad se me hace difuso eso, ya que paso hace años.

   — ¿Quieres saber que ocurrió? 

   — Sí...

Sus dos abuelos lo vieron serios, para después tomar un poco de aire antes de seguir con la conversación.