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Estaba en casa de JB, dentro de la camioneta junto a Sarah y Kiara

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Estaba en casa de JB, dentro de la camioneta junto a Sarah y Kiara. Los chicos por otro lado, intentaban fundir el oro.

—Vale, vamos a repasar el plan —dijo la morena.

—Está bien —asentí.

Las tres miramos el papel donde había dibujos de lo que se suponía que era el plan.

—Está a quince metros y usaremos una cuerda de treinta —dijo la morena— así que el carrito irá directo a la cámara del oro.

Sarah y yo dejamos salir una carcajada.

—¿Quién lo ha dibujado? —preguntó la rubia.

—¿Tú qué crees? —respondió mirando al moreno.

Sarah y yo compartimos una mirada cómplice al ver como la chica veía a Pope.

—¿Qué hay entre tu y Pope? —pregunté.

Ella volvió la vista hacia nosotras, con una mueca de desinterés.

—No se de que me habláis, no pasa nada entre nosotros.

—Ya, claro —dijo la rubia.

En ese instante, Kiara cambió el tema de conversación y me miró profundamente.

—¿Y tu y rafe? —preguntó.

La miré con el ceño fruncido, sin entender a qué se refería.

— ¿Qué pasa? —cuestioné.

Sarah miró a Kiara.

—¿Sabe mi hermano que estás con nosotros?

—No —respondí secamente.

—Se va ha enfadar, Nicole —habló Sarah.

—Lo sé —confesé—. Pero sois mis amigos —volví a decir—. Lo tiene que aceptar, quiera o no.

De repente la conversación fue cortada por la aparición del rubio.

—Espero que funcione —dijo apoyándose en la camioneta—. No podremos empeñarlo con el símbolo de una espiga.

La morena agarró un soplete y miró al chico con seguridad.

—Funcionara.

—Manos a la obra —dije con una sonrisa.























[...]

Por fin Kiara pudo fundir el símbolo que llevaba el oro. Me levanté del tronco donde estaba sentada, junto a JJ.

—Buen trabajo, Kie —la felicité—. Yo debo irme.

El rubio se levantó y me miró confundido.

—¿No vienes con nosotros? —preguntó.

LET IT HAPPEN    ||  Rafe CameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora