Capítulo 7: Aniversario de bodas.

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Capítulo 7: Aniversario de bodas

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Capítulo 7: Aniversario de bodas.

   — ¿Ya estás lista?— preguntó después de haber entrado al cuarto guardando su cartera en la bolsa trasera de su pantalón.

Luciendo un traje de Hugo Boss color negro muy elegante, con su mano derecha se peino hacia atrás su cabello rubio y corto que estaba peinado hacia atrás, dejando ver su cara cuadrada y muy fina, sus cejas medianamente poblanas, sus ojos eran almendrados y de color azul, su nariz era respingada y su boca mediana con labios medianamente delgados.

Era bastante alto y muy atlético, dejando ver esto con su vestimenta. Con una sonrisa colocó sus manos detrás de su espalda.

   — Ya casi...— una voz cantarina le respondió sin voltear a verle.

Se trataba de su esposa, que se encontraba sentada enfrente de su mueble con espejo donde se preparaba para ir a su fiesta, Evie, su esposa, se echaba hacia atrás su cabello largo y de color negro como el ébano, su piel era blanca, su cara era ovalada, sus cejas eran poblada y de color negro, sus ojos eran redondos y de color verde, contaba con unas pestañas largas, su nariz era recta y mediana, su boca era mediana y contaba con su labio superior delgado mientras que el inferior era grueso.

Era delgada, llevaba encima un vestido de color gris claro pegado, remarcando su figura y sus  atributos, los cuales, volverían loco a cualquier hombre, pues a pesar de tener ya dos hijos y contar con treinta y cinco años, seguía contando con la juventud necesaria para que la gente dudase de su edad.

Aún fijaba su atención al espejo de su mueble, dándose los últimos retoques en sus labios rojos por el pintalabios que ni si quiera notó que su esposo, de manera romántica se escabulló hasta detrás de ella y la abrazo por detrás lentamente.

   — Tan hermosa como siempre.

   — Ah...— fingió una sonrisa, pero acto seguido se irguió alejándose de él para terminar de arreglarse sin si quiera voltear a verlo.

Este comportamiento ya lo conocía, miró el espejo observando por el rabillo del ojo como ella bajo levemente la mirada y apretó levemente su puño.

   — Te espero afuera.— fingió una sonrisa y luego salió rápidamente sin ver hacia atrás.

   — Sí, cariño.

Después de pasar por el umbral de la puerta, cerró esta detrás de él al mismo tiempo que su sonrisa se esfumo, intranquilo agacho la mirada y vio el suelo del corredor era de madera café clara y eran brillantes, recordó que ella se la había pasado toda la tarde limpiando y fregando toda la casa para que estuviese reluciente. Parecía perdida en su mente, tan enfocada lavando trastes y limpiando las ventanas que no se atrevió hablarle en toda la tarde para no interrumpirla.

   — Hola, colega... ¿Cómo estás?— era Brandon, su amigo. Puso su brazo sobres su hombro derecho.

El muchacho de cabello color rojo y peinado hacia atrás lucía un traje negro de color negro al igual que él, solo que de diferente marca, pues el lucía Armani. Brandon era más alto que él, su cara era cuadrada y sus ojos eran de color verde, sus cejas eran delgadas y alargadas, su nariz era chata, sus pómulos eran pronunciados, y su boca mediana con labios delgados. También era atlético, pero no tanto como él, pues era más delgado.

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