Capítulo 8: Haciendo un Plan

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Tras la reunión de los Winston ocurrieron bastantes cosas.

El día de hoy Meli y yo, nos encontrábamos degustando un refrigerio en el jardín del recinto al mediodía.

Amelia bebía una taza de leche y yo cortaba un poco de la tartaleta de manzana, era tan suave que se desintegraba al contacto con la lengua, simplemente deliciosa.

En eso, el mayordomo real se detuvo en una esquina, esperando nuestra aprobación para ingresar, moví la mano derecha en signo de afirmación, con mucha prudencia llegó a mi lado e hizo una reverencia.

_Lady Winston, le he traído la correspondencia_ mencionó, colocando ante mi una charola con varias invitaciones de eventos importantes.

_Entiendo, Alicia podrías hacerme el favor de tomar las cartas y leer el título de cada una por favor.

_Si señorita_ Alicia las tomo todas y comenzó a acomodarlas.

_Muchas gracias, ya puede retirarse_ respondí.

_Por supuesto, sigan disfrutando de su tarde_ expresó el mayordomo antes de irse con avidez.

_Bien, si me lo permite daré inicio_ dijo Alicia_ Le ha llegado una invitación a una fiesta privada por parte de la Condesa de Borbón, también la han convocado a una obra de teatro nocturna, se solicita de su presencia en una carrera de caballos, un museo inaugurará una nueva exposición de arte y le ha regalado dos boletos en primera fila.

Amelia levantó una ceja curiosa.

La observe entrecerrando los ojos.

_¿Deseas ir a esa exposición?.

Meli acentuó la cabeza.

_Entiendo, serás mi acompañante así que despeja tu agenda para ese día, alce la mano esperando a que me dieran el boleto y se lo entregué, Amelia lo tomo con cautela y comenzó a revisarlo.

_¿Eso es todo?_ cuestioné.

_No señorita, aún queda una última carta, no lleva ningún titulo, sin embargo, tiene el sello y la marca del Imperio.

Estuve a nada de beber el líquido de mi taza, pero me detuve en ese mismo instante con una media sonrisa, deje el tazón en la mesa y tome aquella carta. Me quite los guantes y la abrí:

"Invitación al Banquete Imperial"

Nos complace anunciar, que pronto se realizará el banquete anual de la familia real y nos encantaría contar con su presencia durante nuestra velada, la cual se llevará a cabo el siguiente 15 de marzo del presente año a partir de las 19:00 horas. El código de vestimenta es un vestido de noche con tonos obscuros y brillantes. Sin nada más que añadir. Att: La familia Imperial.

El show pronto iba a comenzar.

Volví a colocar el papel dentro de su sobre_ Alicia, debo encomendarte una nueva tarea, entrégale esta carta a mi madre, preciso que lea su interior y en cuanto la veas, dile que viene de mi parte y que he sido invitada.

_Si, señorita, enseguida_ mi ayudante tomo la carta y se fue.

Volví a sonreír y en esta ocasión continué bebiendo y comiendo.

_Ya has vuelto a ser tú_ me interrumpió Amelia.

Ese comentario me dejo fuera de lugar_ ¿a qué te refieres con eso?.

_Que Catalina Winston ha regresado, antes parecías otra persona_ fue lo que me dijo con bastante seguridad.

_Puede que si haya sido alguien más_ susurre.

Meli solo se dedico a mirarme de reojo.

_Es hora de entrar_ comenté.

Las dos ingresamos a la sala de estar y nos despedimos cortésmente.

Inmediatamente me dirigí a mi escritorio personal, una zona de trabajo dentro de mi dormitorio, Alicia llegaría a la brevedad con el encargo que le hice hace un tiempo.

Escuche el chirrido de mi habitación, mi asistente se adentró en silencio e hizo entrega de unos papeles dentro de un oficio, tomé el cuchillo más cercano para rasgarlo y sacar su interior, le di un chequeo rápido.

_Perfecto_ manifesté complacida_ sin duda, eres mi mucama de mayor confianza, he de admitir que estoy muy agradecida.

_No es nada señorita, es mi trabajo y estaré siempre a su servicio_ respondió con una inclinación.

_Claro, ya puedes retirarte_ expresé, viendo como desaparecía en cuestión de segundos.

Hace unos días, acudí al banco central para sacar una cuenta de ahorro, pero surgió un problema y es que las mujeres tienen prohibido hacer algún tipo de tramite sin el permiso de su marido, esas son las reglas de la época, así que fui otra vez, solo que con una identidad falsa: Philip Velaour es mi seudónimo y el nombre falso que utilice para registrarme, incluso me vestí de hombre y puedo asegurar que me veía muy guapo. El proceso salió bien, solo tuve que falsificar algunos ingresos y patrimonios a mi nombre. La única que tiene pleno conocimiento de esto, es Alicia.

El oficio que acabo de recibir, son los papeles que confirman la existencia fidedigna de mi cuenta bancaria junto con mi primer depósito, tengo planeado guardar dinero y mantenerlo como un fondo de emergencia para mis planes a futuro.

Si no puedo hacer transacciones y conseguir riquezas de forma legal, entonces tendré que hacerlo desde las sombras. Mi padre era el dueño de varias fabricas de telégrafos y bombillas, dos productos muy lucrativos, igualmente, la venta de piezas de auto serán populares en dos años así que mis planes abordan introyectarme en la industria automotriz.

Por ahora, ya había trazado dos ideas principales:

Lo primero es convencer a mi padre de heredarme algo de su patrimonio como alguna de sus fábricas o adquirir algún terreno con propiedades de los Winston.

Lo segundo es casarme con un hombre muy rico, que sea astuto en los negocios y sobre todo que me permita tomar decisiones de mucha influencia monetaria y creo que se donde puedo encontrar a alguien así.

En el banquete real, vendrán príncipes, duques y condes pertenecientes a la aristocracia más rica y poderosa del reino.

Y también era el lugar perfecto para cautivar los corazones de algunos cuantos caballeros.

Catalina la Duquesa de la Familia WinstonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora