Segunda parte

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Así continúa la historia de Joseíto

Capítulo I

Joseíto arriba a su primer año de vida

Rodeado de cuatro mamás (má Dulce, má Clara, má Isabel Sofía y má nana) y de cuatro papás (pá José Trinidad, pá Rubén, pá Antonio y pá nano), Joseíto arriba, feliz, a su primer año de vida.

El Club Social "Paraíso del Niño" está elegantemente adornado para tan importante celebración. Payasos, pinta caritas, recreadores y un grupo de música infantil, son los encargados de alegrar y animar a todos los niños invitados.

Es el centro de atención y él lo sabe...Camina por todas partes al lado de los "nanos", sus hermanos de crianza. Los "nanos" son los hijos de la nana. Joseíto los llama así.

Estos niños, por instrucciones de su mamá, cuidan al pequeño cuando él sale a jugar con ellos. Lo han enseñado a montar en árboles, a columpiarse fuertemente, a pasar por las barras, por las anillas, a lanzar la pelota para que los perros corran a buscarlas, a correr por el patio, a nadar; es decir, que lo están entrenando como lo indicaría un especialista en neurología o el mismísimo fisioterapeuta, su pá Rubén, esposo de Clara Mercedes.

Recuerden que en su programa con el fisioterapeuta, la natación fue clave para corregir algunas malformaciones (menores) óseas; razón por la que ganó mucha fuerza en sus extremidades inferiores.

Todos están sorprendidos...

Joseíto, con una facilidad increíble, tomó el palo para tumbar su piñata y se paró frente a ella, con tal destreza y determinación, que hasta el psiquiatra quedó boquiabierto. Lo que no saben ellos es que "los nanos" lo prepararon durante varios días. Los pequeños colgaron de un árbol un saco de lona con un poco de periódicos, arena y ropa vieja. Simularon una piñata y el niño practicó lo que tenía que hacer cuando se parara frente a la suya.

Sus hermanitos y amiguitos lo animaban.

- ¡Túmbala, hermanito!

- ¡Dale duro, hermanito!

- ¡Vamos, Joseíto!

- ¡Queremos caramelos, Joseíto!

Pero las sorpresas no terminaron allí, sus hermanitos anunciaron el espectáculo de baile.

Para ello, hicieron un círculo y el niño quedó en el centro de este...Al sonar la música solicitada, el pequeñín deleitó a propios y extraños, con su acompasada danza...sus hermanitos aplaudían...y todos los asistentes los siguieron.

Al terminar el baile, el hermanito mayor que ya cumplió los nueve años de edad, anuncia que Joseíto es capaz de recordar hasta tres nombres de personas o cosas que le digan una sola vez...

Llaman al psiquiatra para que sea él quien controle el "juego".

- Padrino, nómbrele tres palabras a mi hermanito...hágalo poco a poco...

Al darle la orden de comenzar...el psiquiatra, dice;

- Carro... piano... zapato.

- Te toca a ti, hermanito, señaló el niño.

Joseíto, cierra los ojos y comienza:

- Carro... piano... zapato.

Ante los resultados obtenidos, el psiquiatra propone que sea otra persona quien le indique la serie a repetir.

Realizan un sorteo y gana la excompañera de estudios de Clara Mercedes, la profesora Doris Esperanza Fuentealba de Delgado.

Al recibir las indicaciones, la joven nombra, poco a poco, cuatro objetos:

- Cucharilla... cartera...cepillo.

- Vamos, hermanito, que tú puedes...

El pequeño guarda silencio y luego, dice:

- Cucharilla...cartera...cepillo.

Un aplauso premió al niño y a sus "instructores".

El psiquiatra conversa con unos estudiantes del curso posdoctoral en psiquiatría y los anima a realizar un estudio sobre el Síndrome de Down.

- Doctor, al terminar la fiesta, podemos reunirnos en su oficina e intercambiar opiniones sobre lo que hemos visto hoy, expuso una psiquiatra.

- Lo haremos, respondió el doctor.

La reunión fue muy productiva y los planes que surgieron ayudarán no solo a Joseíto, sino a todos los niños con Síndrome de Down.

Al día siguiente, en la universidad, los postdoctorantes, no salían de su asombro con las informaciones que habían recibido sobre el caso Joseíto.

Un grupo de ellos, propuso observar, sin intervenir, la interacción del niño con sus "hermanitos".

- Debemos aprovechar que los pequeños, dentro de dos semanas, estarán de vacaciones escolares, puntualizó una psiquiatra.

Fue así, que...

Durante dos meses un grupo de jóvenes psiquiatras observaron y registraron las interacciones de los "nanos" con su hermanito menor.

Están sorprendidos con la actitud asumida por los niños. Pareciera que han recibido instrucciones precisas sobre lo que deben hacer para ayudar al pequeño, tanto física como mentalmente. Y esto, tiene un impacto positivo en la parte emocional y cognitiva del niño.

Uno de los eventos que más llamó la atención del grupo de investigadores fue cuando lo enseñaban a montar en bicicleta.

Un hermanito a cada lado y el más pequeño ayudando desde la parte de atrás. Increíble el comportamiento de estos muchachos...

En dos semanas, luego de varias caídas; finalmente, aquella bicicleta rodaba por el campo cubierto de césped. Claro está, la bici poseía ruedas exteriores de protección. Con todo, tenemos que recordar la edad y condición del pequeñín.

Una tarde, hubo de llamar al psiquiatra...el niño estaba en las ramas de la copa de un árbol de mango de unos tres metros y medio de altura.

Sin intervenir, esperaron unos minutos y vieron, para tranquilidad de todos, que el niño bajó sin dificultad de la planta. La destreza y fuerza en las extremidades no es propia de un niño de su edad. Está bien entrenado.

El psiquiatra no tuvo otra alternativa que unirse al coro de carcajadas del grupo.

Otro episodio que registraron fue el día que hicieron competencias de carrera en el mini campo de golf. Los tres "nanos y su hermanito corrían alrededor del campo abierto y al final solo Joseíto y su hermano mayor lograron dar las 20 vueltas que habían acordado. Pero todo no termina allí, el pequeño siguió corriendo solo y su hermano le gritaba que parara...cuando dio la vuelta, se paró frente a él y lo detuvo...Todo terminó entre risas y aplausos.

¿Cómo saben ellos que el aplauso es un refuerzo positivo y que, felicitarlo con palmadas en la espalda, lo ayuda muchísimo desde el punto de vista emocional; lo que genera confianza y seguridad en el niño?

Seguimos sin saber, ¿cómo determinan los "nanos" lo que deben hacer para apoyar a su hermanito?

¿Habrá algún adulto detrás de todo este proceso?

Tenemos que investigarlo...

Un niño especial con una familia maravillosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora