Capítulo VII

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Trigésimo octavo cumpleaños del psiquiatra

Joseíto, al ver y oír sobre los preparativos de la celebración, pide ayuda a "má Isabel Sofía" para pintar "la cara de su papá".

El caballete que le regalaron sus abuelos se convertirá en testigo del primer intento de pintura del pequeño.

Su "má Isabel Sofía", prepara el lienzo sobre el caballete y le da las instrucciones. Para facilitar el trabajo del niño, ella pinta una cara sencilla y le pide que se guíe por ella.

Así lo hace el pequeño y luego de muchos intentos durante una semana, su pintura está lista.

La ocultarán de la vista del resto de la familia hasta el día del cumpleaños.

El festejo se realizará en un conocido club campestre de la ciudad.

El padre del psiquiatra, el esposo de Doris Esperanza, Dulce María y el profesor de música, ensayan el recital que ofrecerán al cumpleañero. Mientras lo hacen, Joseíto está con ellos, sentado con su piano y tratando de seguir el ritmo. Así fue durante cinco noches seguidas.

Acordaron sentar a Joseíto en su pianito para que se anime y sienta que él también está integrado al grupo.

Tremenda sorpresa se llevaron todos.

Joseíto fue capaz que seguir las melodías y, aunque no del todo bien acompasado, lo hizo.

El más sorprendido fue su profesor de música...

- La genialidad musical de este niño es increíble. Su oído no tiene límites al momento de apreciar y distinguir los diferentes sonidos, instrumentos, afinación, matices y expresión de la música.

Otro gran momento que se vivió en la celebración fue durante el momento en el que Joseíto le entregó a su "pá José Trinidad", la pintura que realizó en el taller de su "má Isabel Sofía".

- Pá, yo te pinté, dijo Joseíto.

Cuando el psiquiatra vio la cara que el niño había pintado lo levantó y abrazó.

- Quedé igualito...te felicito, expresó.

El niño estaba orgulloso de lo que había hecho.

Todos lo felicitaron.

El retrato era, simplemente, un círculo con ojos y boca...orejas y un abundante pelo amarillo.

- Lo colgaré en mi oficina, le prometió al niño.

Al día siguiente, el propio pequeño, le dijo:

- Pá, vamos a poner tu retrato en la oficina.

- Sí, vamos, respondió el psiquiatra.

Pá nano, se incorporó para darle una mano a su compadre.

- Pá nano, ¿verdad que mi pá José quedó bonito?

- Quedó lindo, mi niño.

- Lindo, respondió el niño.

Desde entonces, el retrato se ha hecho famoso, sobre todo entre los estudiantes de psiquiatría, asiduos visitantes de esta oficina.

La investigación que llevan adelante el grupo de psiquiatras, dirigidos por el doctor José Trinidad Sandoval Pérez y que se titula: "Joseíto, un caso especial de aprendizaje en familia", llevará en su portada la pintura realizada por el pequeño, pero colocada sobre el piano de él.

Un fotógrafo profesional fue el encargado de las tomas.

Esta investigación promete convertirse en un verdadero Best seller.

Los investigadores han dejado el último capítulo para dedicarlo a una entrevista con los "nanos", los hermanitos del niño. Consideran ellos que esta interacción ha sido clave en el desarrollo físico, emocional y cognitivo del infante; ya que ellos, de forma continua y precisa, le brindan el apoyo necesario para que él desarrolle sus facultades físicas y mentales en un ambiente familiar no controlado ni supervisado por adultos.

Los vídeos grabados, al ser analizados y evaluados por el grupo que lleva adelante el estudio, los hace pensar que estos pequeños siguen unos lineamientos preconcebidos. El doctor, padre del pequeño, no comparte, totalmente, esta apreciación.

Algunas de las preguntas que más los inquietan son:

¿Cómo y cuándo aprendió a leer y escribir?

¿Qué métodos utilizaron en ambos procesos?

¿Cómo le explicaban los juegos de mesa?

Hay muchas interrogantes sin resolver.

Un niño especial con una familia maravillosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora