Al día siguiente, Lincoln dormía profundamente en su cama, disfrutando de una merecida paz después de toda la emoción de los últimos días. La brisa suave entraba por la ventana, y todo parecía estar en completa calma. Pero de repente, sin previo aviso, sintió una extraña sensación, como si el aire a su alrededor comenzara a moverse de forma rara. En cuestión de segundos, antes de que pudiera reaccionar o siquiera despertar completamente, su cuerpo desapareció de su cama en un destello de luz.
Cuando Lincoln abrió los ojos, se encontró en un lugar completamente diferente. Ya no estaba en su habitación. Todo a su alrededor parecía más colorido y extraño. Las paredes tenían colores vibrantes y dibujos extravagantes. No había ninguna señal de su casa o de su familia.
Lincoln: (con los ojos bien abiertos) ¿Qué... dónde estoy?
Justo cuando intentaba orientarse, escuchó una voz familiar a lo lejos.
Timmy: (gritando) ¡Cosmo! ¡Wanda! ¿Qué estaban pensando? ¡La idea era arreglar las cosas con Lincoln, no traerlo aquí sin que lo supiera!
Lincoln se dio la vuelta, aún confundido, y vio a Timmy Turner de pie, con los brazos cruzados, claramente molesto. Pero lo que más lo sorprendió fue la escena a su alrededor. Frente a Timmy estaban dos pequeñas criaturas flotando en el aire. Uno era un hombrecillo verde y el otro era una mujer con cabello rosa. Los dos llevaban coronas y varitas mágicas.
Lincoln: (en shock) ¿Qué... qué está pasando aquí?
Timmy ni siquiera se había dado cuenta de que Lincoln había despertado, tan concentrado como estaba en regañar a Cosmo, uno de sus padrinos mágicos.
Timmy: (todavía molesto) Cosmo, ¡esto no era lo que teníamos que hacer! Quería disculparme por las bromas mágicas que causaron todo ese desastre en la escuela, ¡no traerlo aquí de golpe!
Cosmo: (con una sonrisa despreocupada) ¿No era esa la mejor manera de hacerlo? Pensé que sería más divertido.
Wanda: (suspirando) Cosmo, cariño, creo que no entendiste el plan.
Lincoln, que hasta ese momento se había quedado congelado al ver a Cosmo y Wanda, finalmente encontró las palabras.
Lincoln: (incrédulo) ¿Qué... qué son esos...? ¿Ellos...? ¿Tienen alas y varitas...? ¿Y por qué están flotando?
Timmy se dio la vuelta rápidamente al escuchar la voz de Lincoln, con una expresión de sorpresa al darse cuenta de que su amigo ya estaba despierto.
Timmy: (con una sonrisa nerviosa) Oh, hey, Lincoln... Veo que ya te diste cuenta de lo que está pasando... Ejem, estos son mis padrinos mágicos, Cosmo y Wanda.
Lincoln no podía creer lo que estaba viendo. ¡Había escuchado muchas cosas locas en su vida, pero esto era completamente nuevo!
Lincoln: (en shock) ¿Padrinos... mágicos? ¿Es en serio?
Cosmo: (agitando su varita) ¡Así es! ¡Somos mágicos y podemos conceder deseos! ¿Quieres una pizza gigante o tal vez una montaña rusa en tu patio?
Wanda: (sonriendo amablemente) Hola, Lincoln. Lamento lo de antes. Cosmo y yo estábamos tratando de ayudar a Timmy con un problema en la escuela, pero parece que las cosas se salieron de control.
Lincoln, aún incrédulo, trató de procesar todo lo que estaba viendo.
Lincoln: (frotándose los ojos) Esto es una locura... primero un concierto loco, y ahora esto. Creo que mi vida se ha vuelto demasiado surrealista.
Timmy, ahora más relajado, se acercó a Lincoln.
Timmy: (riéndose) Sí, lo sé. Es mucho para asimilar de golpe. Pero no te preocupes, Cosmo y Wanda solo querían arreglar las cosas después de que un par de bromas mágicas causaran problemas en la escuela... Aunque parece que se pasaron un poco esta vez.
