Pequeño fetiche;
Cuando cumplí mis veintiún años, mis padres hicieron un acuerdo con una familia adinerada, creando un matrimonio entre su hijo y yo. Cuando me enteré fue por parte de mi abuela, lloré todas las noches por la noticia hasta el día de la boda. La sonrisa falsa del chico, su manera de actuar era espectacular, aunque lo único bueno que tenía él era su cuerpo y su rostro, después de todo, era un británico.
El se llamaba Simón, era siete años mayor que yo y trabajaba en la milicia, mi relación con él fue muy mala, no le gustaba el afecto físico, siempre me trataba seco y no tenía ni una pizca de emoción. Y para el colmo, me dio la orden de que solo puedo llamarlo señor riley o ghost, imbecil.
Los meses pasaron, y aunque él no era tan hostil conmigo como los primeros meses de matrimonio, seguía teniendo su expresión sin sentimientos, y conmigo, mis sentimientos fueron cambiando por él.
Cada vez que veía sus ojos azules encontrándose con los míos un escalofrío recorría por mi cuerpo, cada vez que su cuerpo rozaba el mío por las noches cuando dormíamos mis mejillas ardían, no entendía el por qué, pero me gustaba.
Con el tiempo, aunque solo fueron algunos meses más, él me prestaba más atención de vez en cuando, me preguntaba cómo me había ido en el día, si había ido a comprar con su tarjeta que él me presta, etc. entablamos una mejor socialización en nuestro matrimonio, el ambiente ya no era tenso e incómodo como antes, ahora era agradable y cómodo, hasta el punto que ambos deseábamos que su horario de trabajo terminarara para poder volver a casa y volver hablar de cosas. Y aún recuerdo el día en que ambos tomamos el impulso y nos dimos el primer beso, o bueno, segundo, ya que el primero fue en el altar. Desde ese día siempre lo recibía con un abrazo y un beso, algo que a él le encantaba.
Aunque, siempre debe haber un problema, y es en el que me encuentro ahora.
Ghost había llegado muy furioso de la base militar, comenzó a insultar cosas al aire mientras destruía jarrones, mesitas e incluso tazas y cuadros de nosotros.
Traté de no entrar en miedo, confiando en que tal vez si le pido que hablemos pueda calmarse un poco y pueda darle un masaje o un té.
Me acerqué donde él, algo nerviosa y toco suavemente su hombro.
—cariño,oye..—digo suave, antes de que él arrojara otro jarrón a la pared.
El volteo a verme con una mirada asesina y me empujó con brusquedad, cayendo de pompas en el sofá.
—¡cállate, no te quiero ver, y no me vuelvas a decir así en tu vida, carajo! ¡No eres mi esposa de verdad!—gritó con ira, antes de arrojar el jarrón contra la pared, y los trozos rotos salen disparados para cualquier parte de la sala.
Sus palabras por alguna tonta razón me dolieron, pero ignoro rápidamente el sentimiento igual como llegó.
—Simón, por favor, cálmate —hablo torpemente debido a los nervios, agarrando suavemente su mano.
Él rápidamente aleja su mano y me da una mirada de odio.
—te dije que te calles, vete ahora mismo, no quiero ver tu puta cara, ¡ahora!—ordenó.
Me quedo en silencio viendo su mirada, mi corazón encogiéndose cada vez más.
Me agarra bruscamente del brazo y me levanta del sofá.
—vete. Ahora. Mismo—masculla cada palabra.
Asiento torpemente y me voy corriendo al segundo piso, a la habitación matrimonial.
Me siento en la cama y agarro una almohada para abrazarla, joder, el dolor en mi corazón era fuerte, quería llorar, gritar, pero simplemente lo retenía. ¿Por qué me afectaba tanto si sabía cómo era ghost? No lo sé, pero era mi culpa por dejar a mi mente llevar las cosas a otro nivel, viéndolo con unos ojos de tal vez él sería el padre de mis hijos, que tal vez él era mi esposo soñado, el famoso príncipe azul.
Las lágrimas salían con dolor, pero no sollozaba, solo caían, igual que una gotera.
No pasaron más de veinte minutos hasta que la puerta se abrió de un portazo, y entró consigo ghost, con su mirada fría y asesina.
Mi cuerpo se tensa cuando él viene en mi dirección.—necesito desahogarme—dice directo, empujándome bruscamente para que quede acostada en la cama.
Abrí mis ojos como platos al escuchar eso ¿no va hacer lo indebido o si? Nunca he tenido seco antes, tal vez él si pero yo no.
Él se coloca entre mis piernas, me quita bruscamente la camisa de dormir que traía dejándome en brasier.
—wow, wow, wow, ¿qué haces?—chillo.
—Voy. A. Relajarme. Ahora cierra la puta boca—dice, aunque su tono es autoritario.
Iba a defenderme, pero el aliento se me va cuando quita con facilidad...mi brasier, carajo, no todos los hombres hacen eso según tik tok.
—Simón!—chillé cuando atrapó un seno mío con su boca, comenzando a succionarlo como si fuera un bebé, y con su mano izquierda comenzó a masajear mi seno derecho.
Levanta la mirada, sin dejar de succionar mi pecho.
—¿qué acabo de decirte hace un segundo?—dice irritado, moviendo su lengua en círculos en mi pezón.
Mis mejillas se tornan color carmesí ante como chupaba mi seno, y tuve que reprimir mis jadeos, veía como ghost estaba concentrado en succionar mi pecho y masajear el otro, como si hiciera un efecto en él para relajarse.
Solté un pequeño suspiro, intentando dejar mi creciente sentimiento ardiente de lado, y me dediqué a mirar a ghost, quien parecía estar relajado ahora al notar sus músculos relajados, pero, aún teñí su ceño fruncido.
Pasaron solamente cinco y largos minutos hasta que separó sus labios de mi pezon, dejando un pequeño hilo de saliva.
—ya me cansé de ese—murmura, antes de empezar a succionar el otro.
Inclino mi cabeza hacia atrás cuando siento su lengua moverse en círculos en mi pezón, mis mejillas ardían debido al momento tan vergonzoso e...íntimo.
—¿te relaja?—murmuro entrecortado.
Ghost deja de lamer y levanta la mirada para verme, su mirada seguía fría y sin brillo, pero había algo de suavidad en ella, esa que siempre él me daba.
—tus pechos, si—contesta, antes de volver a chupar mi pezón.
Adivinen quien decidió salir de su tumba
(Ríanse csm)Se me había olvidado que aún tenía wattpad, así que cuando volví a entrar decidí crear esta pequeña escena que se me vino a la mente al estar un tiempo en character AI 🫦.
Disfruten.