ʚᥫ᭡♫⟬𝔼𝕝 𝕖𝕤 𝕞𝕚𝕠⟭♫ᥫ᭡ɞ

┆⊰ Capítulo 24 : JUNGKOOK ⊱┆

Nunca había visto nada más erótico que los ojos entornados y oscurecidos por el deseo de Tae tentándome, sus labios deliciosos y sus dedos delgados envolviendo mi polla después de humedecerla con su saliva. Mi casco descansaba sobre su lengua brillante y rosada.

Su hermosa y esbelta figura estaba arrodillada frente a mí. Su sumisión me excitaba enormemente. Me sentí poderosa y fuerte cuando me miraba, suplicando con los ojos. Me había pedido que hiciera algo que yo era demasiado tímida para decir. Al sentir sus labios alrededor de mi eje, mi miembro hundiéndose en el orificio caliente, me atreví a preguntarme cómo sería follar su boca.

Mi reacción instintiva fue inmediata, no podía pensar en nada más excitante. En cuanto lo mencionó, fue lo único en lo que pude pensar: mi polla en lo más profundo de su boca, golpeando la parte posterior de su garganta con él completamente a mi merced... esa era una sensación embriagadora.

Quería poseerlo, poseerlo, marcarlo. Él claramente quería que yo hiciera lo mismo. Así que cedí a sus súplicas y gemidos y le follé la boca hasta que le corrí en la garganta.

Nunca había sentido nada parecido. Tardé un buen rato en estabilizar mi respiración.

Solté mi agarre en su cabello y le levanté su barbilla para que me mirara. Sonrió, satisfecho.

*

—Ahora me toca a mí —dije, y hasta yo misma lo dije con un tono intimidante. Él gimió de placer y sus ojos brillaron.

Lo levanté, agarré su cuerpo y lo levanté del suelo con facilidad. Por un momento, su suave aliento cayó sobre mi cuello cuando lo llevé a la cama y lo acosté suavemente en el medio. Me levanté de nuevo y miré su cuerpo entero. Era la primera vez que lo veía completamente desnudo... y era lo más hermoso que había visto en mi vida.

Su cuerpo había caído naturalmente en una posición que recordaba a una pintura clásica, con los brazos descansando elegantemente sobre su cabeza, relajados sobre los cojines. Su torso y cintura estaban ligeramente torcidos hacia un lado, la deliciosa curva de su trasero era visible. Sus piernas estaban delicadamente dobladas a la altura de las rodillas hacia un lado, ocultando parcialmente su obvia, y claramente impresionante, erección.

Mis manos ansiaban tocar la extensión suave y lechosa de su cuerpo. Quería devorarlo por completo.

Al leer el deseo en mis ojos, Tae se acercó a mí y me dijo: "tócame", sus ojos suplicantes y llenos de necesidad.

Me abalancé sobre él, moviéndome lentamente, preocupada de que el espejismo desapareciera. ¿Cómo podía este ser perfecto quererme?

Mis labios se posaron en la curva de su cadera, mis manos se deslizaron sobre su suave estómago y su tersa espalda. Lamí su caja torácica, queriendo probarlo, saborearlo como él había probado mi cuerpo. Cubrí su caja torácica con un rastro de besos, guiada puramente por el deseo, terminando en su oscuro pezón, casi carmesí. Lo lamí y la espalda de Tae se arqueó y un suave maullido escapó de sus labios. Difícilmente podría existir algo más sensual que Taehyung retorciéndose de deseo.

Las imágenes de cómo le gustaría su rostro mientras lo follaba pasaron ante mis ojos y sentí una opresión familiar en mi ingle.

Su mirada se cruzó con la mía y soplé sobre el pezón húmedo. Sus labios se separaron con un jadeo y, sin poder hacer nada, se lamió los labios, mordiéndose el labio inferior. Era puro sexo.

Tracé el contorno de sus brazos y rodeé suavemente sus muñecas con mis dedos, presionándolo contra las sábanas, susurré:

—Ábreme las piernas, nena… —la expresión cariñosa salió de mi boca con naturalidad, pero me sorprendió. A Tae obviamente le gustó, sus ojos ardientes encontraron los míos por encima de él.