7:00 am.
01 de noviembre de 2018.
Apartamento de Ezra Miller.
Queens, distrito de New York. Estados Unidos.
Había pasado casi toda la noche en vela, era increíble todo lo que había pasado en una sola noche; por lo menos Jayden no había llamado pidiendo que hiciera algún tipo de trabajo. Sin embargo, había pasado cosas que nunca me habían sucedido como el hecho de que había salvado a una chica de un imbécil, le había dado una paliza al imbécil ese, había traído a esa misma chica desconocida que se me hacía conocida por ser una de las chicas más populares de la universidad; a mi apartamento en medio de la noche, Lily se había enterado de que estuve en una pelea por mis nudillos y esa chica estaba ahora durmiendo en mi sagrada cama. Definitivamente esta noche estuvo de maravilla, que se note el sarcasmo por favor.
Ya eran cerca de las siete de la mañana y no había dormido absolutamente nada, cuando empecé a escuchar gritos provenientes de mi habitación. Me levanté con cuidado de no despertar a Lily y me dirigí a mi habitación. Al abrir la puerta, me encontré con la chica en mi cama con las cobijas entre sus piernas, se le notaba que estaba muy alterada y transpirando con mucha intensidad. Me acerqué casi ella y no pude evitar escuchar cómo pedía a gritos de ayuda.
–...No, no. Déjame en paz... –Seguía repitiendo una y otra vez. –...Déjame ir, te lo suplico... –Se notaba desde lejos que la chica suplicaba entre sueños que aquella persona la dejara libre.
Me senté en la orilla de la cama, no pude evitar ver lo hermosa y tierna que es a pesar de que se encontraba aterrada. Y saber que estando despierta parecía ser la chica perfecta ante la vista de toda la universidad y que solo le importaba las cosas superficiales como lo es la moda, las fiestas y los contactos. Pero aquí me di cuenta de que, tiene problemas igual que todos nosotros, igual que yo. Después de verla un tiempo y ver como su cara cambiaba debido a las emociones que está teniendo dentro de su sueño, la iba a despertar. Cuando ella fue la que se levantó de un salto quedando sentada sobre la cama, con su respiración entrecortada y su frente perlada por el sudor.
Se pasó las manos por el cabello, para tratar tranquilizarse, parecía que no me había notado aún. –Estás a salvo, Aria. – Empezó a hablar en voz baja, se repetía una y otra vez, era similar a un mantra. Ahí fue que conocí el nombre, de la chica desconocida.
Aria.
Yo estaba en silencio mientras que ella seguía repitiendo la misma frase. Hasta que levanto la cara, solo podía ver su perfil izquierdo, hasta que giró su cara hacia mi dirección. Su rostro quedo enfrente al mío, pude ver como sus expresiones faciales pasaron de confusión a angustia en tan solo unos segundos.
–¡Oh, Dios! Te desperté, ¿Verdad? – Dijo ella, con angustia en su rostro. –No tranquila, pero ¿Tu estas bien? – Me sentía estúpido preguntando esto, pero no era normal que amaneciera yo con una chica después de una fiesta y mucho menos que estuviera en mi cama. Por lo menos tenía que comportarme como todo un caballero con ella.
A pesar de que ya había hecho la pregunta, ella seguía sin responderme y eso me impacientaba de una manera que no entendía. Estaba por decirle que debía de decirme para poder saciarme este intenso y desesperante sentimiento que me oprimía mi pecho de una manera que no podía entender si era posible por apenas una conocida.
Estaba por abrir mi boca cuando ella levantó su cara de entre sus brazos para verme, no pude evitar soltar un pequeño jadeo; su expresión era tan inocente y tierna. No pude evitar centrar mi vista en sus ojos que eran de un intenso verde, de esos que te dejan sin aliento por la cantidad de sentimientos que transmiten con tan solo una mirada a pesar de no conocer a la persona. Fue tan solo unos segundos que pude ver el dolor y la valentía que estos transmitían, para después ver tanto su expresión como sus ojos solo me dejaban ver tranquilidad, que por experiencia propia puedo decir que es falsa.
–No tranquilo, estoy perfecta. – Afirma ella, aunque creo que es más para ella misma que para mí. Así que prefiero no comentar nada con respecto a lo que acabo de ver, sus razones tendrían ella si no quiere comentar lo que sucede y mucho menos con un completo extraño como lo soy yo. Yo haría exactamente lo mismo que ella si alguien se enterara siquiera una pequeña parte de mi secreto, porque el comentárselo a alguien es darle la oportunidad de destruirte sin piedad alguna y eso yo no lo iba a permitir en ningún sentido. – Gracias por dejarme quedar en tu casa a noche. – Dice con una sonrisa en su cara sin dejar de verme.
–De nada, supongo. – No sé qué responderle, se supone que tiene su propio auto por lo que afirmó que tiene apartamento a menos que viva con sus padres y no tenga permitido llegar ebria, pero sinceramente no me interesa el saber porque pidió que la dejara dormir en mi casa. Lo que sí me preocupa es el hecho de que yo lo permitiera, eso sí que era extraño.
Nos quedamos en silencio, ella con la mirada perdida y yo tratando de entender que fue lo que me hizo como para que yo aceptara traerla hasta mi apartamento, arriesgando que ella divulgue donde vivo y el hecho de que vivo con Lily. Estaba tan ensimismado en mis pensamientos que no me di cuenta cuando abrieron desde dentro la habitación de Lily; salía ella con su pijama de estrellas y con su cara de sueño, venía hacia nosotros.
–Ezra, tengo hambre. – Ni siquiera es capaz de decir un simple "Buenos días". Típico de Lily, definitivamente, ella se termina de acercar hacia nuestra posición. Se sube a la cama y destiende las sábanas para poder seguir durmiendo. Mientras que ella termina de hacer eso y de acomodarse para seguir durmiendo, me fijo en la pequeña sonrisa que tiene Aria en su boca. A pesar de que es pequeña está llena de sinceridad, lo puedo ver en sus ojos verdes que brillan con intensidad.
Ella al ver que tengo mi vista puesta en ella, fija su mirada llena de interrogancia en mí. Nos quedamos en silencio, otra vez, sigo sin retirar mi mirada, pero siento el movimiento de Lily en la cama. Es hora de prepararle el desayuno a la niña, así que retiro mi cara para poder levantarme y no mirar a la chica que sigue en mi cama.
–¿Quieres algo para desayunar? – Le pregunto sin ser capaz de mirarla a esos ojos que, sin saber porque me hipnotizan de una manera que ni yo entiendo.
–Sí, gracias. – Termina de decir ella después de un breve momento que fue llenado con el silencio. Yo simplemente, asiento con la cabeza y me dirijo a la cocina esperando que ella no despierte a Lily; sinceramente ella es la que necesita descansar más que yo. Con ese pensamiento, empecé a sacar todo lo necesario para un desayuno suficiente para los tres.
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En La Oscuridad
Mystery / ThrillerCada uno trata de vivir su vida con el fin de ocultar su pasado, tratando de ocultar sus más oscuros secretos ante la vista de los demás y sin dejar que nadie entre en sus vidas más allá de lo que dejan ver. Pero, llega en momento en el que se encue...