Las olas golpeaban la orilla en un ritmo constante, y el crepitar de la fogata era lo único que rompía el silencio incómodo entre Giselle y JJ. Ella sentía el calor del fuego en su rostro, pero el frío que llevaba por dentro no se iba. JJ estaba sentado a su lado, observándola con esa mirada que siempre lograba desarmarla, como si pudiera ver más allá de todas sus barreras.
—Giselle, sé que algo pasa —dijo JJ, con la voz baja, casi como un susurro. Sus ojos no la dejaban, y ella sintió el peso de su preocupación como una carga que la ahogaba.
Por un momento, Giselle dudó. Quería decirle todo, explicarle por qué se había quedado con Rafe a pesar de que cada parte de su ser le decía que no debía. Pero las palabras se le atragantaron en la garganta, y lo único que salió fue una sonrisa forzada. —No, JJ, no es nada. Solo estoy cansada —mintió, bajando la mirada.
JJ frunció el ceño, claramente sin creerle, pero no insistió. —Si alguna vez querés hablar, sabés que estoy acá —respondió con un suspiro antes de levantarse y alejarse hacia el grupo.
Giselle lo miró alejarse, y por un momento se sintió más sola que nunca. Sabía que JJ no se merecía sus mentiras, pero tampoco podía darle la verdad. No podía contarle que la razón por la que estaba con Rafe no era solo por su familia, sino porque había algo mucho más oscuro detrás.
Se quedó en silencio, mirando el fuego, recordando cómo todo había empezado. Meses atrás, su tío la había llamado a su oficina, la cara seria y la voz cargada de preocupación. La empresa de la familia estaba en problemas, le había dicho, y la única manera de evitar la ruina era sellar una alianza con la familia de Rafe. "Es solo por un tiempo", le había prometido su tío. "Si mantenés la relación con Rafe, su padre aceptará el trato, y todos saldremos beneficiados."
En ese momento, Giselle había sentido que no tenía otra opción. Por más que quisiera ser libre, su familia siempre había estado primero. Había aceptado el trato, convenciéndose de que era lo correcto, que era un sacrificio necesario.
Pero nada de eso importó cuando conoció a JJ. Con él, todo se sintió diferente. No había presiones, no había expectativas. Solo estaban ellos, siendo ellos mismos. Y cada vez que estaba con él, Giselle sentía que podía ser libre, que podía dejar de ser la chica que todos esperaban que fuera.
Sin embargo, la realidad siempre regresaba, y con ella, Rafe. Él nunca había sido alguien fácil. Desde el principio, Rafe había dejado claro que no era una relación normal. Si bien al principio se había mostrado comprensivo y atento, todo cambió cuando se dio cuenta de la conexión entre Giselle y JJ. Se volvió posesivo, celoso y controlador. La presión que sentía por parte de su tío se sumó a las amenazas veladas de Rafe, quien le recordaba que, si rompía su acuerdo, las consecuencias para su familia serían graves.
"Es por eso que sigo aquí", pensó Giselle, sintiendo las lágrimas arder en sus ojos. "Por miedo, por la culpa que me hicieron cargar, y porque no puedo permitirme elegir lo que quiero."
—Giselle, ¿estás segura de que estás bien? —La voz de Camila, la amiga cercana de JJ, la sacó de sus pensamientos. Camila se había acercado, sentándose junto a ella con una expresión de preocupación.
Giselle no pudo evitar sentir una punzada de celos, pero al mismo tiempo, una especie de alivio. Sabía que Camila siempre había sido una buena amiga para JJ, y verla tan cerca de él solo confirmaba lo que ya temía: que había perdido su oportunidad.
—Sí, solo estaba pensando en todo lo que ha pasado —admitió, dándose cuenta de que no tenía sentido mentirle.
Camila la miró por un momento, y luego asintió. —Sé que las cosas con Rafe no son fáciles, pero tenés que pensar en vos también. No podés dejar que nadie te controle, ni siquiera por tu familia.

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like the sea
RomansaEn Outer Banks, Giselle y JJ, dos jóvenes llenos de sueños, se encuentran atrapados entre la amistad y el amor. A medida que su relación se profundiza, enfrentan emociones intensas y desafíos que pondrán a prueba su conexión. "Like the Sea" es una h...