(esto va hacer comedia y risa nada de tomarse encerio)
Cuando el grupo se teletransportó al siguiente destino, el cambio de ambiente fue inmediato y sofocante. El aire denso y el sol abrasador golpearon sus cuerpos con una fuerza implacable. Lincoln, Timmy, Wanda y Cosmo empezaron a sudar instantáneamente, mientras el calor envolvía cada fibra de sus seres.
Lincoln se pasó la mano por la frente, intentando bloquear el sol con su brazo.
Lincoln: (jadeando) ¿Dónde... estamos? ¿Es esto una especie de... horno gigante?
Cosmo, con su actitud despreocupada, estaba parado con la lengua fuera, como un perro bajo el sol.
Cosmo: (con una sonrisa tonta) ¡Al menos aquí no hay monstruos! ¡Solo un sol gigante que nos quiere rostizar como tocino!
Timmy: (sudando y algo frustrado) ¡Cosmo! ¡Eso no ayuda!
Wanda, que estaba agitando una pequeña nube para hacer algo de sombra sobre Timmy, miró a su alrededor con desconfianza.
Wanda: (mirando con curiosidad) Definitivamente, esto no es Atlantis. ¿Dónde demonios nos hemos metido ahora?
Justo entonces, Chamcaster, que seguía aferrada a Lincoln (por razones obvias, según ella), alzó una ceja y sonrió como si supiera exactamente dónde estaban.
Chamcaster: (de manera serena) Ah... por fin, Egipto.
Timmy y Lincoln intercambiaron miradas confundidas, mientras Cosmo parecía emocionado.
Cosmo: (feliz) ¡Egipto! ¿Es aquí donde venden esos gatos raros que caminan como humanos?
Wanda: (sarcástica) No, Cosmo. Es donde construyeron pirámides, y adivina qué, hace calor.
Lincoln, con el sudor recorriéndole la frente, levantó una mano tímida mientras Chamcaster seguía apretándolo cerca de ella.
Lincoln: Chamcaster... ¿podrías...? (tratando de desviar la vista) Digo... ¿por qué estamos en Egipto?
Chamcaster, aún muy cerca de él, sonrió de manera coqueta antes de responder, como si estuviera disfrutando la situación.
Chamcaster: (en un tono juguetón) Estamos aquí porque la próxima pieza está escondida en uno de los templos antiguos de los faraones. Además... (mirando a Lincoln con picardía) ...necesito que te mantengas cerca para protegerte del calor.
Lincoln trató de procesar lo que dijo, mientras el calor solo aumentaba su incomodidad, pero antes de poder responder, Cosmo intervino con su típico comentario absurdo.
Cosmo: (excitadamente) ¡Oigan! ¡Tal vez podamos pedirle a la esfinge que nos dé pistas!
Timmy: (confundido) ¿Qué?
Cosmo: ¡Sí! Seguro tiene aire acondicionado adentro de esa gran cabeza de gato! (mirando alrededor) ¿Dónde está la esfinge?
Wanda: (con un suspiro de resignación) Cosmo, la esfinge no tiene aire acondicionado... y además, es una estatua, no un gato gigante.
Timmy: (agotado) Esto es peor que cuando nos teletransportamos al Polo Norte... ¡por lo menos ahí había hielo!
Chamcaster soltó una risa suave, obviamente no afectada por el calor, mientras le hacía un pequeño guiño a Lincoln.
Chamcaster: (con tono coqueto) Bueno, si las cosas se ponen más calientes, siempre puedo enfriarte, Lincoln.
Lincoln: (sonrojado) Ah... yo... bueno...
Antes de que Lincoln pudiera decir algo más, Cosmo decidió subirse a la diversión de una manera muy propia de él. Agitó su varita mágica y, con un destello de luz, hizo aparecer un montón de ventiladores giratorios a su alrededor. Pero, como era de esperar, no funcionaban correctamente.