Prólogo

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Las puertas de la habitación se abrieron con fuerza, de entre las sombras una dama de extraordinaria belleza salió con un rostro disgustado.

Sus tacones resonaban por todo el pasillo, la gente a su alrededor se abría para darle el paso a una mujer tan imponente. En el fondo todos cuchicheaban expectantes por lo que sucedería. 

——¡Catalina!_——gritó un caballero de rizos castaños_ ¡Puedo explicarlo!_ dijo el muchacho mientras corría para alcanzarla. 

La doncella siguió su camino hasta que aquel joven la detuvo tomándola por el brazo.

——Catalina, dame un minuto y te lo explicare, por favor, escúchame.

——¿Explicar que? ¡eh Leonard! ¿vas a explicarme como te casaras con otra mujer en mis narices? ¿y que ya todo el mundo tenia conocimiento de ello menos yo?.

——No fue intencional, yo tampoco tenia idea hasta ayer, Lina por favor, créeme.

——¡No te creo nada!—— en ese momento la dama le lanzó una fuerte cachetada en la mejilla izquierda.

——CHAZ—— se escuchó.

Hubo un silencio cargado de estupefacción. 

Catalina se soltó de su agarre retirándose indignada, tenia el rostro morado por la rabia.

Leonard se sobó el cachete cerrando los ojos con dolor y arrepentimiento entremezclados.

Aquellos pasos de tacón alto, que caían con fuerza sobre el suelo del salón, mostraban la silueta de esa mujer, que se perdía poco a poco en la oscuridad, como si se tratara de una hoja de papel siendo quemada.

Ese momento fue el último que pude recordar antes de que todo desapareciera por completo. 

Y cuando amaneció, yo ya era Catalina Winston.

La villana de esta historia.

Catalina la Duquesa de la Familia WinstonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora