Antes no tenía a quien amar
Mucho espero por alguien especial
O alguien a quien darle lugar
Alguien como tu tan linda y diferente
No puedo ahora sacarte de mi mente
Ahora pienso en ti a cada instante
Ya encontre a la persona que esperaba
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El sol se filtraba suavemente a través de las ventanas del castillo, iluminando el aposento donde Mei se encontraba sentada. A pesar del bullicio del festival que aún resonaba en el exterior, había una atmósfera de calma en la habitación. La ansiedad había comenzado a acumularse en el pecho de Mei, y su mente divagaba sobre lo que la doctora real podría revelar.
Bakugo había insistido en que debía hacerse un chequeo, preocupado por su bienestar y por cualquier posible noticia sobre un embarazo. Mei, aunque nerviosa, había accedido, deseando saber si sus presentimientos eran ciertos.
La doctora real, una mujer de aspecto amable pero firme, entró en la habitación. Su cabello canoso estaba recogido en un moño, y su toga blanca estaba impecablemente doblada.
─ Buen día, Reina Mei ─saludó con una sonrisa, acercándose a ella con un aire profesional pero cálido─. Estoy aquí para realizar la revisión como lo pidió el Rey.
Mei asintió, sintiendo una mezcla de nerviosismo y emoción.
─ Muchas gracias, doctora ─respondió, intentando mantener la calma.
La doctora se dispuso a preparar el espacio, asegurándose de que todo estuviera listo para la revisión. Mei se sintió un poco incómoda, pero la calidez de la doctora la tranquilizaba.
─ Es completamente normal sentirse ansiosa, especialmente cuando hay posibilidad de un embarazo ─dijo la doctora, notando la inquietud de Mei.─ Tómese su tiempo.
Mei tomó una respiración profunda y se concentró en la sensación de su cuerpo. Después de un breve momento, la doctora le pidió que se recostara y comenzó la revisión.
A medida que la doctora realizaba su examen, Mei trató de distraerse con pensamientos sobre Bakugo, sobre cómo había estado a su lado durante todo este tiempo y lo emocionada que estaría si realmente estaban esperando un hijo. Finalmente, después de unos momentos que parecieron eternos, la doctora se sentó en su silla, una expresión de seriedad mezclada con satisfacción en su rostro.
─ Reina Mei, tengo buenas noticias ─anunció, mirando a Mei a los ojos─. Tras la revisión, puedo confirmar que efectivamente está embarazada.
Las palabras resonaron en la habitación, y el corazón de Mei dio un vuelco. Una mezcla de alegría y asombro la invadió.
─ ¿De verdad? ─preguntó, su voz temblando de emoción.
La doctora sonrió ampliamente.
─ Sí, así es. Es un momento emocionante y, aunque puede haber muchos cambios por delante, estoy aquí para ayudarla en cada paso del camino.
Mei sintió que las lágrimas de felicidad comenzaban a acumularse en sus ojos. Era una noticia que había deseado con todo su ser.
─ No sé qué decir ─murmuró, su voz llena de emoción.