Capítulo 6: Conversaciones en la Hora del Té

23 2 0
                                    

Ya habían pasado algunos días tras el debut de mayoría de edad.

Y esa tarde mi amiga Soph y yo nos reunimos en un restaurante para la hora del té. Las dos estábamos sentadas al lado del ventanal de vidrio, frente a la calle principal del centro de Londres, conocida por ser el punto más importante del comercio y el glamour, se podían ver las tiendas de zapatos, perfumes, moda, restaurantes y teatros, la vida citadina era muy dinámica.  

 _Escucha con atención, necesitas saber lo que escribieron sobre ti en este panfleto_ comentó Sophie, tomando el papel con nerviosismo, posteriormente hizo un jadeo con la garganta. 

La semana anterior durante la fiesta de bienvenida de las debutantes tuvimos a merced una cantidad sublime de mujeres jóvenes rozagantes de hermosura, las cuales, se encuentran en la difícil búsqueda de un prometido rico, en esa misma noche vimos a su alteza real, Leonard de Neville bailar con una afortunada señorita en su debut, el sueño de muchas damas en su primer baile en sociedad, pero una realidad para Catalina Winston la hija del Duque Winston.

¡Oh! ¡El linaje Winston! ¿por donde debería comenzar? la familia con el legado de los ojos malditos, las malas lenguas dicen que, a donde quiera que vayan traerán consigo un terrible augurio y mala suerte a cualquiera que se involucre con ellos, sin embargo, he de decir que su primogénita goza de una belleza extraordinaria, casi surreal, ¿será que el príncipe cayó rendido ante su fascinante encanto?.

¿Será por dinero o por amor? Catalina, la duquesa siempre ha sido conocida por ser una mujer excéntrica, con vestidos de alta costura y joyas con un precio de muerte y mejor no hablemos de su mal carácter, eso dejémoslo para otro capitulo de chismes.

Suspire con una mezcla entre resignación y molestia_ No puedo creer que hayan hablado sobre mi de esa forma tan despectiva, apenas fue mi primer evento en sociedad. 

_Hay mi querida Lina, sabes perfectamente que este tipo de inconvenientes se venden como pan caliente_ respondió mi amiga sin mirarme a los ojos, al parecer la información de aquel panfleto captaba toda su atención. 

Me mantuve sin decir nada por unos segundos y entonces pregunté_ ¿Tendrás de casualidad información sobre su alteza real?.

Sophie me miro con una sonrisa coqueta_ ¿qué sucede?_ respondió dubitativa_ ¿estas interesada en él acaso? jamás imagine que la Catalina fría que solo se ha dedicado a utilizar a cualquier hombre que se le cruce este interesada en alguien. 

_Estoy interesada pero no por las razones que tú piensas_ agregué. 

_ummm, si claro, supongamos que lo que dices es verdad_ me contestó dejando el conjunto de papeles en la mesa con un pequeño azote de manos_ he leído algunos chismes sobre él caballero en concreto, como nota personal yo te recomendaría que no te relaciones mucho con él, tiene una muy mala reputación.

_¿Enserio? ¿pero a que te refieres con eso exactamente?_ cuestioné dudosa.

_Verás, existe una voz anónima que sale del palacio real y le cuenta secretos a una editorial de chismes, de ahí han salido una cantidad abrumadora de indiscreciones muy jugosas de la familia imperial y dentro de las cosas que se han filtrado, salieron a la luz cositas del príncipe, resulta que es un total mujeriego, se ha besado con chicas en eventos exclusivos, ha llegado a meter señoritas a su habitación, incluso se dice que recorre las calles de los barrios bajos para reunirse con mujeres de la vida alegre.  

Lance un jadeo sorprendida, eso si que no me lo espera ¿Leonard era un mujeriego? no recuerdo haber leído nada sobre esto en la novela. 

_¡Espera un momento, mira esto de aquí!_ Sophi me señaló algo en la revista_ ¡la sección de chismes también habló sobre mi!.

_Eso es genial ¿y qué es lo que dice?.

_Durante la velada nocturna, todos deleitaban un pastel exquisito, bueno, a excepción de la duquesa de Carpell que fue empujada por una acompañante que le restregó todo el postre encima, el rostro de indignación por parte de la duquesa debió haber sido enmarcado en un cuadro para el deleite futuro. 

Sophi hizo un espacio para respirar, pues dijo todo de corrido sin parpadear, después continuó con la lectura:

_Pero hablemos de otro tema, He de añadir que poco se ha hablado sobre Shophie Carpell, hija de uno de los duques más influyentes en la aristocracia inglesa, su vestido sin duda, fue el más excepcional de todos, con diamantes traídos desde tierras lejanas y con telas de seda muy fina, la joven lucia deslumbrante y como era de esperar, ha impuesto una nueva moda para las señoritas de la alta sociedad, que harán hasta lo imposible con tal de conseguir un vestido con el mismo corte de alta calibre como el suyo.  

_Vaya, al parecer le caes bien al editor.

Sophi comenzó a saltar de la emoción.

_Espera, entonces la chica que derramó el pastel sobre tu vestido ¿lo hizo por envidia?.

_Ay Cati, obvio que fue por envidia, mis vestidos siempre han marcado tendencia y además, era nuestro debut, tenia que brillar_ Sophie lanzó un beso al aire, ciertamente en la historia original también era una completa diva de la moda. 

_Ha llegado la hora de partir_ me interrumpió de mis pensamientos_ la hora del té ya ha terminado, si no regreso a las 6 en punto mi madre me matará.

_Te entiendo completamente, la mía también es así_ le dije entre risas.

Ambas nos levantamos y salimos del restaurante.

_Dictemos un día para reunirnos nuevamente_ comenté.

_Veámonos en la fiesta que hará la Baronesa de Canterville, es en una semana ¿si recibiste la invitación cierto?.

_Uff_ exclamé_ Claro que la recibí y como ahora ya somos oficialmente mujeres de sociedad, no puedo perdérmela por nada_ le guiñe un ojo, ella me sonrió entendiendo el doble mensaje. 

Las dos caminamos tomadas del brazo rumbo a nuestros carruajes.

_Excelente_ objetó Soph_ entonces dejemos el tema de los pretendientes para la siguiente ocasión ¿Cuántas cartas de recomendación recibieron tus padres? porque mi madre ayer casi se desmaya de la emoción al ver más de 50 cartas en la entrada de nuestra casa.

_Ni que decir, el buzón estuvo a punto de reventar hoy por la mañana, mamá igual estuvo muy hiperactiva todo el día. 

Las dos nos reímos nerviosas, la época de los pretendientes ricos ya había tocado nuestras puertas. 

Catalina la Duquesa de la Familia WinstonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora